En el Mes de la Patria
Un reconocimiento al trabajo, dedicación, sacrifico y liderazgo | A las mujeres de la independencia de la Republica Dominicana
Dominicana fuerte y valiente
tus hijos cantan de corazón
abre tus alas, surca los cielos
llena de gloria, paz y honor.
La mujer dominicana tiene características, valores y principios únicos y que nos enorgullecen, pues a lo largo de toda nuestra historia ha mantenido un rol preponderante, de soporte, guía, líder y ejemplo de trabajo duro y eficaz desempeño en cualquier campo que se le requiera. Esta realidad se manifiesta desde que tenemos conocimiento de nuestra valiosa cultura indígena, desde el inicio de nuestra historia como Nación. Surgiendo luego de una frustrante colonización. Ellas también alzaron su voz y su valentía se hicieron presente en aquellos difíciles y escabrosos momentos de la historia de la Española. y luego a la hora de luchar por nuestra independencia como Nación Dominicana.
ANACAONA
Independencia, emancipación «construcción» de Anacaona, la ultima princesa del Caribe cacica taína muerta en 1503.
ANACAONA… su nombre significaba la Flor de Oro
Nació en la Isla La Española.
En la lengua de los taínos su nombre significaba Flor de Oro. Era hermana del cacique Bohechío y fue la esposa del cacique Caonabo, con quien tuvo a Higüemota.
Se distinguió por su belleza, inteligencia y talento para las poesías, memorizándolas para recitarlas en los areíto ante los otros aborígenes.
Cuando su hermano Bohechío murió, Anacaona gobernó el Cacicazgo de Jaragua en su lugar.
A la llegada a la isla de la expedición de Cristóbal Colón, en diciembre de 1492, Anacaona se distinguió por su curiosidad y gran admiración por los españoles, porque veía en aquellos hombres conocimientos diferentes a los de su comunidad. Pero los abusos que cometieron algunos de quienes quedaron en el Fuerte Navidad contra las mujeres hicieron que dejara de admirarles y les viera como una amenaza a combatir. Convenció entonces a Caonabo para que les exterminase. A su regreso, el 28 de noviembre de 1493, Colón encontró el fuerte destruido y sus 39 moradores asesinados.
Años después, el gobernador de la isla Nicolás de Ovando recibió la noticia de que Anacaona estaba tramando un plan contra los españoles. Entonces Ovando mandó decir a Anacaona que iba hacia Jaragua para una visita amistosa.
El gobernador llegó con más de trescientos cincuenta hombres y fue recibido con fiestas y bailes en un caney. Cuando todos estaban reunidos en la fiesta, los españoles prendieron fuego al caney.
En el momento del ataque algunos aborígenes lograron sacar a Anacaona del lugar. Entre los sobrevivientes que escaparon estaban su hija Higüemota; su sobrino Guarocuya, quien fue entregado a Fray Bartolomé de las Casas, quien lo cristianizó con el nombre de Enriquillo; Mencía, nieta de Anacaona y el líder tribal Hatuey, quien posteriormente escapó a Cuba y allí organizó la resistencia, pero fue capturado en batalla y muerto por orden de Diego Velázquez de Cuéllar.
Ovando ordenó una intensa búsqueda hasta lograr capturar a Anacaona, condenándola públicamente a la horca en 1503.
