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Panorama – Salud

La subvención que otorga el Gobierno a estos dos centros privados es superior a la destinada a hospitales públicos.

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El presidente del Colegio Médico Dominicano, Wilson Roa, asegura que se trata de un postulado muy claro del neoliberalismo que apuesta a la desintegración de las instituciones estatales para fortalecer las privadas con financiamiento público

Reciben más recursos del Gobierno que los nueve hospitales regionales juntos

Los patronatos de la Plaza de la Salud y el Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat) reciben más recursos del Gobierno que los nueve hospitales regionales juntos, los cuales operan entre precariedades y dificultades financieras, según pudo comprobar elCaribe durante el desarrollo de la serie “Hospitales regionales por dentro”.

Los de “tercer nivel

Mientras los establecimientos de salud de “tercer nivel” ubicados en San Pedro de Macorís, Azua, Barahona, Santiago, San Francisco de Macorís, Valverde, La Vega, el Distrito Nacional y San Cristóbal, llamados a brindar servicio a más de 300 mil habitantes cada uno reciben una subvención estatal que oscila entre los 2 y los 8 millones de pesos mensuales que se reducen a la mitad por los descuentos para medicamentos e insumos que adquieren a través del Programa Esencial de Medicamentos (Promese), la Plaza de la Salud recibe un promedio mensual de RD$26 millones y Cedimat de RD$11.1 millones.

Así quedó consignado en la Ley 61-18 del Presupuesto General del Estado 2019

Así quedó consignado en la Ley 61-18 del Presupuesto General del Estado 2019, que contempla que de los fondos asignados este año al Ministerio de Salud Pública se transferirá una partida de RD$317.4 millones para la Plaza de la Salud y otros RD$133.5 millones para Cedimat.

Los «emancipados»

Ni siquiera con las recaudaciones obtenidas a través de la venta de servicios a los asegurados del Régimen Subsidiado y de algunas Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) privadas, que no sobrepasan de los RD$5 millones, los hospitales regionales públicos pueden competir con esos dos centros construidos y equipados con recursos públicos, los cuales son calificados como “emancipados” por el exdirector del Servicio Nacional de Salud, Nelson Rodríguez Monegro.

“¿Qué ha ocurrido con los hospitales que yo les llamo hospitales emancipados? Son hospitales que en la realidad son verdaderos hospitales privados, con el agravante para el pueblo de que ahí no puede ir gente que no tenga dinero, los que van ahí son los pacientes del Régimen Contributivo”.

Según el galeno, el modelo de hospital con patronato es un lastre que arrastra el Estado que, en un momento determinado, apuntaba a la privatización de los centros de salud y que posteriormente, con la entrada en vigencia del Sistema de la Seguridad Social, cambió de modalidad creando los llamados hospitales descentralizados o autogestionarios.

Reciben más que hospitales del DN

Rodríguez Monegro destaca que los “hospitales emancipados” reciben más subvención que todos los hospitales del Distrito Nacional juntos, sacando los autogestionarios como el Ney Arias Lora, Hugo Mendoza, Vinicio Calventi, Reinaldo Almánzar y Marcelino Vélez.

El presidente del Colegio Médico Dominicano, Wilson Roa, asegura que se trata de un postulado muy claro del neoliberalismo que apuesta a la desintegración de las instituciones estatales para fortalecer las privadas con financiamiento público. “Es coger el dinero de los pobres de este pueblo, para tu financiar los servicios privados, pero con recursos públicos. Por eso han dejado degradar los hospitales y no tenemos un hospital con capacidad de darle respuesta a nadie en sus problemas de salud”, afirmó.

El exdirector del SNS en el período 2016-2018 dijo que actualmente los hospitales tradicionales reciben una subvención histórica que no está ligada a su productividad y con la cual deben financiar una oferta de servicios, independientemente de la demanda que tengan.

Explica que con la entrada en vigencia del Seguro Familiar de Salud y sobre todo, del Régimen Contributivo, se espera que esos hospitales puedan venderle servicios, tanto a la ARS pública como las privadas, para incrementar progresivamente su financiamiento.

Puso como ejemplo el hospital pediátrico dominicano de referencia, el Robert Reid Cabral, que en el 2017 tenía una subvención de RD$5 millones, pero facturaba a las ARS entre RD$11 y 12 millones mensuales, con lo cual aumentó su financiamiento.

Dijo que el proceso de reconstrucción hospitalaria también persigue que todos los centros públicos puedan ser habilitados e ingresar como prestadores de servicios al Sistema Dominicano de Seguridad Social para que se les pueda facturar a los pacientes del Régimen Contributivo que asisten a los hospitales.

Entiende que en algún momento se deberá buscar una solución para los “hospitales emancipados” que también se constituyen una competencia desleal para las clínicas privadas. “Yo creo que, de una u otra manera, esos hospitales son una competencia desleal de las clínicas privadas que no reciben ningún tipo de financiamiento, que han tenido que construir sus edificios, que han equipado sus establecimientos. Estos tienen una situación financiera, desde el punto de vista comparativo, muy espléndida por llamarle de alguna manera, respecto de las clínicas privadas”, afirmó.

Supervision estricta . Las deudas

Por otro lado, Rodríguez Monegro aboga por una supervisión estricta a los hospitales de autogestión que reciben financiamiento público y tienen los mismos vicios que los hospitales tradicionales.

“Usted va a encontrar que los hospitales autogestionarios, que son alrededor de 11 o 12, tienen prácticamente la misma deuda que todos los hospitales tradicionales del país. Es una contradicción, es decir, en un momento determinado la deuda de alrededor de 180 hospitales públicos a nivel nacional era de RD$1,600 millones y la deuda de esos 11 era de RD$1,400 millones. Entonces, usted dice, bueno y de qué vale entonces este modelo mal llamado de autogestión, donde se han impuesto modelos de gestión personalizados, donde el director del hospital hace lo que le viene en gana sin ningún tipo de supervisión, ni siquiera por parte de la Contraloría”.

Reflexión

La igualdad y justicia social: Ni en calidad de vida ni en atención a la enfermedad la élite permite igualdad. Existe en nuestro país un acceso igualitario y justo a la salud de todos los ciudadanos? Una pregunta. Usted conoce la respuesta.

Fuente El Caribe

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