4 CLAVES PARA ENFRENTAR LA IMPUNIDAD DE LA CORRUPCIÓN

Opinión por Roberto de Michele

Roberto de Michele

* El Banco Interamericano de Desarrollo y el Diálogo Interamericano se han asociados para una serie de discusiones sobre el tema corrupción e integridad en la región.  Aquí se puede acceder al video completo de la sesión Corruption Prosecutions in LAC: A Comparative Analysis.

La calidad de una investigación no sirve de mucho si los órganos de justicia no son completamente independientes. Es poco probable que las investigaciones lleguen a buen puerto y se consideren objetivas si el Ministerio Publico y el Poder Judicial no actúan de manera completamente independiente.

4 claves para enfrentar la impunidad de la corrupción

Artículo publicado en Febrero 28, 2019

En diciembre de 2016, la empresa de construcción Odebrecht admitió ante los fiscales de los Estados Unidos que había pagado más de US$700 millones en sobornos en diez países de América Latina. La investigación, en realidad, se inició en Brasil y fue compartida primero con las autoridades de EEUU y luego con una decena de países en América Latina y el Caribe donde había indicios suficientes para iniciar investigaciones similares. Varios de los países que recibieron la información, de hecho, abrieron sus propias investigaciones.Los fiscales de Odebrecht utilizaron el instrumento de la delación premiada, que permite ofrecer reducción de penas a cambio de información que permita a los investigadores avanzar con las pesquisas.

Este es uno de los casos más emblemáticos de corrupción en la historia de la región. Los fiscales brasileros utilizaron intensivamente el instrumento de la delación premiada. Esto es un mecanismo legal que permite ofrecer reducción de penas a los involucrados en actos ilícitos a cambio de información que permita a los investigadores avanzar con las pesquisas. En otras palabras: el secreto que normalmente rodea al pago de un soborno fue en este caso desplazado por un caudal de información sobre corrupción estructural que no se veía desde la época de los procesos de Mani Pulite.

Casi 26 meses después de que se destapara el escándalo, y con más de 10 países con investigaciones abiertas, la pregunta es: ¿Por qué algunos juicios por corrupción en América Latina han logrado resultados concretos y otros están menos avanzados?

Para acabar con la impunidad, la ley sola no basta

Para responder a esta pregunta, el Diálogo Interamericano y el Banco Interamericano de Desarrollo* convocaron a un grupo de expertos que han estado directamente relacionados con investigaciones de corrupción: Jose Ugaz (jurista peruano y Procurador Ad-Hoc de la Nación durante el caso Fujimori – Montesinos), Claudia Paz y Paz (ex Jefa del Ministerio Publico de Guatemala), Rodrigo Janot (ex Fiscal General de Brasil) y Kevin Gingras (ex funcionario del Departamento de Justicia de los EEUU de la unidad de Foreign Corrupt Practices Act).

¿Cuáles fueron algunas de las ideas que compartieron?

1. Para tener investigaciones exitosas es necesario contar con instrumentos legales apropiados. La corrupción opera sobre un convenio secreto entre partes. Es decir, todas las partes involucradas en el acto ilícito tienen un motivo para ocultar la transacción ilegal. Para romper ese secreto, leyes como la delación premiada y la protección de denunciantes ofrecen buenas alternativas. También juegan un rol especial las leyes de responsabilidad penal de las personas jurídicas. Varios países de la región las han adoptado en los últimos años, y es de esperar que permitan complementar las responsabilidades individuales con medidas sobre las corporaciones involucradas en actos ilícitos.

2. Existe un fuerte consenso respecto a la importancia de la cooperación de las fuerzas del orden para enfrentar los casos de corrupción estructural. La cooperación es vital tanto entre agentes de una misma jurisdicción, como entre jurisdicciones distintas. En el plano interno, el éxito de las investigaciones depende en gran medida de articular equipos de trabajo de distintas agencias (especialmente con las agencias fiscales, supervisores financieros y unidades de inteligencia, así como con investigadores de otras disciplinas relacionadas). El otro aspecto es la cooperación exterior. Los sobornos en casos como el de Odebrecht utilizan complejas estructuras corporativas y financieras en múltiples jurisdicciones. Por ello, es fundamental construir esquemas de colaboración con otras jurisdicciones que permitan seguir el hilo de los pagos ilícitos.

3. Es vital contar con investigadores debidamente capacitados en analizar complejas maniobras ilícitas. La complejidad de las delaciones premiadas en Brasil y los argumentos para ser aceptadas ante las autoridades de los EEUU demuestran que las maniobras ilícitas requieren habilidades especiales no solo para detectarlas, sino lo que es más importante en el ámbito penal, para probar los hechos. El desafío en las investigaciones complejas es contar con expertos debidamente entrenados. Por ejemplo, sin las personas con perfiles técnicos adecuados es difícil comprender estructuras financieras complejas y flujos ilícitos, o analizar por qué una adenda en un contrato de infraestructura en realidad oculta pagos ilícitos. Desafortunadamente, hasta el momento poca gente reconoce la importancia de invertir en recursos humanos en los ministerios públicos y el poder judicial.

4. La calidad de una investigación no sirve de mucho si los órganos de justicia no son completamente independientes. Es poco probable que las investigaciones lleguen a buen puerto y se consideren objetivas si el Ministerio Publico y el Poder Judicial no actúan de manera completamente independiente. Según Rodrigo Janot, este fue posiblemente el ingrediente principal del éxito de las investigaciones en Brasil.

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Sobre el autor: Roberto de Michele

Roberto de Michele es Especialista Principal del Banco Interamericano de Desarrollo y dirige el cluster de transparencia e integridad del BID. Como tal, es Secretario del Fondo de Transparencia que apoya reformas de integridad pública, gobierno abierto, transparencia del gasto, fortalecimiento de los órganos de control y prevención del lavado de activos. Roberto fue director de la Oficina Anticorrupción de la Argentina, gerente de la Iniciativa Privada contra la Corrupción en la Fundación Poder Ciudadano, y miembro fundador de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC). Roberto presidió la Reunión Preparatoria para la Redacción de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción y participó en la redacción del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana contra la Corrupción. Entre otras publicaciones, es autor del libro «Los Códigos de ética en las Empresas», el «Uso de la información para la integridad del sector financiero: reflexiones a partir de un proyecto contra el lavado de activos en Guatemala» y uno de los coautores de la Anticorruption Toolkit para el Pacto Mundial de Naciones Unidas contra la Corrupción. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires con un LL.M. de la Facultad de Derecho de Yale.

Fuente: iadb. Banco Interamericano de Desarrollo Mejorando Vidas