Fechas Memorables
LA RAZA INMORTAL DE JUNIO DEL 1959
La expedición del 14 de junio de 1959 _ Marcó el principio del fin de Trujillo.
Santo Domingo.- Hoy se cumplen 60 años de la expedición militar de Constanza, Maimón y Estero Hondo, en la que un grupo de patriotas dominicanos vino a derrocar por la vía de las armas la sanguinaria dictadura de Rafael Leonidas Trujillo.
Aunque fue derrotada por las huestes de la tiranía, esta gesta patriótica marcó el inicio del fin de la dictadura.
El primer grupo de 54 expedicionarios llegó a territorio dominicano el domingo 14 de junio, a bordo del avión C-46 Curtiss, en el aeropuerto militar de Constanza, bajo la dirección del comandante Enrique Jiménez Moya.
Manuel Aurelio “Manolo” Tavárez Justo era el presidente de la Agrupación Política 14 de Junio abreviado (1J4).
El 14 de junio de 1959, se tenía prevista la expedición por Constanza, Maimón y Estero Hondo, que iniciaba el proceso revolucionario que derrocaría al régimen de Trujillo.
Para esta fecha no se pudo realizar lo planificado, sino que solamente se pudo aterrizar en Constanza y de la manera más inapropiada.
En esa fecha llega a Constanza el primer grupo de guerrilleros a las 6:20PM, en un avión pintado con las siglas de la fuerza aérea de Trujillo. El aterrizaje se produjo en el aeropuerto militar de Constanza.
Este contingente estuvo comandado por Enrique Jiménez Moya y el cubano Delio Gómez Ochoa. En el avión, piloteado por el venezolano Julio César Rodríguez y el expedicionario dominicano Juan de Dios Ventura Simó, ex capitán de la Fuerza Aérea Dominicana, vinieron 56 combatientes. El aparato emprendió vuelo después de dejar en tierra a los expedicionarios.
Al pisar tierra dominicana, Jiménez Moya y sus acompañantes intercambiaron disparos con militares que se acercaron al aparato para indagar sobre el aterrizaje.
Al dejar precipitadamente el avión, dejaron sus equipos y armas, luego se dividieron en dos grupos, uno de 33 hombres que marcharon hacía El Río y Tireo, y otros, 20, que fueron a Los Botados.El aterrizaje debió realizarse inicialmente en San Juan de la Maguana, pero las condiciones atmosféricas imperantes en ese momento en la República Dominicana, obligaron a los expedicionarios a dirigirse hacia Constanza. Luego se internaron en las montañas.El arribo del avión se había coordinado con la llegada simultánea de lanchas que conducían a los demás expedicionarios, pero se presentaron inconvenientes que retardaron el desembarco marítimo.
El 17 de junio fue detenido Rafael Tomás Perelló, declarando a Ranfis sobre los desembarcos y sobre Ventura Simó. El día 19 de junio de 1959, habían sido capturados y eliminados 20 guerrilleros; el 20 de junio eran 42 los muertos y dos los presos. El piloto Ventura Simó fue torturado y asesinado.
El 20 de junio desembarcaron por Maimón y Estero Hondo de dos lanchas: a) la “Carmen Elsa”, capitaneada por los griegos Bellelis y Theodokakis, que trajo 121 combatientes, y La “Tinina”, capitaneada por Francisco Martín Fernández, que trasladó 48 expedicionarios, escoltadas ambas naves por la fragata cubana Máximo Gómez de Cuba.
Los 121 hombres del yate “Carmen Elsa” desembarcaron por Maimón, y estaban comandados por los doctores José Horacio Rodríguez Vásquez y Virgilio Mainardi Reyna; los del yate “Titina” eran 48 expedicionarios comandados por Rafael Campos Navarro y Víctor Manuel Mainardi Reyna (a) Silín, quienes desembarcaron por Estero Hondo.
La mayoría de los expedicionarios capturados por el régimen de Trujillo fueron torturados en las cárceles del gobierno, especialmente en «La 40» y en «El 9». Sobrevivieron a la gesta de junio los dominicanos Poncio Pou Saleta, Mayobanex Vargas, Francisco Medardo Germán y los cubanos Delio Gómez Ochoa y el jovencito Pablito Mirabal.
