Liderazgo en Principios y Valores
El Servicio
El servicio es un tema medular en la sociedad actual. El liderazgo que prima en la realidad humana de hoy tiene como cualidad esencial EL SERVICIO. Es el liderazgo sano, honesto, sin pretensiones , sin soberbia, humilde, sin ambiciones, enfocado, resistente, de duro trabajo y con la fuerza para superar los retos que hoy asechan a los pueblos y naciones. Hoy todo hombre y mujer puede hacer y lograr cambios esenciales y positivos a través del servicio. La fecundidad del servicio se percibe día a día en su eficacia transformadora.
Actitud de Servicio
El servicio, es actitud del espíritu para ayudar ante cualquier necesidad que puedan tener los demás, nos facilita salir de nuestro estado de comodidad, de pasividad, donde nos encontramos, abriéndonos a un mundo rico en experiencias donde podemos sacar lo mejor de nosotros mismos y a su vez enriquecernos con los demás.
Es un estado interno que nos predispone a estar pendientes de las necesidades ajenas; el cual nos lleva a aprender a ser humildes; sin esta virtud es difícil no creerse la ayuda que se da. Se desarrolla el amor hacia los demás, aprendemos a renunciar a nuestro tiempo, a nuestras necesidades, nos ayuda a comprender al prójimo por lo que nos resulta más fácil perdonar. El ponernos al servicio de los demás, nos engrandece como personas, nos hace mejores, dándole un pleno sentido a la vida. Siendo una de las primeras consecuencias de esta predisposición la alegría interna que sentimos
Lo que atenta contra la virtud del servicio
Cuando se tiene orgullo, vanidad, egoísmo…es difícil ponerse en la piel del otro; sentimos que nos estamos rebajando ante la posibilidad de ayuda que se nos pueda presentar. Cuando nos asaltan pensamientos de rechazo tales como: “¿cómo voy yo a prestarle mi servicio si es a mí a quien debería servir?”. Preguntarse: ¿qué saco yo de todo esto? ¿Qué me das a cambio? Muestra la inferioridad moral que tenemos, aún por superar, porque puede cerrar toda posibilidad de una buena y sana relación, que albergaría situaciones para ponernos al servicio desinteresado y a su vez, gratificante con los demás. Esta actitud nos encierra más en la materia dejando el espíritu sin opción de manifestarse, dando la posibilidad de ir endureciendo poco a poco el corazón.
El espiritu de servicio , amor por la humanidad
El espíritu de servicio es inherente a la acción humana. Cuando la persona lleva a cabo el servicio, lo hace a través de una acción, manifestando en la acción bien hecha la eficacia transformadora de quienes le rodean y de lo que le rodea. La clave del servicio hay que situarla en el amor , porque el servicio es la apertura al amor por los demás.
Somos seres sociales e interrelacionados
Tenemos que pensar que somos seres sociables, interrelacionándonos continuamente con las personas que tenemos alrededor. Si en vez de centrarnos solo en nosotros y en nuestro pequeño mundo, aprendemos a meternos en los zapatos del familiar, amigo o compañero, seremos capaces de percibir las necesidades que tienen los que nos rodean, para poder ayudar en la medida de nuestras posibilidades. Unas veces nuestros actos serán visibles, pero habrá ocasiones que no tienen por qué darse cuenta de que le hemos brindado esa ayuda. Es cuando empecemos a vivir la virtud del servicio que acrecentaremos otras virtudes como la humildad, la prudencia, la dulzura, la paciencia, la caridad…. El servicio se aplica en todas las etapas y espacios de la vida, enriqueciendo a todos y todas.
Servir nos hace felices y engrandece como seres humanos
Malgastar las ocasiones de servicio que te ofrece la vida, es perder oportunidades de crecer interiormente, de ir pasito a pasito, consiguiendo que vaya germinando el amor que tenemos todos en el fondo del corazón, desarrollando sentimientos sinceros y momentos de alegría que nos ayuda a transitar el camino que hacemos con el envoltorio carnal. Teresa de Calcuta decía: “El que no vive para servir, no sirve para vivir.”
Servicio y sentimientos positivos
Los sentimientos positivos que tenemos, nos inducen a ponerlos al servicio de nuestro prójimo. Eso nos potencia los valores del perdón, de la caridad, de la solidaridad, de la tolerancia, de la paciencia.
La ayuda desinteresada en todos los aspectos de nuestra vida, nos alejan del egoísmo, el orgullo, la vanidad. Si lo hacemos con sentimiento profundo y demostramos a los demás que una vida compartida en el amor es más gratificante, más intensa, que nos llena de alegría y de ilusión, nos alentará para hacer las cosas de corazón.
Predicar el servicio como ejemplo
Víctor Frankl, afirma que: “la puerta de la felicidad se abre hacia fuera, cuando más se quiere abrir hacia adentro, más se cierra”.
Predicar el servicio con el ejemplo maxifica su fuerza multiplicadora. Enseñar a los hijos a servir a los demás es importante, porque aprenden actitudes muy valiosas acerca de cómo relacionarse con otras personas, anteponiendo las necesidades de los otros a las suyas. Los hijos que aprenden el valor de servir, desarrollan amistades más auténticas y disfrutan más en su relación con los demás.
Jesús de Nazaret
Jesús de Nazaret, nunca perdió una oportunidad de servir a los demás. Pasó Su vida bendiciendo a los enfermos y alimentando espiritualmente a los hambrientos. Jesús cuenta la parábola del buen samaritano que ayudó a un judío, enemigos naturales en aquel tiempo; para ilustrar cómo debemos amar a nuestro prójimo. Enseñándonos que la actitud de servicio es hacia todos, amigos y enemigos siendo a éstos últimos los que más cuesta por lo que el servicio se hace más meritorio.
El maestro Jesús, dijo en cuanto al servicio: “… en cuanto lo hicisteis a uno de éstos, mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25:40)
La virtud del servicio en el área pública, familiar, empresarial, personal implica dar lo mejor en beneficio de los demás, es empatía, ayuda, solidaridad y compromiso con el bienestar común. El servicio no es negociable, solo es sinónimo de amor al prójimo y a la humanidad de la que somos todos y todas parte
Fuentes: Alfredo Rodriguez Cedano – Amor Paz y Caridad