Anacaona es una de las pocas mujeres indígenas mencionadas por su nombre en los escritos de los primeros años —es decir, el siglo XV— de la conquista de Indias. Vivía en la isla que los españoles llamaron Hispaniola (que hoy comprende la República Dominicana y Haití), dominio mayoritario de la tribu taína. La isla comprendió cinco cacicazgos donde Anacaona fue esposa de Canoabo, cacique de la región de Maguana que fue capturado por un engaño y, prisionero de Colón, murió en marzo de 1496 durante la travesía hacia España. Viuda, Anacaona fue a vivir en el dominio de Jaragua, situado al oeste y el más extenso y populoso de los cacicazgos, con su hermano Behechío, cacique de ese dominio. A la muerte de este en torno a los 1500, ella llega a ser cacica de Jaragua y de Maguana, territorios que en conjunto ocuparon la mayor extensión del oeste de la isla. Durante esta época su hija Higuenamota se enamora de un soldado español llamado Hernando de Guevara, amores que según los cronistas no se cumplen al sufrir Guevara la rivalidad de Francisco Roldán, uno de sus capitanes que hasta lo lleva preso, y al ser liberado por el comendador Bobadilla, Guevara pasa el tiempo sublevándose contra las autoridades, aparentemente sin ya ocuparse de Higuenamota.
1- Josefa Antonia Pérez de la Paz
Madre de Juan Isidro Pérez, uno de los nueve Trinitarios, doña Chepita fue la primera “Comunicada” de La Trinitaria, organización política que se fundó en su casa de la calle Arzobispo Nouel un 16 de julio de 1838. Al convocar a la primera reunión de la Sociedad Secreta “La Trinitaria”, los conspirados pidieron a doña Chepita, quien vivía frente a la Iglesia del Carmen, prestar su casa para celebrar el encuentro.
2- Juana Saltitopa «La Coronela»
Juana de la Merced Trinidad: mejor conocida como Juana Saltitopa, a quien se le reconoce por tener una destacada participación en la Batalla del 30 de Marzo o Batalla de Santiago, en 1844, hazaña que revalidó la Independencia Nacional.
“La Coronela”, como también le apodaban, arriesgó su vida en varias ocasiones cuando salía a buscar agua para las tropas dominicanas y para enfriar los cañones, así como a atender a los heridos. Fue asesinada en 1860, en combate camino a Santiago, lugar de
Testimonia Brígida Minaya (Mamá Billa): … Debo decirte también, que en Santiago ella peleó mucho contra los haitianos; en esas peleas Juana echaba para adelante a los hombres que se acobardaban; atendía a los heridos, le pasaba agua a los combatientes para que calmaran su sed y refrescar los cañones, le llevaba pólvora en su delantal o en su pañuelo a los artilleros y les cantaba coplas a los soldados para que siempre estuvieran contentos y valerosos.
3- Concepción Bona
Confeccionó la primera bandera dominicana, la misma que ondeó airosa en el asta del Baluarte la noche del 27 de febrero.
Concepción Bona y Hernández. Fue una de las patriotas dominicanas que contribuyó a la confección de nuestra bandera nacional. Dos años antes del nacimiento de Bona y Hernández se había producido la ocupación haitiana, por lo que nuestra heroína creció bajo la mácula de la intervención extranjera.
Niñez y juventud
Nació en Santo Domingo el día 6 de diciembre de 1824. Desde joven dio muestras de amor a la patria y se mantuvo en todo momento al tanto de todos los acontecimientos independentistas.
Concepción Bona era hija de Ignacio Bona Pérez uno de los firmantes del Manifiesto del 16 de enero de 1844, y Juana de Dios Hernández, quien era prima hermana de Josefa Brea Hernández, esposa del patricio Ramón Matias Mella. Era también sobrina del prócer Juan Pina, padre de Pedro Alejandrino Pina, uno de los próceres de la Independencia Nacional y co-fundador de la Sociedad Secreta La Trinitaria.
Sus primeros años y su juventud los pasó en una casa situada en la calle Palo Hincado casi a esquina El Conde (antes 27 de Febrero), calle que figura en la historia de Santo Domingo como el lugar donde se incubó la mayor parte de los movimientos independentistas.
Primeros actos de rebeldía
Con apenas 19 años en 1844 era una ferviente admiradora de Los Trinitarios y decidida duartista. Vivía frente al Baluarte del Conde junto con su prima María de Jesús Pina y junto a ésta había preparado la bandera siguiendo los lineamientos trazados por Duarte. La noche del 27 de Febrero, en el momento sublime de la proclamación de nuestra independencia cruzó hasta el Baluarte, acompañó a los patriotas y pudo presenciar con orgullo, cómo flotaba al viento de la libertad el paño simbólico de la república naciente.