La expedición del 14 de junio de 1959 _ Marcó el principio del fin de Trujillo.
LA RAZA INMORTAL EN DETALLE Por Héctor Tineo
El domingo 14 de junio de 1959, cuando la tarde caía, aterrizó en Constanza el avión Curtis C-46, pintado con las insignias de la Aviación Militar Dominicana. Transportó el primer grupo de 54 expedicionarios que tenían el propósito de llevar a cabo una lucha armada para acabar con la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, para formar un Gobierno democrático.
Entre los que llegaron se encontraba el adolescente Pablo Mirabal, quien logró entrar al avión sin que lo vieran antes del despegue. El muchacho había sido abandonado por su madre y Delio Gómez Ochoa lo acogió como su hijastro.
A los expedicionarios se unirían otros grupos de guerrilleros que desembarcaron el día 20 de junio de 1959, por Maimón y Estero Hondo, en la provincia Puerto Plata.
El avión capitaneado por el piloto venezolano Julio César Rodríguez, había salido de la provincia de Holguín, Cuba. La instrucción de la ruta la daba el piloto dominicano Juan de Dios Ventura Simón.
Los expedicionarios recibieron entrenamientos militares en el campamento de «Mil Cumbres», situado en un valle de la Sierra de los Órganos?, en la parte occidental de Cuba. Recibieron apoyo del naciente Gobierno de la Revolución que encabezaba Fidel Castro.
Entre los expedicionarios había un grupo que se había unido a la lucha al viajar de Venezuela a Cuba: seis venezolanos, dos españoles y 27 dominicanos.
El periodista Juan Delancer, en su libro «Desembarco de la Gloria», cuya primera edición publicó en 1980, incluye la versión de que El propio Fidel Castro encomendó la coordinación de la base guerrillera al comandante Camilo Cienfuegos, cuyo entusiasmo, dedicación y solidaridad con el proyecto expedicionario era comparable a la de los organizadores.
Al descubrirlos los militares que prestaban servicios en Constanza, abrieron fuego contra el avión y los expedicionarios repelieron el ataque y se internaron en las montañas de Constanza.
El avión piloteado por el venezolano Julio César Rodríguez, logró despegar desafiando las ráfagas de los militares y retornar a Santiago de Cuba.
Comandantes Jiménez Moya y Gómez Ochoa
Se dividieron en dos frentes, uno comandado por el líder de la expedición de junio de 1959, Enrique Jiménez Moya y otro por el cubano Delio Gómez Ochoa, un veterano de la guerrilla de Sierra Maestra que comandó Fidel Castro.
Uno de los sobrevivientes de la gesta del 14 de junio de 1959, Poncio Pou Saleta, en su libro En Busca de la Libertad, editado por Impresora Lozano, de Santo Domingo, en julio de 1998, dice que al tocar tierra de Constanza, la primera operación consistió en abrir fuego contra los soldados que se encontraban en guardia en la pequeña pista de aterrizaje, lo que permitió al grupo adentrarse en las espesas montañas, en la misma medida en que se constituía la primera victoria frente al Ejército Nacional.
Poncio Pou Saleta precisa que tan pronto descendieron del avión se desplazaron en formación de despliegue para internarse y tomar la montaña en diferentes direcciones, pero anota que no tuvieron en cuenta que con esa táctica, y por la misma irregularidad topográfica del terreno, se distanciarían significativamente unos de otros.
Poncio Pou relata su primer percance la misma noche del 14 de junio, cuando cayó en la poza de un canal de riego, lo que duplicó el peso de su mochila. Recuerda que fue ayudado a salir del agua por un compañero que se sentía disgustado porque el fusil Fal no le funcionaba adecuadamente y lo usó para que él se agarrara y pudiera salir del agua.
Precisó que así fue como quedaron divididos en dos grupos que jamás hicieron contactos entre sí. Un grupo de 20 guerrilleros lo comandaba Delio Gómez Ochoa y otro de 34, comandado por Enrique Jiménez Moya.
Pou Saleta precisa que del grupo de Enrique Jiménez Moya, nunca se supo con certeza si sufrió otras divisiones, pero piensa que sí por los relatos de campesinos que se encontraron con guerrilleros en lugares distintos.
