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“En un momento Danilo Medina dijo que él recibía un maletín lleno de deudas. Nosotros no vamos a recibir un maletín. Probablemente vamos a recibir un baúl, con problemas”

«El gasto administrativo en el sector eléctrico es el 23% de los ingresos, debería ser 10%. El Gobierno no necesita pedir permiso para mejorar el gasto administrativo en las distribuidoras de electricidad»

«Hay que fortalecer al sector de las pequeñas y medianas empresas, lograr que sobrevivan esta fase destructiva de la economía»

Miguel Ceara Hatton, secretario nacional de Políticas Públicas del Partido Revolucionario Moderno (PRM), es un profesional de las ciencias económicas que durante su ejercicio profesional ha sido exponente de una persistente visión social basada el desarrollo humano y la inclusión social. Se desempeñó como coordinador de la Oficina Nacional de Desarrollo Humano, de la sede en el país del Programa para el Desarrollo en República Dominicana (PNUD).

De ese puesto renunció en 2011 en desacuerdo con la nueva gerencia local de esta dependencia de las Naciones Unidas, de la que esperaba “que se mantuviera como un espacio independiente y académico”, para que sus informes reflejaran “los temas polémicos sobre las cuestiones que nos preocupan a todos”.

Es uno de los pensadores sociales más importante desde el área de la economía, en República Dominicana. Vinculado, desde sus orígenes, al Partido Revolucionario Moderno, triunfante en las elecciones presidenciales y congresionales y pasada, y desde cuyas filas surge el nuevo presidente de la República Dominicana, Luis Abinader.

A continuación sesión de preguntas y respuestas realizadas a Miguel Ceara Hatton

P. Inicia un nuevo período constitucional ¿cuáles son los principales retos?

R. Lo primero que este país necesita es recuperar la institucionalidad, que haga más difícil la corrupción.

Pero lo que si se puede es eliminar de cuajo la impunidad, que es una decisión de políticas pública, y eso se puede modificar plenamente.

En segundo lugar, hay que hacer una revisión detallada del destino del gasto, para reestructurarlo. Gastar donde se necesita, y dejar de gastar donde no se necesita.

P. Un olvido ignominioso ha sido la inversión adecuada y de calidad en salud pública.

R. Salud sería la prioridad necesariamente, y es una de las necesidades sentidas más importante en la población”.

Hay que reelaborar el presupuesto en función de las disponibilidades que se puedan encontrar y de las necesidades que se identifiquen. Eso implicará probablemente un reajuste en el nivel de deudas en la economía, porque hay que buscar nuevos ingresos.

Serían parte de las metas de los primeros 137 día, que concluyen el 31 de diciembre. Hay que reactivar la economía.

P. ¿Significa que ustedes introducirían un nuevo proyecto de modificación?

R. Puede ser.

P. ¿Pero ves la necesidad?

R. Puede ser en función de la necesidad de lo que se logre, porque una cosa es lo que se ve desde fuera y otra cosa es lo que se ve desde adentro. Puede ser que sea necesario revisar el presupuesto.

Ahora, hay que distinguir claramente lo que son los 137 días que van desde el 16 de agosto hasta el 31 de diciembre. En la actividad productiva hay que fortalecer la producción de ciclo corto para garantizar la alimentación de la población y reactivar al sector agropecuario, y a la actividad económica en general.

Además, hay que apoyar en este momento, y lo más posible, a la producción local.

P. ¿Existe alguna disposición en el DR-CAFTA que permita priorizar políticas en beneficio de la producción local?

R. Bueno, la misma situación de depresión que estamos viviendo. El mundo entero está en una situación depresiva muy profunda.

El 80% de todos los países del mundo, de 193 países, van a tener una depresión económica. Eso significa una caída brutal a nivel económico mundial según una estimación que sacó el Fondo Monetario Internacional.

Indudablemente eso marca un escenario en donde las reglas de juego nacionales e internacionales se van a mover. Porque por la rigidez de la deuda, por ejemplo, es previsible una flexibilización de las condiciones del endeudamiento y en el acceso al crédito.

Pero volviendo al área productiva. Creo que hay que fortalecer al sector de las pequeñas y medianas empresas, hay que lograr que sobrevivan esta fase destructiva de la economía.

El Fondo de la Garantía Recíproca es una prioridad. La Ley de Garantía Reciproca hay que aplicarla. Debemos tener mecanismos de acceso al crédito para que se pueda sobrevivir y pasar la crisis.

En tercer lugar, hay que invertir en una serie de pequeñas obras públicas alrededor del territorio. En cuarto lugar, hay que fortalecer el gasto en vivienda en dos direcciones. En todo lo que tenga que ver con reparaciones, y viviendas sociales.

Esas cuatros acciones en el área productiva son fundamentales en los primeros 187 días, y esperando que la economía se reactive en el cuarto trimestre de este año.

La salud es una prioridad. El apoyo a la población más pobre es otra prioridad, con una política clara de protección social, que vamos a fortalecer.

P. ¿Cómo ustedes describirán lo que recibirán en términos de la economía dominicana?

R. Creo que la situación será mucho más grave de lo que estábamos previniendo. Pero necesitamos ver los números reales, necesitamos ver la situación financiera.

En un momento Danilo Medina dijo que él recibía un maletín lleno de deudas. Nosotros no vamos a recibir un maletín. Probablemente vamos a recibir un baúl, con problemas.

