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HISTORIA DOMINICANA

Ajusticiamiento de Trujillo inició el derrumbamiento de la tiranía en RD, iniciando el camino de la libertad, el respeto y la democracia

HEROES DE LA LIBERTAD DEL 30 DE MAYO

Santo Domingo.-

 Un día como hoy, pero de 1961, con el ajusticiamiento del tirano Rafael Leonidas Trujillo, en el país se puso fin a la era más oscura y tortuosa de la historia dominicana, fecha bautizada como el Día de la Libertad.

LOS HEROES DE LA LIBERTAD

LOS HÉROES DEL 30 DE MAYO

Conformaban el grupo el propio Antonio de la Maza, Antonio Imbert, Amado García Guerrero, Salvador Estrella, Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño y Roberto Pastoriza, congregados de forma repentina después de que otro de los conspiradores, Miguel Ángel Báez, confirmara que Trujillo se les pondría a tiro esa noche.

Sesenta impactos recibió el Chevrolet azul de Trujillo, siete el cuerpo del dictador.

Hoy se cumplen 61 años del fin de la Era Trujillo

Un grupo de hombres armados de valor y con una única motivación, la búsqueda de la libertad, arriesgaron sus vidas para liberar al pueblo dominicano de la más cruel y sanguinaria dictadura que ha tenido el país, que se llevó entre sus garras a más de 50 mil personas, y que se mantuvo a base de terror y represión por 31 años.

La acción estuvo a cargo de grupos político-militares que tenían la responsabilidad, primero, de ajusticiar al tirano y luego de proceder a una segunda fase, consistente en apresar a la familia Trujillo y a sus sucesores con miras a generar un cambio en la cúpula política y militar del régimen.

Dentro de los grupos que conformaban el complot y ajusticiaron al tirano estuvieron Antonio de la Maza, Antonio Imbert Barrera, Salvador Estrella Sadhalá, Amado García Guerrero, Pedro Livio Cedeño, Huáscar Tejeda Pimentel y Roberto Pastoriza Neret.

La ejecución del dictador tuvo lugar en la avenida George Washington, momentos en que este se dirigía a su natal ciudad de San Cristóbal.

Día de la Libertad

Aunque la conspiración estaba debidamente planificada, las cosas no se dieron de acuerdo a la estrategia pautada, el ajusticiamiento tuvo que adelantarse, sin embargo, cumplió su objetivo, terminó con la Era de Trujillo, como se le conoce a este período de la historia dominicana.

Y es que, cuando Antonio de la Maza recibió la información que la noche del martes 30 de mayo Trujillo iría a su casa en San Cristóbal, no dudó ni un instante, supo que había llegado el día. En ese momento podía “olerse” en el aire la tan esperada libertad, por lo que de inmediato contactó a Salvador Estrella Sadhalá, Antonio Imbert Barreras, Huáscar Tejeda, Amado García Guerrero, Roberto Pastoriza y Pedro Livio Cedeño.

Auto en el que fue ejecutado el tirano el 30 de mayo de 1961.

Ese día, a las 9:45 de la noche, los conspiradores, divididos en tres vehículos, emboscaron el Chevrolet azul en el que viajaba el dictador por la avenida George Washington.

Los primeros en disparar fueron De la Maza y García Guerrero. El tiroteo fue intenso, la lluvia de balas obligó a que los ajusticiadores, Trujillo y su chofer salieran de los vehículos y que el enfrentamiento se produjera en medio del paseo central de la avenida.

Más de 60 balas de diversos calibres impactaron en el carro, siete de ellas dieron en el blanco, el cuerpo del dictador.

Sin embargo, dos disparos fueron los mortales, el primero de ellos, el que salió de la escopeta de Imbert impactando en el pecho del tirano, esta descarga se produjo a tan pocos metros que hizo que Trujillo cayera y quedara tendido boca arriba en el piso.

Los conspiradores tenían que asegurarse de la culminación de esta época, y entonces, fue cuando De la Maza se aproximó cautelosamente al cuerpo del dictador y le dio la estocada final, un tiro en la barbilla.

No obstante, aunque lograron la tan anhelada libertad, los precursores no pudieron disfrutarla, pues en la escena donde se produjo el ajusticiamiento dejaron varias pistas, además de que un testigo del hecho vivió, el chofer de Trujillo, Zacarías de la Cruz, la unión de todos estos factores dio con la captura y acribillamiento de los libertadores del pueblo dominicano.

