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“La salud mental en República Dominicana tiene que ser asumida como un tema de vida, igual que la asistencia a pacientes hepáticos, renales, cardiacos. No estamos viendo que la salud mental es igualmente importante que las demás áreas”

Juan Salazar
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Santo Domingo

La sicóloga Heidy Camilo estimó que el modelo de intervención en el sector público amerita poner los servicios de salud mental al alcance de todos, lo que implica incluir en el sistema dominicano de seguridad social la cobertura de asistencia profesional y en medicamentos.

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“La salud mental en República Dominicana tiene que ser asumida como un tema de vida, igual que la asistencia a pacientes hepáticos, renales, cardiacos. No estamos viendo que la salud mental es igualmente importante que las demás áreas”, indicó.

Planteó que lamentablemente los trastornos mentales, como la depresión, no se visibilizan porque muchos entienden que la persona bajo esa condición no quiere salir de ella, lo que no es cierto. Criticó que personas inexpertas, que no han estudiado sicología ni psiquiatría, estén hablando de que una persona con depresión sale de esa condición con tan solo “sonreír y darle una patada al miedo”.

“Suena muy bonito, pero es una tontería porque cuando hablamos de trastornos sicológicos o psiquiátricos, hablamos de una serie de condiciones dadas para que aparezca el trastorno”, explicó.

Camilo refirió que la depresión es un trastorno del ánimo que puede ir desde la menos severa, como la distimia, hasta la más grave que desarrolla en la persona afectada ideas suicidas, además de que puede ser provocada por una vulnerabilidad genética, una condición física y por factores externos.

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Atentas

La especialista exhortó a las familias a estar atentas cuando alguien en el hogar o en cualquier otro entorno muestra síntomas como tristeza, llora con frecuencia, irritación, aislamiento y con pensamientos distorsionados de la realidad, regularmente de carácter catastrófico.

“Son esos pensamientos rumiantes, intrusivos, obsesivos, acerca de que todo está mal y se va a poner peor”, agregó Camilo.

La experta precisó que incluso existe una “depresión enmascarada”, cuando aunque sea un trastorno en estado crónico, la persona parece muy feliz y ser hasta “el alma de la fiesta”, sin embargo también puede terminar en el suicidio.

Camilo afirmó que la persona con ideas suicidas en realidad no quiere morir, sino salir de la situación que le agobia y cambiar la realidad que está viviendo.

Lamentó que la mayoría de las personas se resistan a buscar asistencia por el estigma que implica admitir que se padece un trastorno mental. “Es más fácil decir yo soy diabético, a decir mira yo tengo depresión, porque le da vergüenza”, añadió.

Advirtió que algunas personas en el entorno del depresivo “mal aconsejan” porque alguien bajo esa condición lo que menos quiere es que lo juzguen o que lo culpen. “Le dicen si tú quieres sales de eso, porque eso es un disparate. Si se trata de un problema de pareja, le dicen, lo que tienes que hacer es soltar esa mujer en banda y vivir tu vida loca, sin tomar en cuenta que cada persona tiene una condición muy particular”.

La sicóloga indicó que una persona depresiva tiene elementos emocionales importantes, hay una tristeza instaurada, que incluso puede provocarla un problema físico por la baja producción de sustancias como dopamina y el litio, o por la tiroides.

Tratar la depresión –apuntó- implica una intervención farmacológica y un trabajo multidisciplinario entre el psiquiatra y el sicólogo que permita identificar en el paciente las herramientas que le permitan salir de su situación paso a paso.

Consideró que un elemento preocupante en la atención de la salud mental en el sector público es la cantidad de pacientes que ve un sicólogo o psiquiatra en una jornada laboral.

“Imagínate que en una jornada de 8 de la mañana a 12 del día vean hasta 20 pacientes. Los sicólogos y psiquiatras no trabajamos así, porque debemos escuchar a la persona para poder ir reconociendo esos pensamientos irracionales y acompañar esa persona en la confrontación, en el reencuadre, en todas las técnicas terapéuticas, para llevarlo a un pensamiento racional”, refirió.

Camilo dijo que en su experiencia profesional ha visto pacientes que aparentan tener una depresión simple, pero cuando escucha su historia de abusos y maltratos se da cuenta que su condición es una consecuencia de la violencia, que también debe ser tratada.

Fuente Listin Diario

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