Su padre, temeroso de los riesgos y peligros que su hija corría, fue a buscarla; y al negarse ésta a abandonar a sus compañeros, se la llevó amarrada, dejándola así durante varios días en su hogar.
Lucha libertaria
Toda su vida, esta heroína dominicana la puso al servicio de los ideales redentoristas de Juan Pablo Duarte, y su aliento, más de una vez, sirvió para levantar el ánimo abatido de un joven dominicano. Confeccionó la primera bandera dominicana, la misma que ondeó airosa en el asta del Baluarte la noche del 27 de febrero.
Su integración a la lucha libertaria, su fervor patriótico, su indoblegable nacionalismo y su firme convencimiento de que los emblemas patrios eran importante para identificar el país, motivaron a Concepción Bona para que labrara con “fina tela y patriótico entusiasmo y nerviosidad femenina” la enseña nacional que enarbolaron los principales dirigentes de la independencia nacional la noche del 27 de febrero de 1844.
Fue ella, precisamente, quien le entregó a Sánchez la bandera que éste enarbolaría en el altar de la patria el 27 de febrero de 1844.
Las reseñas de la época cuentan que en tan envidiable tarea Concepción Bona fue acompañada esa noche por su prima hermana, la señorita María de Jesús Pina.
Concepción Bona y Hernández contrajo matrimonio con Marcos Gómez y Carvajal. El matrimonio procreó cinco hijos: Marcos Antonio, Manuel de Jesús, José María, Elvira y Rafael María.
Muerte
Falleció el 2 de julio del año 1901 en Santo Domingo.
4- Petronila Abreu y Delgado
Consignando en breve nota necrológica que «fue una de aquellas mujeres de espíritu fuerte que la noche del memorable 27 de Febrero contribuyeron a la magna obra de la proclamación de nuestra Independencia».
Ciertamente, «del almacén de su hermano político, el prócer Juan Ravelo –agrega el extinguido diario–, ella sacó pólvora y municiones en compañía de su hermana doña Altagracia, y las llevó a su casa, donde las tomaron los patriotas que en el Baluarte del Conde daban después el grito de ¡Independencia o Muerte!
5- María de Jesús Pina
Hermana del prócer restaurador José A. Pina, ella fue ayudante de Concepción Bona en la confección de la bandera. 6- Micaela de Rivera
Según informe firmado por los diputados José María Beras (1857-1916) y Julián Zorrilla (1849-1918), en el cual no solamente se ratifica Junto a su hija fabricaron cartuchos para los soldados que iban a bajar a defender el patrio suelo, sino que también sacrificaron sus prendas y sus haberes para la compra de los primeros buques que debían formar la flotilla nacional, encargada de la defensa de nuestras costas en 1844.
Biografía| María de Jesús Pina nació el 25 de diciembre de 1825, siendo bautizada un mes después en la Santa Iglesia Catedral.
El distinguido historiador Dr. Alcides García Lluberes, consignó que doña Concepción Bona tuvo por cooperadora en la confección de la primera bandera nacional, o sea la que fue izada por Francisco del Rosario Sánchez en el Baluarte la noche del 27 de febrero de 1844, a la señorita María de Jesús Pina, prima y vecina suya, pues como se sabe ambas señoritas pertenecían a honorables familias “ardientemente adscritas al servicio de la causa revolucionaria” dominicana.
Ciertamente, el padre de la señorita Pina, don Juan Pina, fue de los patriotas adictos a Duarte en los días esplendorosos de julio y febrero. Su nombre figura entre los firmantes del Manifiesto del 16 de enero de 1844 y fue de los de la columna de la noche gloriosísima del 27 de febrero. Era, además, padre del trinitario fundador Pedro Alejandrina Pina, una de las figuras más puras del sacro colegio duartista.