El 2 de junio de 1961 agentes del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) irrumpieron en la casa del teniente Amado García Guerrero donde lo asesinaron de varios disparos de ametralladoras. El 4 de junio de ese mismo año fueron asesinados otros dos implicados, Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza. El 10 de junio fue apresado y torturado el general José René Román Fernández “Pupo”, quien fungía como secretario de las Fuerzas Armadas de la dictadura, ya que se descubrió que éste estaba vinculado al asesinato.

El 18 de noviembre fueron capturados Roberto Rafael Pastoriza Neret, Pedro Livio Cedeño Herrera, Luis Salvador Estrella Sadhalá, Modesto Díaz Quezada, Huáscar Antonio Tejeda Pimentel y Luis Manuel Cáceres Michel “Tunti”, éstos fueron llevados a la Hacienda María en San Cristóbal, donde fueron fusilados por órdenes de Ramfis Trujillo, hijo del tirano.

Casi todos los implicados en el complot para acabar con el tirano pagaron con sus vidas su hazaña. Sin embargo, el sacrificio no fue en vano; hoy los dominicanos viven en democracia y con la esperanza de que nunca más vuelva un Trujillo por esta tierra.

Los últimos suspiros de “El Jefe”, el dictador Rafael Trujillo Molina

Era un 30 de mayo de 1961 y a las 5:30 de la tarde de ese martes se comenzó a tejer el manto del hecho histórico que cubriría el cuerpo sin vida de Trujillo

Era su último día y, como muchos señalan era su costumbre, a las 5:00 a.m. ya estaba de pie el “Generalísimo”, Rafael Leónidas Trujillo, para caminar, sin saberlo, hacia el borde de un sendero que no se ve, pero al que todo ser humano llega: la muerte.

Era un 30 de mayo de 1961 y a las 5:30 de la tarde de ese martes se comenzó a tejer el manto del hecho histórico que cubriría el cuerpo sin vida de Trujillo y con el cual se pretendía abrigar a una República Dominicana que por tres décadas sufrió la frialdad de una de las dictaduras más temibles de América Latina.

Entre las 9:00 de la mañana y 5:15 de la tarde, el “Benefactor de la Patria”, como se hacía llamar, desarrolló su última agenda como gobernante que incluyó visitas a la Base Aérea de San Isidro, almuerzo en el Palacio Nacional, su siesta regular y varias reuniones con funcionarios.

Un cambio inesperado

De acuerdo con los testimonios recolectados por Juan Daniel Balcácer en su libro “Trujillo: El Tiranicidio de 1961”, era regular que el dictador saliera los miércoles o jueves hacia su finca en San Cristóbal, por lo que uno de estos dos días eran los que esperaban los “conjurados” para realizar el ajusticiamiento.

Sin embargo, durante el desarrollo de las actividades de ese martes, Trujillo le comunicó a su estrecho colaborador Virgilio Álvarez Pina que en la noche se trasladaría a la Hacienda Fundación, una jugada que no preveía el grupo de acción y que los forzó a acelerar los planes.

“Debido a esa circunstancia fortuita por lo menos tres de los miembros originales del grupo de acción se vieron imposibilitados de participar en el tiranicidio”, subraya Balcácer.

El historiador señala, además, en su obra que el grupo de la avenida estaba conformado por «nueve personas que se distribuirían en tres vehículos».

Tan pronto como pudo, Miguel Ángel Báez Díaz se comunicó vía telefónica con Antonio de la Maza quien a las 5:30 p.m. se dispuso a reunir a los “conjurados” y poner en marcha el temporizador que marcaría la hora final de Trujillo.

Las siguientes dos horas y media transcurren con las diligencias de los ajusticiadores para certificar la veracidad del viaje y conseguir las armas con las que llevarían a cabo el tiranicidio.

Sobre el armamento, un artículo publicado en 2011 por el periódico Hoy específica que el grupo de la avenida estaba equipado con por lo menos una pistola calibre 45, una escopeta Browning recortada calibre 12 y tres carabinas M-1.

Asimismo, el citado medio afirma que en unas declaraciones “inéditas” dadas al Procurador General de la República, en esa época, por Salvador Estrella Sadhalá, Roberto Pastoriza y Huáscar Tejeda, se menciona una pistola calibre 45 de reglamento, un revólver Smith and Wesson calibre 38 y una pistola Luger.

Trayecto sin retorno

Ya a las 8:00 de la noche, mientras el dictador se preparaba para salir a su habitual paseo desde la Estancia Radhamés, no sin antes solicitarle a su chofer Zacarías de la Cruz estar listo para partir a Fundación a su regreso, los conjurados también se alistaban pero para encontrarse con él y desviar su trayecto hacia el camino sin retorno.