En opinión de Poncio Pou Saleta, la división fue un factor determinante en la derrota militar de los expedicionarios, y se debió a que durante el entrenamiento no se tomaron en cuenta una serie de factores, tales como el conocimiento del área y un método planificado de avanzar hacia las montañas, que garantizara la cercanía necesaria entre cada uno de los guerrilleros.
Ramfis Trujillo dirigió fusilamientos en San Isidro
De los 193 expedicionarios de junio de 1959, es decir, los que llegaron por Constanza, el día 14 de junio de 1959 y los que desembarcaron por Maimón y Estero Hondo, el 20 de junio de 1959, sobrevivieron los dominicanos Pou Saleta, Mayovanex Vargas, Gonzalo Almonte Pacheco y Francisco Medardo Germán, así como los cubanos Delio Gómez Ochoa y Pablito Mirabal, quienes salieron del país en 1961.
Sólo están vivos Vargas y el cubano Gómez Ochoa, quien reside en el país con nacionalidad dominicana concedida por sus servicios contra la dictadura de Trujillo.
Pablito Mirabal llegó a teniente del Ejército Cubano y murió al ser alcanzado por una descarga eléctrica en el año 1969.
Pablito Mirabal llegó a teniente del Ejército Cubano y murió al ser alcanzado por una descarga eléctrica en el año 1969 y Delio Gómez Ochoa se encuentra hoy en el país.
En 1997, el Gobierno del Presidente Leonel Fernández le concedió Gómez Ochoa la ciudadanía privilegiada por su contribución a la lucha antitrujillista en favor de las libertades del pueblo dominicano.
Gonzalo Almonte Pacheco, fue desaparecido en la ciudad de Santo Domingo, por agentes de la dictadura de Trujillo.
Del resto, unos cayeron en los frentes de batalla y en el Océano Atlántico cuando fueron ametrallados antes de tocar tierra, y la mayoría fusilados en la Base Aérea de San Isidro, por una disposición del jefe del Estado Mayor Conjunto, Rafael Leónitas (Ramfis) Trujillo Martínez.
Virgilio Alvarez Pina, en su obra La Era de Trujillo Narraciones de Don Cucho, afirma que la desorientación y lo escabroso del terreno, sumado al constante acoso de las fuerzas regulares, impidieron el avance de los expedicionarios. La columna de Jiménez Moya fue la primera en caer, muriendo éste y varios de sus compañeros en combate. El resto, hechos prisioneros incluyendo el capitán Ventura Simó, fue trasladado a la Base Aérea de San Isidro. Los prisioneros obligados a hablar, pronto informaron de la segunda parte de la invasión, que se efectuaría por mar por las costas de la parte noreste.
Ramfis quería cobrar 10 millones de dólares por fusilamientos
Alvarez Pina apunta: alertadas la Aviación Militar y la Marina, las pequeñas embarcaciones repletas de combatientes fueron destruidas, la mayoría de ellos muertos, quedando como prisioneros los que pudieron alcanzar las playas y arrecifes de las ensenadas de Maimón y Estero Hondo. Considera que los sobrevivientes representaron la prueba viviente de una aparente victoria militar, que se convertiría, meses después, en la mayor derrota del Gobierno de Trujillo.
Ramfis Trujillo, Jefe del Estado Mayor Conjunto, dirigió los fusilamientos desde sus cuarteles de San Isidro y luego intentó cobrar al régimen 10 millones de dólares por su trabajo, pero el dictador rechazó la solicitud.
Alvarez Pina dice que la actitud de Ramfis provocó grandes conflictos entre padre e hijo, y arrastró a varios miembros del gabinete y a otros familiares y relacionados con el vástago mayor del Jefe.
La gesta de junio de 1959, constituyó para los dominicanos un despertar. La derrota militar señalaría la vía para la lucha que no se detendría hasta terminar con la dictadura de Trujillo.
Entre los primeros objetivos de los expedicionarios figuran: Derrocar por todos los medios a su alcance el régimen de opresión iniciado por Trujillo en 1930.
Establecer un gobierno provisional democrático revolucionario que en un período de dos años ponga en marcha el programa de la Revolución y cree las condiciones para que el pueblo dominicano pueda ejercer libremente sus derechos políticos y sociales. Y derogar toda la legislación antidemocrática de la tiranía.
GESTA PATRIÓTICA DE LA RAZA INMORTAL
Fuentes El Día
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