Pastor Dio Astacio
«No para ser servido, sino para servir» Este fue un poderoso mensaje dado por nuestro Señor Jesús para dejar muy en claro lo que significaba su paso por la tierra.
En nuestro caso estas mismas palabras nos han servido de guía y representan el núcleo básico de nuestro accionar en estos primeros 100 días de gestión de gobierno del presidente Luis Abinader, del cual me honra ser parte.
Vinimos a servir y en ese sentido debo dar gracias a Dios y a nuestro presidente por el honor de permitirnos trabajar por y para ustedes, enfocados en llegar a cada rincón en donde nos necesiten, a ser justos en nuestro accionar y a velar porque nuestra comunidad de fe pueda seguir desarrollándose y creando vínculos fuertes con la gestión que representamos para que juntos como un solo cuerpo podamos construir el país que merecemos.
La búsqueda del bien común, la equidad y la transparencia han sido y serán las claves de nuestra gestión y sobre todo el poder defender y respaldar los valores éticos, morales y espirituales que nos representan como dominicanos y dominicanas.
Esta gestión se convirtió en la esperanza de todo un pueblo que soñaba con el cambio y desde la cual todos los que somos parte de ella trabajamos juntos para lograr un mejor presente y construir un grandioso mañana.
En estos 100 días hemos recorrido el país, conociendo a hermanos y hermanas en la fe que soñaban y oraban por este día, el día en que fueran escuchados y tomados en cuenta, el día en que sus Iglesias recibieran el apoyo y respaldo para que sus ministerios puedan llegar a más personas. En estos 100 días nuestra oficina se ha convertido en refugio y punto de encuentro para pastores y líderes cristianos de todo el país, los cuales se han comprometido a que juntos seamos solución y cambio para nuestra nación.
En este período, el Palacio Presidencial abrió sus puertas como nunca antes a la comunidad de fe, sin excepción de personas, sin requisitos, solo con la intención de exaltar el nombre de Dios y reivindicar a nuestros hermanos en la fe que por tantos años fueron olvidados.
Esto apenas comienza, juntos seguiremos trabajando en favor de nuestro pueblo, sin descanso, llegando a cada lugar donde se nos necesite y con la convicción de que nuestro estandarte es el servicio y nuestro compromiso es el bienestar de la gente.
Vamos por más, la unidad es nuestra fortaleza, Dios está con nosotros como poderoso gigante, guiando a nuestro presidente y a su gabinete. No nos vamos a detener de hacer el bien y velar por el bienestar de nuestro pueblo y juntos seguiremos gritando a todo pulmón «Dios , Patria y Libertad», frase que tanto nos enorgullece y nos recuerda que somos de sangre guerrera, valientes y temerosos de Dios.
¡Que viva nuestra amada República Dominicana por la que juntos trabajaremos!