La señorita Piña, consagró sus energías a la enseñanza, en una escuela de primeras letras fundada por su hermano, en su propio hogar. Su colaboración en la confección de la bandera duartista, le da derecho a figurar entre las mujeres de la Independencia.
Murió en 10 de Enero del año 1858.
7- Ana Valverde
Respecto a la participación de doña Ana Valverde en favor de la Independencia, nos place reproducir el siguiente testimonio del distinguido literato y febrerista don Félix María Delmonte: «Ana Valverde, a cuya patriótica excitación las matronas y vírgenes de esta ciudad presentaron sus recursos pecuniarios para reparar en lo posible parte de los muros que la guarnecen, y reforzar y levantar algunos de sus baluartes para proteger contra las irrupciones de occidente.
8- María Baltasara de los Reyes
Es la madre del ilustre prócer Juan Alejandro Acosta, cuyos servicios a la causa separatista como marino le valieron el grado de general de marina, como se le llama en algunos despachos militares. En su casa se ocultó Duarte cuando era sañudamente perseguido por los haitianos en julio de 1843.
9- Filomena Gómez de Cova
A doña Filomena Gómez de Cova corresponde la gloria de haber importado de Caracas la blanca flor que sirvió de símbolo duartista en el pecho y en la cabellera de la mujer dominicana y en el ojal y sobre el corazón de los próceres en los días gloriosos de La Trinitaria. Cuando el coronel Machado gritó, en el vértigo de la reacción anti-duartista, ¡Abajo los filorios!, a este grito respondieron «los trinitarios como jamás se ha respondido en una infamia: desde ese día las jóvenes duartistas llevan en sus cabellos una blanca flor: ¡la filoria!». (Emilio Rodríguez Demorizi. Juan Isidro Pérez, el Ilustre Loco, C. T., 1944, p. 85).
10- María Trinidad Sánchez
José María Serra (1819-1888), trinitario y febrerista de los de la primera hora, da testimonio de que María Trinidad Sánchez «en sus propias faldas conducía pólvora» para los patriotas de la noche épica.
María de las Angustias Villa: bordó la primera bandera que ondeó en el Cibao.
Petronila Gaú: destacada guerrera en la batalla de Sabana Larga.
Hermanas Duarte: fabricaron balas con el plomo que para forro de los buques había en el almacén de su padre.
María Josefa Brea Hernández
Esposa de Mella, y Concepción Bona, quien confeccionó la primera bandera, resultaban primas segundas, lo que podría llevar a pensar que su introducción al movimiento pudo producirse por vía femenina.
María del Carmen Luna Bernal
esposa de José María Serra, era hija de María Isabel Bernal y Gabriel de Luna, febrerista. Fernando Serra, presente en el baluarte del Conde, miembro de la sociedad La Filantrópica y comunicado de La Trinitaria fue esposo a partir de 1848 de Mariana (o Ana María) de la Concha, hermana de los próceres Jacinto, Tomás y Wenceslao de la Concha.
Micaela de Rivera y Froilana Febles:
esposas de Pedro y Ramón Santana, sacrificaron sus joyas y patrimonios matrimoniales para adquirir los primeros barcos de la Marina de Guerra y fabricaron balas para armas.
Mujeres de Febrero.
La mujeres son ejemplos a seguir siempre. Pueden con muchas cosas y hacerlas parecer sencillas al mismo tiempo, tienen la capacidad de hacernos sentir mejor cuando estamos decaídos y de levantarnos solo con seguir su ejemplo. Incluso, cuando han tenido dificultades a lo largo de la historia y con las restricciones culturales que aún siguen hoy latentes en ciertas partes del mundo.
Libro de Mujeres de la independencia. Vetilio Alfau Durán
Pedro Luciano Vergés Vidal– ECURE– unibeenlinea– ESTARLIN RD– Enciclopedia de Tareas –
Centro Educativo Divina Pastora– Estilo Next– Centro Proveda– Julio Fortuna