Panorama Internacional

EE UU e Irán rozan el conflicto total tras el asesinato del general Soleimani en Bagdad

Washington.- Estados Unidos enviará cerca de 3.000 soldados más al Medio Oriente luego del ataque perpetrado por las fuerzas militares estadounidenses y ordenado por el presidente Donald Trump que provocó la muerte del general iraní Qassem Soleimani, revelaron el viernes funcionarios del Pentágono.

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Los funcionarios de la Defensa, que hablaron bajo condición de anonimato para revelar una decisión que no ha sido anunciada oficialmente por el Pentágono, dijeron que los soldados son de la 82da División Aerotransportada, con sede en Fort Bagg, Carolina del Norte.

Son adicionales a los 700 elementos de la misma división que fueron desplegados a Kuwait hace unos días luego de incidentes en el complejo de la embajada de Estados Unidos en Bagdad por parte de milicianos respaldados por Irán y sus simpatizantes.

La noticia de los refuerzos se dio a conocer mientras Trump ofrecía sus primeros comentarios sobre el ataque, declarando que ordenó la ejecución del general iraní porque él “planeaba matar” a muchos estadounidenses.

Marinos estadounidenses preparan su despliegue en Kuwait (Dec. 31, 2019. U.S. Marine Corps photos by Sgt. Robert G. Gavaldon via AP)

Estados Unidos reforzará su presencia en Irak y en la región tras el operativo que terminó con la vida del líder militar Qassem Soleimani el jueves. De acuerdo con la cadena de noticias NBC News, que cita varias fuentes del ministerio de Defensa y del Ejército estadounidenses, otros 3.000 soldados serán enviados al terreno.Las nuevas tropas, que se distribuirán entre Irak, Kuwait y otros países del Medio Oriente, forman parte de la 82a División Aerotransportada (IRF), basada en Fort Bragg, Carolina del Norte, que ya desplegó 750 efectivos tras un ataque ocurrido el miércoles contra su embajada en Bagdad. Los soldados se unirán a otros cerca de 700 soldados ya desplegados en la región y permanecerán allí durante un plazo de 60 días, dijeron los funcionarios.

En sus primeros comentarios desde el ataque del viernes en la mañana contra el jefe de la Fuerza Quds de Irán, Trump dijo que Soleimani también era responsable de asesinar y herir a “miles” de estadounidenses y muchos más en la región. “Debió haber sido aniquilado hace muchos años”, tuiteó Trump desde su club privado en Palm Beach, Florida, en donde pasa las vacaciones.

El ataque intensificó la tensión entre Washington e Irán. Teherán juró con emprender “fuertes represalias” por la muerte de su alto líder militar. Ambas naciones se han enfrentado cada vez más desde que Trump se retiró del pacto nuclear en 2015 e impuso sanciones devastadoras a Teherán. Estados Unidos exhortó a sus ciudadanos a salir de Irak “inmediatamente”, al aumentar los temores de que el ataque y cualquier represalia de Irán puedan desatar un conflicto internacional en la región.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, defendió el ataque como “totalmente legal“ y dijo que Soleimani representaba una amenaza “inminente“ contra Estados Unidos y sus intereses en la región. “Había un ataque inminente“, dijo Pompeo en una entrevista al programa de televisión “Fox & Friends“.

“El orquestador, el principal motivador del ataque, era Qassem Soleimani“, aseguró. Trump optó por no jugar una ronda de golf el viernes y no se esperaba que se le viera públicamente hasta que viajara a Miami para un evento en la tarde de su campaña para la reelección.

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, advirtió el jueves que la “máxima prioridad“ era proteger las vidas y los intereses estadounidenses, pero “no podemos poner en riesgo las vidas de soldados, diplomáticos y otros estadounidenses por realizar acciones provocadoras y desproporcionadas“.

El Congreso no fue consultado sobre la operación, añadió, exigiendo que se informe “de inmediato“ sobre la situación y los próximos pasos. Los aliados de Trump, por su parte, se apresuraron para elogiar la acción.

