Panorama
La política y su alto costo
Desinterés por Senaduría de Santiago: ¿el factor económico y el «poco poder» son decisivos?
El desinterés por la Senaduría de Santiago aparenta demostrar «lo costoso» que está la política en la República Dominicana
La candidatura a senador de Santiago no despierta el más mínimo interés en los partidos políticos mayoritarios, contrario a lo que ocurre con las alcaldías y las diputaciones, y el factor económico aparenta ser decisivo en esa indiferencia.
La otrora prestante, aristocrática y distinguida posición de senador de Santiago se observa en la actualidad total y absolutamente desplazada y los dirigentes políticos se inclinan más por aspirar a una de las 18 diputaciones que tiene la provincia.
En una circunscripción electoral (con el voto preferencial) un dirigente político puede ganar una diputación con menos de cinco mil votos, pero el candidato a senador tiene que hacer su campaña en diez municipios y numerosos distritos municipales que tiene Santiago.
Aparenta que lo costoso que es hacer una campaña electoral por la Senaduría de Santiago, el limitado presupuesto que tiene la Oficina Senatorial, los bajos ingresos del senador y la incapacidad para resolver problemas en la provincia, limita el interés por aspirar a esa posición.
25 y 30 millones de pesos.
Entre dirigentes políticos se habla de que para aspirar a la Senaduría de Santiago se necesitan entre 25 y 30 millones de pesos. No importa que el candidato a senador sea «arrastrado» por los candidatos a diputaciones, el factor económico parece ser decisivo.
¿Para qué aspirar a senador si ahí no hay de nada?, se escucha decir a altos dirigentes políticos de Santiago que tiene posibilidad de aspirar a esa posición.
En el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que tiene la ventaja de «estar en el poder», apenas el actual senador Julio César Valentín, se ve interesado en aspirar de nuevo a ese cargo. Buscaría su tercer triunfo consecutivo.
Los nombres del alcalde Abel Martínez y del diputado Demóstenes Martínez «han sonado» para la candidatura a senador en el PLD, pero ninguno de ellos ha exhibido interés. Por un asunto de presupuesto y empleos, la Alcaldía se considera mejor posición que la Senaduría.
El partido morado lleva tres procesos electorales consecutivos ganando la Senaduría, en el 2006 le correspondió el triunfo al abogado Francisco Domínguez Brito y en el 2010 y 2016 al actual senador Julio César Valentín. En 1990 la ganó con el licenciado Ramón Ventura Camejo.
En los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y Reformista Social Cristiano (PRSC), nadie menciona la candidatura senatorial. El PRD no gana la Senaduría desde el año 2002, cuando triunfó con el abogado Víctor Méndez. En 1998 la había ganador con el fenecido José Rafael Abinader.
El PRSC no gana la Senaduría de Santiago desde el 1994, cuando obtuvo el triunfo con el ingeniero Eduardo Estrella.
En el principal partido de oposición, el Revolucionario Moderno (PRM), se ha filtrado que el empresario Rubén Reynoso, quien fue su candidato en el 2016, está interesado en volver a aspirar a senador. A él se unen el diputado Ulises Rodríguez y el médico Daniel Rivera.
Sin embargo, ninguno de esos dirigentes del PRM ha lanzado públicamente sus aspiraciones. Ese partido escogerá sus candidatos en primarias cerradas, es decir, con su listado de miembros.
«El poco poder» que tiene el senador
El desinterés por la Senaduría de Santiago aparenta demostrar «lo costoso» que está la política en la República Dominicana y las dificultades que existen para usted representar bien a la provincia por «el poco poder» de decisión y solución que tiene el senador.
Fuente El Centinela Digital