En el mes de abril la caída de la economía fue de un 7.5%. Estamos en un nivel de depresión. Por lo tanto, lo que podemos esperar es que se registre una caída de entre un 3% a un 5%, y un nivel de desempleo que probablemente sea el doble de la tasa de desempleo actual.

Pero hay que esperar, porque nos faltan cifras que nos permitan tener un panorama claro de lo que va a ocurrir.

P. En pocas palabras, ¿cómo describirías la situación actual de la economía?

R. Es una crisis sincrónica a nivel mundial. Eso significa un escenario más flexible para la recuperación. Tenemos una crisis que no es provocada por razones económicas, es la pandemia la que la provocó. Pero que va a tener efectos económicos importantes, porque que ha roto las cadenas productivas y de valor.

Entonces nos vemos en un proceso de reestructuración de la economía. Es una crisis donde aparecerán nuevos sectores productivos, y donde habrá una nueva dinámica. Eso es importante y una oportunidad para hacer las cosas mejor, y recomponer.

Además, para ver los errores que hemos cometido para corregirlos y hacer un crecimiento mucho más sólido, generador de divisas, que impacte a todo el territorio nacional de manera más o menos uniforme, y que genere empleo.

Será una situación fiscal compleja. Los déficits van a llegar a niveles nunca vistos. Se habla de 6 a 7 por ciento. En realidad, vamos a saber eso al final del año. Hay que ver todo el dinero gastado por el Gobierno durante esta campaña electoral, durante lo que va del periodo.

Recuérdate que en el 2012 se vino a saber que el déficit fiscal era de un 6% varios meses después del año siguiente. Eso ocultó la cifra real.

Probablemente ya no la podrán ocultar, porque habrá un cambio de gobierno. Y eso obligará a que la cifra sea mucho más transparente de lo que se pensó.

Y eventualmente, además de resolver la calidad del gasto, permitirá devolverle la legitimidad a la acción pública para poder replantearse la forma sobre cómo se podrán aumentar los ingresos del fisco.

P. El nuevo gobierno se encontrará con una gran caída de los ingresos fiscales, y eso obliga a pensar en endeudamiento. Pero como ha declarado el economista Pavel Isa Contreras: “¡Al diablo con el déficit!”, porque lo importante es que crezca la economía. ¿Qué opinas?

R. Exactamente. Primero, en depresión no se puede hacer reforma fiscal, pero si se puede mejorar la calidad del gasto, y eso se espera de nosotros. Es un compromiso que tiene el gobierno de Luis Abinader: de gastar donde se necesita, y dejar de gastar donde no se necesita.

P. Pero la curva de contagio no se ha aplanado, ha crecido. Se le señaló al gobierno saliente que aprovechaba la pandemia para lograr beneficios políticos electorales. Eso tiene consecuencias para la economía, porque el nuevo gobierno recibirá un país con una pandemia de coronavirus mucho más extendida.

R. Entiendo que habrá una situación más difícil en ese sentido. No lo niego. Sin embargo, creo que la diferencia es la credibilidad de las políticas públicas en un nuevo gobierno. El actual no tiene ninguna credibilidad, lo que ha hecho es politiquear y utilizar el tema de la salud en beneficio propio.

P. Hay dos temas que manda la Ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo y que por muchos años se ha incumplido. Se trata del Pacto Eléctrico y del Pacto Fiscal, y sus incumplimientos impactan fuertemente en la disponibilidad de recursos fiscales. Un nuevo gobierno cuenta con la credibilidad para convocarlos. Considerando la situación actual, ¿cuándo podrán ser convocados?

R. Yo creo que no es el momento. Sin embargo, te voy a decir algo. Lo que hará el Gobierno es la base de un pacto fiscal. No se necesita permiso para mejorar la calidad del gasto.

Pero ¿qué planteaba el Gobierno saliente? Que para mejorar la calidad del gasto o para reducir los gastos administrativos, que son cosas para las que no se necesita pedirle autorización a nadie, se debían hacer en el marco de un pacto.

Pero en los hechos, es tomar la iniciativa sobre las decisiones que pueda tomar el Gobierno para mejorar la calidad del gasto y reducir el gasto administrativo de la CDEEE.

El gasto administrativo en el sector eléctrico es el 23% de los ingresos, cuando debería ser 10%. El Gobierno no necesita pedirle permiso a nadie, ni hacer un pacto con nadie, para tomar la iniciativa de reducir y mejorar el gasto administrativo en las distribuidoras de electricidad.

O sea, el compromiso que está asumiendo el PRM es que lo que antes se consideraba como parte del Pacto, ahora son iniciativas que asumirá el propio gobierno para mejorar la calidad del gasto público, lo que incluye el administrativo del sector eléctrico.

Estamos diciendo que lo vamos a hacer primero, para tener legitimidad necesaria, para luego plantear “bueno, señores, hemos mejorado la calidad del gasto, ahora necesitamos saber exactamente cuánto recursos adicionales se requiere”.

¿Por qué quien le va a dar al Gobierno un centavo más para subsidiar botellas, o para subsidiar gastos de campaña política, o subsidiar corrupción? El Gobierno saliente no ha hecho nada para combatir la corrupción, y mucho menos la impunidad.

Fuente: Diario Libre

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