Orientación
Contra la violencia intrafamiliar educándonos en el amor
La pareja como centro del sano equilibrio familiar. Amor y respeto en equilibrio
Aunque suene a tópico, debemos ofrecer a nuestra pareja el respeto que nosotros querríamos recibir. Aunque nos parezca que es obvio, agradecer con palabras puede ser muy reconfortante para ambas partes.
Para cualquier pareja, el respeto constituye un pilar necesario en su relación. Sin embargo, no siempre sabemos respetar al otro como a este le gustaría que lo respetaran.
El problema básico del respeto como tal reside en el hecho de que todos queremos recibirlo. Ahora bien, se nos olvida primero ofrecerlo a quien tenemos delante.
Resulta curioso que la mayoría de personas saben definir qué es el respeto y cuáles son sus principios. No obstante, no todos lo aplican de manera correcta en su día a día.
Es como si, de algún modo, priorizáramos aquello de “respétame a mí que y yo entonces te respetaré a ti“. Esto se vuelve incluso más complejo en las relaciones de pareja, ya que a menudo damos por sentado que quien nos quiere nos respetará.
En el respeto, su ausencia, tipo o calidad, radican y pueden tener origen muchos de los problemas de pareja.
Si amas, respetas. Por desgracia, esto no siempre sucede, pues el respeto en una pareja no se basa solo en no hacerse daño. Es decir, estamos ante un tejido psicológico y emocional donde el propósito máximo va un poco más allá: buscamos un respeto que nos cuide, que nos permita crecer y que, a su vez, nos haga cómplices el uno del otro.
Vamos a descubrir cuáles son las claves del respeto en una relación de pareja.
1. El respeto necesita intencionalidad
Vivimos en un mundo donde las palabras venden, donde las personas comparten en sus redes sociales frases llenas de bondad, de convivencia y armonía que, más tarde, en la vida real y en su cotidianidad, no practican con el mismo sentimiento.
Por tanto, para demostrar respeto es preciso hacerlo con una clara intencionalidad. Si no, no sirve de nada.
Además,el amor, por sí mismo, no es suficiente para que una relación prospere ni para que se mantenga a flote. Se necesita de muchas más dimensiones que, juntas, dan un pleno sentido a esa relación a ese compromiso.
Por ello, practicar un respeto cotidiano donde atender y ser atendidos, donde mostrar interés, escucha activa, reciprocidad y donde uno sea capaz de anticipar las necesidades reales del otro da forma a ese respeto que nos alimenta, que nos hace sentir bien.
Demuestro mi amor creando un ambiente de respeto.
2. La empatía: un pilar básico
Nadie podrá demostrar nunca un respeto auténtico si no aplica una empatía real, cercana, intuitiva y sincera.
El cerebro humano es, por encima de todo, una entidad desarrollada gracias a la sociabilidad, a nuestras interacciones y a ese vínculo que nos ha permitido sobrevivir como especie en grupos consolidados.
La empatía, y las neuronas espejo que le dan forma, nos permiten ver al otro como a parte de uno mismo. Entendemos y comprendemos lo que nuestra pareja siente sin necesidad de que nos lo diga con palabras.
Ello es, sin duda, fundamental para aplicar ese respeto en el que saber qué hacer, qué decir y qué no decir para cuidar a esa persona tan importante para nosotros.
Te escucho, te amo y te respeto. Debemos aprender a escuchar y a ponernos en el lugar de los demás y en especial de las personas que amamos. Nos permitirá aprender a interpretar sus silencios en ocasiones tal como sus palabras.
3. La importancia de conocer a la pareja en todos los ámbitos
Te conozco. Conoce tanto como puedas a tu pareja, pero esto no significa que tenga que ser igual que tu. Le amas y le respetas tal cual le conoces, tal cual es.
Hay quien dice conocer a la propia pareja como a uno mismo cuando, en realidad, lo que se prioriza es a la propia persona, obligando a la pareja a tener las mismas necesidades y gustos. Por tanto, debemos tener claro que:
- A la hora de construir una relación saludable y feliz, no es imprescindible que coincidamos en todo.
- Debemos respetar las pasiones, los gustos y creencias del otro. Esto es algo fundamental, como también lo es conocer a la propia pareja, saber qué no le agrada, qué le incomoda y cuáles son esos pequeños detalles que dan forma a su personalidad, a su identidad.
Sin conocimiento no hay respeto. De lo contrario, casi sin darnos cuenta, acabaremos saboteando a la persona amada creyendo que ciertas cosas no son importantes.
Estaremos vulnerando necesidades del otro que “etiquetamos” a priori como no importantes, decepcionando así a nuestra pareja.
4. La gratitud
¿Cuándo fue la última vez que agradeciste a tu pareja cualquier cosa?
La gratitud es un pilar que tiene el poder de fortalecer el bienestar de pareja y por ende de la familia.
Un “gracias por ser como eres“, un “gracias por estar cada día a mi lado” o un “gracias por hacerme feliz”, es un modo de practicar ese respeto basado en el reconocimiento, en valorar a quien amamos, en dar importancia a quien es importante para nosotros.
La gratitud practicada con humildad fortalece cualquier vínculo, y más el de la pareja.
5. La importancia de los pequeños detalles
Los pequeños detalles se transforman en grandes expresiones de respeto y amor. Como pequeños latidos que mantienen marchando todo un sistema.
El respeto no se demuestra con grandes actos puntuales de valor. La relación más feliz y duradera es aquella que sabe cuidar los detalles cotidianos. Es ahí donde el respeto es sabio, es intuitivo y sabe dar brillo a lo que es importante.
Por otro lado, no podemos olvidar que esos detalles se transmiten también a través de una buena comunicación. De ahí que sea aconsejable:
- Hacer uso de palabras de agradecimiento.
- Comunicar sin gritar, cuidando el tono.
- Utilizar una comunicación relacional, con frases como “yo sé cómo te sientes y te respeto por ello”, “dime cómo puedo ayudarte” o “dime qué puedo hacer para hacerte más feliz”.
Siguiendo estos sencillos consejos, tu relación amorosa podrá mejorar considerablemente. La base de esta es el respeto, así que, si sabes cómo trabajarlo, no tardarás mucho en ver cómo todo va mejor con tu pareja.
Les deseamos todo lo mejor, una relación llena de respeto y amor que se verá reflejada en los hijos, la familia y la sociedad.
Por una sociedad sin violencia intrafamiliar, educándonos en el respeto y el amor.
Fuente Mejor con Salud