“Al gobierno iraní: Si quieren más, tendrán más“, tuiteó Lindsey Graham, senadora republicana por Carolina del Sur. ——— Los periodistas de The Associated Press Lisa Mascaro y Matthew Lee contribuyeron a este despacho

El ataque

El ataque se ejecutó con misiles lanzados desde un dron MQ-9 Reaper, según fuentes de Washington. Soleimani, a quien muchos expertos consideraban como la persona más poderosa de su país después del ayatolá Jamenei, acababa de desembarcar de un avión procedente de Siria o de Líbano, acompañado de Mohammed Ridh, relaciones públicas del aparato de milicias proiraníes conocido como Fuerzas de Movilización Popular (FMP). 

El secretario de Estado, Mike Pompeo, defendió el ataque como “totalmente legal“

Soleimani, llegó a ser uno de los hombres más cercanos del ayatolá Jamenei y el más poderoso dentro de la estructura militar iraní. Entrenando y armando a la insurgencia durante la guerra de Irak, el Pentágono le acusa de «la muerte de cientos de estadounidenses y miembros de la coalición» y de «herir a miles más». Influyó decisivamente en la guerra civil siria, aglutinando a milicias y potencias regionales, incluida Rusia, en torno a Bachar el Asad. Heroica figura casi mítica en amplios círculos iraníes, en Occidente se le veía más bien como el urdidor de una larga campaña de terror internacional. Estados Unidos e Israel lo consideraban un terrorista desde 2011 y, esta primavera, la Administración Trump incluyó a la fuerza Al Quds en su lista de organizaciones terroristas

«El general Soleimani estaba desarrollando activamente planes para atacar a diplomáticos estadounidenses y militares en Irak y por toda la región», ha afirmado el Pentágono en el comunicado en el que asume la autoría de su muerte. El general abatido, añade el Pentágono, «había orquestado ataques en bases de la coalición en Irak en los últimos meses, incluido el del viernes 27 de diciembre», en referencia a la acción que mató al contratista estadounidense e inició esta nueva espiral de tensiones. 

“Había un ataque inminente”, ha insistido el secretario de Estado, Mike Pompeo, en una entrevista en la cadena Fox. “Todos habéis estado hablando de quién era Qasem Soleimani. Tenía en sus manos la sangre de cientos de vidas estadounidenses. Pero lo que estaba ante nosotros eran sus viajes por toda la región y sus esfuerzos para llevar a cabo un ataque significativo contra los estadounidenses”.

Pompeo ha asegurado que ha hablado con sus homólogos en China, Reino Unido y Alemania para reiterar el “compromiso” de Estados Unidos con “la desescalada” del conflicto, así como con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, a quien ha agradecido su firme apoyo. También ha llamado a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, a quien “ha dejado claro”, según un escueto comunicado del Departamento de Estado, que «Estados Unidos sigue comprometido con la desescalada«.

El ministro de Exteriores ruso Sergei Lavrov

El ministro de Exteriores ruso Sergei Lavrov,por su parte, ha calificado de «asesinato» el ataque contra Soleimani y ha advertido de que tendrá «graves consecuencias para la paz y estabilidad regionales». “Las acciones contra un Estado miembro de la ONU para eliminar a agentes de otro Estado miembro en territorio de un tercer Estado soberano sin su conocimiento constituyen una flagrante violación de los principios del Derecho Internacional que merece ser condenado», ha declarado Lavrov.

Trump ordenó matar a Soleimaní para «parar una guerra», no para comenzarla

El presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó este viernes que ordenó matar al poderoso comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní, Qasem Soleimaní, para “parar una guerra”, no para comenzarla.

Trump ordenó matar a Soleimaní para

“Actuamos la pasada noche para parar una guerra. No actuamos para iniciar una guerra”, dijo Trump, que compareció por sorpresa ante la prensa desde su club privado de Mar-a-Lago, en West Palm Beach (Florida).

A pesar de sus palabras para rebajar la tensión, el mandatario avisó que está preparado para “tomar cualquier acción que sea necesaria” con respecto a Irán. 

Las nuevas tropas, que se distribuirán entre Irak, Kuwait y otros países del Medio Oriente, forman parte de la 82a División Aerotransportada (IRF), basada en Fort Bragg, Carolina del Norte, que ya desplegó 750 efectivos tras un ataque ocurrido el miércoles contra su embajada en Bagdad.

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Fuentes: InfobaeHoy DigitalNoticieros TelevisaNoticias SINEl Pais