Opinión por Orlando Jorge Mera

Honrar, honra. La Magistrada Miriam Germán honra la justicia dominicana, en momentos en que la institucionalidad democrática está resquebrajada. Mi voz de protesta contra el atropello hecho por el Procurador General de la República, cuando violando las propias reglamentaciones del Consejo Nacional de la Magistratura, intentó manchar, con la complicidad del presidente Danilo Medina, el buen nombre de la magistrada Germán. Por supuesto, no se reclama privilegios, sino respeto a la ley y a los reglamentos.


El 13 de julio de 2017, a propósito del reconocimiento que le hizo Participación Ciudadana, escribí un artículo igualmente titulado “Miriam Germán”, del cual reproduzco estos párrafos:

“Miriam Germán puso el dedo sobre la llaga al expresar que uno de los problemas de la independencia judicial es la designación de los jueces, “donde hay un alto contenido político”, el cual, según ella, es explicable “porque todos los que componen el Consejo Nacional de la Magistratura están legitimados por una elección popular, pero lo malo es que esa composición sea inclinada en favor de un solo partido”.

“Adicionalmente, la magistrada Germán consideró que había que buscar “el equilibrio político necesario”, debido a que, en muchas ocasiones, se utilizan traslados de jueces como una sanción por haber emitido alguna determinada decisión, lo cual incluso ha afectado a jueces honestos.

También, la jueza abogó porque no se coarte la independencia judicial con la negación de los recursos presupuestarios a la justicia.”

Miriam Germán es ejemplo a seguir en la lucha por la independencia del Poder Judicial, y con ello, por sanción a la corrupción y fin de la impunidad. En momentos de profundo cuestionamiento a la transparencia del Poder Judicial, la cual resulta evidente de cómo desde la Procuraduría General de la República se investiga y persigue a jueces, tal como quedó demostrado con el interrogatorio a que fue sometida la magistrada en el Consejo de la Magistratura, recordando la época triste del “Foro Público”.

Lo anterior confirma lo establecido en el Índice “El imperio de la Ley” (“Rule of Law”), de 2019, en el que República Dominicana ocupa el lugar 95 de 126 países, y en América del Sur, el puesto 24 de 30. No existe real y efectiva independencia del Poder Judicial, y la aplicación de la ley en igualdad para todos es uno de nuestros principales retos.

Cada día que pasa, la democracia dominicana retrocede. Lo sucedido con la Magistrada Germán es otra muestra de las consecuencias de un partido, como el PLD, de apoderarse de todos los estamentos del poder. Por suerte, el tiempo se les agota.