En su salida Rafael Leónidas Trujillo visitó a su madre, Julia Molina, quien residía en la Avenida Máximo Gómez con México, donde actualmente está ubicada la Universidad APEC, y desde ahí se desplazó hasta la Avenida George Washington caminando de oeste a este hasta el Obelisco, acompañado por varios colaboradores.

En tanto, a las 8:10 p.m. de la Maza recoge a Pedro Livio Cedeño de la casa de Juan Tomás Díaz a quien fue a visitar para pedirle a Chana de Díaz la pistola de su esposo.

Posteriormente, Cedeño y de la Maza continúan su recorrido en busca de los demás miembros de la misión y Huáscar Tejeda espera por Roberto Pastoriza en su residencia para después dirigirse a la avenida George Washington para reunirse con Salvador Estrella Sadhalá, Antonio Imbert y Amado García Guerrero.

¡A sus posiciones!

A las 8:25 de la noche ya los conjurados estaban en la autopista con armas repartidas y distribuidos en tres vehículos.

De la Maza, Imbert, Estrella Sadhalá y García Guerrero compartían un carro Chevrolet que estaba estacionado enfrente del Coney Island de la Feria y tres kilómetros después se encontraban Tejeda y Cedeño en un auto Oldsmobile, mientras que en un Mercury aguardaba Pastoriza.

Y aunque Trujillo había indicado que tras su paseo partiría a la hacienda, por el contrario, pasadas ya las 9:15, decidió visitar nuevamente la base, “aviación”, y también a su hija Angelita.

Luego de finalizado el extendido paseo, Miguel Ángel Díaz, que acompañaba al “Jefe” en su recorrido, se reunió con su primo Juan Tomás Díaz, y este último en compañía de su hermano Modesto Díaz y Luis Amiama Tío se trasladó a la casa de su hija para establecer el “centro de operaciones” y esperar el desenlace.

Ante las súbitas acciones del “Generalísimo” que dilataban el suceso y aceleraba la impaciencia de los que esperaban desde hace una hora, Báez Díaz se apersonó para calmar la ansiedad de sus compañeros y asegurarles que faltaba poco.

La hora decisiva

Faltando 10 minutos para las 10:00 de la noche, “el chivo” abordó su Chevrolet Bel Air y al pasar por el teatro Agua y Luz, el carro se dejó ver por los primeros cuatro del grupo de acción que fingían una conversación trivial en el malecón.

Pasó el carro frente a ellos y de inmediato de la Maza, Imbert, Estrella Sadhalá y García Guerrero iniciaron la persecución en la que no le tomó mucho alcanzar el vehículo de Trujillo.

Con el disparo de Antonio de la Maza, a las 10:00 P.M., aproximadamente, el enfrentamiento había empezado y el certero proyectil impactó el cuerpo del llamado «Benefactor de la Patria».

Zacarías, el chofer del dictador les respondió a los conjurados y durante unos 10 minutos un tramo de la George Washington se convirtió en el escenario de un hecho histórico forjado bajo una lluvia de balasacompañadas por el estruendo que anunciaba la salida de cada proyectil.

A las 10:10 de la noche, del martes 30 de mayo de 1961, ya el “jefe” estaba muerto.

Ajusticiamiento de Trujillo inició el derrumbamiento de la tiranía en RD

Este lunes se cumple el 61 aniversario del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, quien recibió siete impactos de bala de los 60 proyectiles que le dispararon al momento de transitar en su vehículo marca Chevrolet por el kilómetro 9 de la carretera Santo Domingo-San Cristóbal.

Eran las 9:45 de la noche del 30 de mayo de 1961 cuando Trujillo, en compañía de su chofer Zacarías de la Cruz (quien logró sobrevivir), fue emboscado por un grupo integrado por Salvador Estrella Sadhalá, Antonio Imbert Barreras, Antonio de la Maza, Huáscar Tejeda, Amado García Guerrero, Roberto Pastoriza y Pedro Livio Cedeño.

De acuerdo al historiador y periodista Miguel Guerrero, en su libro “Los últimos días de la Era de Trujillo”, la muerte de Trujillo no significó el fin inmediato de la tiranía pero sí inició el proceso de su derrumbamiento total.

“El trágico fin del dictador mostró en toda su profundidad y amplitud el grado de descomposición interno de la dictadura. Trujillo fue él mismo la Era que llevó su nombre. De improviso, con su muerte parecía venirse abajo todo el andamiaje burocrático en que se erigía el régimen de mano dura que regía a la nación desde 1930. Sin esa mano que tomó dentro de su puño el destino de millones de dominicanos, los días de la Era de Trujillo parecían condenados”, reseñó Guerrero.

