Opinión
Por Orlando Jorge Mera
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Democracia, integridad, honestidad, socialdemocracia, primero la gente, escuela de cuadros y formación política son parte de las enseñanzas que, a lo largo de mi vida, he recibido de Milagros Ortiz Bosch e Yvelisse Prats Ramírez de Pérez. Recientemente, ambas fueron objeto de reconocimientos y homenajes, en actos separados, por Participación Ciudadana y el Instituto Tecnológico de Santo Domingo.
Para mí es un honor compartir la militancia partidaria con estas dos iluminarias de la política dominicana.
Milagros es la primera política en recibir el reconocimiento a la Integridad y a la Lucha contra la Corrupción que entrega Participación Ciudadana cada año. Recuerdo que siendo Vicepresidenta y ministra de Educación, fue la primera en dar el paso por la transparencia de los gastos y cuentas corrientes de Educación, en el primer ejercicio de transparencia gubernamental en el 2000.
Luego le seguimos otros, pero sin dudas que este primer paso fue crucial para romper los moldes en lo atinente al ejercicio oficial público.
Milagros e Yvelisse honran la nación con su trayectoria ejemplar
Yvelisse es maestra ejemplar, no solo en el ámbito de educación, sino también de la política. El reconocimiento que le hizo recientemente el INTEC es una confirmación de su extraordinaria carrera como educadora y política. Debo recordar que ella fue la primera mujer que ostentó la presidencia de un partido político de trascendencia en la vida pública, como fue entre 1979 y 1981. De igual manera, ha sido de las pocas personas que, luego de haber sido presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores, fue designada ministra de Educación en el gobierno de mi padre, Salvador Jorge Blanco, en 1982-1986. Su amor por Hostos quedó confirmado con los traslados del maestro al Panteón Nacional en 1985.
Como bien expresa Hannah Arendt, “la política es una necesidad ineludible para la vida humana, tanto individual como social. Misión y fin de la política es asegurar la vida en el sentido más amplio” (¿“Qué es la política?”, p.67). Tanto Milagros como Yvelisse son políticas, en el mejor sentido de la palabra.
Son constructoras de la democracia. Milagros lo hace todos los días desde “Milagros en la Z”. E Yvelisse lo hace como la Directora de Formación del Instituto José Francisco Peña Gómez. Son dos ejemplos que han seguido, con sus trayectorias, a Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez, que nos hacen sentir a todos los que les hemos conocido y tratado, orgullosos. Enhorabuena.