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La cuarta revolución industrial obliga a los egresados universitarios a tener competencias en materia de creatividad, innovación y tecnología para satisfacer la demanda del sector privado. Estas habilidades digitales aliadas a la investigación son ejes estratégicos para el desarrollo social y económico de un país.

Para el vicerrector académico del Instituto Técnico Superior Comunitario (ITSC), Carlos Mendieta, el mercado laboral dominicano está inclinándose hacia la cuarta revolución industrial, por lo que tienen como eje fomentar la creatividad, innovación y el uso de tecnología para satisfacer la demanda del sector privado.

“Uno de nuestros objetivos es convertir al estudiante en un egresado competitivo. Esta acción conlleva apoyar nuevos emprendimientos, formar un capital humano con habilidades tecnológicas y hacerlos partícipes de la cultura innovadora que generen un valor agregado a la economía”, explicó. Y no es para menos, el 63.5% de los dominicanos asegura tener una vena emprendedora con la intención de crear negocios propios que aumenten sus ingresos, establece el informe “Estrategia nacional de emprendimiento en República Dominicana”.

El estudio, publicado por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), detalla que el 53.4% de los futuros emprendedores tiene la intención de ser independiente financieramente. Al desglosar los datos, el 75.4% y el 67.3% de los habitantes de la región Este y zona Metropolitana, respectivamente, tienen esta prioridad. A este les siguen el Norte (58.6%) y Suroeste (52.3%).

Innovación

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco) lo tiene claro: invertir en ciencia, tecnología e innovación es fundamental para el desarrollo socioeconómico de una nación.

Ante este panorama, el vicerrector del ITSC sugiere al Estado crear un fondo para la innovación. “Nosotros esperamos que el Gobierno dominicano disponga de un fondo económico para que nuestros estudiantes accedan a desarrollar sus proyectos de investigación e innovación”, expresó.

De acuerdo con Mendieta, la investigación permitirá que República Dominicana “entre” en competencia con otras naciones que se dedican a producir artículos novedosos y crear soluciones mediante la tecnología.

América Latina destinó US$37,382 millones en investigación y desarrollo (ID) en 2016. De este monto, Brasil totalizó el 60.7%, es decir, US$22,693 millones, seguido de México con el 13.5%, (US$5,031.7 millones); Argentina con 9.3%, (US$3,480.3 millones); y Venezuela con el 8.1%; (US$3,044.9 millones), de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Chile invirtió US$959.9 millones, US$509.9 millones más que Ecuador, que reporta una inversión de US$450 millones, mientras que Costa Rica y Uruguay destinaron US$246.4 millones y US$215.2 millones, respectivamente, para la ID. En menor cantidad, Paraguay con US$42.1 millones; Honduras, US$3.1 millones; y Guatemala, US$15.2 millones.

Para el vicerrector, “las carreras tradicionales están perdiendo competitividad por la demanda y la baja salarial”. Entiende que las autoridades gubernamentales, las universidades y el sector privado deben vincularse para trabajar orientados a la cuarta revolución industrial.

“La academia está diseñada para que tenga una alianza estratégica con los sectores productivos y el Estado también intervenga en el proceso formativo de la educación superior”, expresa. Estas acciones deben robustecer mediante el aumento del 2% o 3% del producto interno bruto (PIB) local a las STEM.

El Foro Económico Mundial (WEF) indica que la robótica y la inteligencia artificial desplazarán 75 millones de puestos laborales tradicionales, sin embargo, se prevé la creación de 133 millones de nuevos empleos derivados de las carreras STEM.

Las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas son carreras claves para empoderar económicamente a la juventud de República Dominicana y el ITSC está consciente de ello. De acuerdo con los entrevistados, las empresas locales buscan eficientizar sus operaciones y la inserción del capital humano tecnificado en materia de innovación.

“Las carreras orientadas a tecnologías, automotriz y electricidad, por ejemplo, posibilitan prototipos de nuevas carreras a un bajo costo”, considera el profesor de ingeniería automotriz, Eugenio Martínez. Mientras, su homólogo Juan Antonio Miranda señala que estos procesos impulsarán nuevos puestos de trabajo, los cuales serán mejor pagados.

Los académicos exhortan a las autoridades, tanto gubernamentales como educativas, a impulsar y desarrollar destrezas que son requeridas en el mundo digital.

Mercado

El ítem nueve de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) indica que es fundamental crear industrias que hagan frente a la creciente demanda de los servicios y garanticen más puestos de trabajo. Asimismo, las investigaciones son clave para encontrar soluciones permanentes a los desafíos económicos, sociales y medioambientales.

Con este pensamiento surgió el proyecto “patente para portones de marquesina” que utiliza una batería de litio, consume 25 watts de energía y permite 50 ciclos de uso.

El proyecto duró tres años en etapa de ejecución y para marzo del 2023 se encuentra en el mercado por un precio de RD$29,000. Uno de sus creadores, David Rosario, comenta que 25 unidades están instaladas en las casas del Distrito Nacional.

“En el mercado local se venden 10,000 motores cada mes. Nuestra meta es aportar el 20% del nicho de estas ventas en un futuro a mediano plazo”, considera. Para desarrollar este producto contó con un financiamiento de RD$2 millones del Consejo Nacional de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Promipyme).

Eldinero/Karla Alcántara

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