Agregó que: Ramfis, su hijo mayor, se encontraba de vacaciones en París, entregado a la dolce vita. Su regreso para presidir las exequias de su padre, realizadas. Tres días después, encerraba un intento de perpetuación para el cual él, a sus 33 años, no parecía preparado.

El exterminio de los conjurados

El hijo del dictador desencadenó la persecución de los conjurados de la muerte de su padre.
El Servicio de Inteligencia Militar (SIM), además de todos los servicios de seguridad del Estado, abatieron al teniente Amado García Guerrero mientras se escondía en casa de una tía. Posteriormente también fueron asesinados Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza, considerados los líderes de la conjura.

En los siguientes meses también fueron torturados y asesinados familiares de los ajusticiadores, así como allegados y amigos que conocían del complot. El último de los actos que protagonizarían los Trujillo en el país lo encabezaría Ramfis al ordenar el traslado de prisioneros hacia la Hacienda María.

Allí, el 19 de noviembre de ese año, fueron fusilados Roberto Pastoriza, Pedro Livio Cedeño, Salvador Estrella Sadhalá, Modesto Díaz Quezada, Huáscar Tejeda Pimentel y Manuel “Tunti” Cáceres Michel.
Horas después, la familia Trujillo saldría del país con el cadáver del tirano, cuyos restos reposan actualmente en una pequeña comunidad de El Pardo, a 25 minutos de Madrid en España.

Los únicos supervivientes del ajusticiamiento del tirano fueron Antonio Imbert Barrera y Luis Amiama Tio, quienes en años posteriores jugarían otro rol destacado en la historia dominicana.

La era de Trujillo

Rafael Leónidas Trujillo Molina es considerado uno de los dictadores más sanguinarios del hemisferio.
Bajo su régimen se estima que fueron asesinadas más de 50,000 personas adversas a su mandato o por capricho suyo, incluyendo la matanza de haitianos en la denominada “Masacre del Perejil”, ocurrida en octubre de 1937.

Entre los crímenes más sonoros de su dictadura están los asesinatos de Desiderio Arias, Jesús de Galíndez, Mauricio Báez, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, así como el atentado terrorista contra el presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt. Además, la tortura y la masacre de los expedicionarios de 1959 que encabezaba Enrique Jiménez Moya y el asesinato del escritor Ramón Marrero Aristy. l Dalton Herrera

Los actos de hoy

La Comisión Permanente de Efemérides Patrias y la Fundación Héroes del 30 de Mayo realizarán hoy un emotivo acto patriótico, fecha en que se conmemora el 61 aniversario del ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo, así como el Día de la Libertad, en el Monumento a los Héroes del 30 de Mayo.

Juan Pablo Uribe, presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, destacó qué, este 30 de mayo de 2022 se cumplen 61 años de un largo horror desbaratado en una carretera. 61 años de la decorosa valentía de un grupo de hombres justicieros que rompió el miedo pétreo de una dictadura que como ninguna otra en América Latina, se apropiaba ideológica y sociológicamente de la materialidad y espiritualidad de la nación. 61 años del ajusticiamiento del chivo aderezado con chapita y cosido a sangre y fuego.

Uribe informó que la entidad que dirige junto a la Fundación Héroes del 30 de Mayo realizará este lunes el acto a las 5:30 de la tarde, el cual iniciará con la interpretación del Himno Nacional a cargo de una Banda de Música del Ministerio de Defensa, seguido de las palabras de Luisa De Peña, Directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana.

También hará uso de la palabra Manuel Tejeda, presidente de la Fundación Héroes del 30 de Mayo y Juan Pablo Uribe tendrá a cargo las palabras finales del acto.

Finalmente, se presentará una actuación artística a cargo del cantautor Claudio Cohen.

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HEROES DE LA LIBERTAD, DEL 30 DE MAYO

Conformaban el grupo el propio Antonio de la Maza, Antonio Imbert, Amado García Guerrero, Salvador Estrella, Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño y Roberto Pastoriza, congregados de forma repentina después de que otro de los conspiradores, Miguel Ángel Báez, confirmara que Trujillo se les pondría a tiro esa noche.

Sesenta impactos recibió el Chevrolet azul de Trujillo, siete el cuerpo del dictador.

EL DIA \ LISTIN DIARIO Helenny AmparoHelenny.amparo @listindiario.com \ Historia Dominicana: El ajusticiamiento de Trujillo NOTICIAS SIN | EL CARIBE \ Archivo General de la Nación (AGN).

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