El Derecho a vivir sin violencia

Artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño

 1. “Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.

Tomando como referencia histórica la Convención sobre los Derechos del Niño (1989), desde hace más de treinta años, los Estados y la sociedad han ido incorporando la visión del niño como sujeto de derecho, y la erradicación de toda forma de violencia que vulnere su condición de ciudadano/a. Estas acciones concentran gran parte de los recursos en la garantía del goce pleno de estos derechos y la prohibición de toda forma de maltrato y abuso sexual infantil y adolescente; sin embargo, a la fecha siguen prevaleciendo formas de vinculación, crianza y educación trasgresoras, que ponen en riesgo el desarrollo, la socialización y la disminución de los círculos de violencia.

Se considera maltrato todas aquellas acciones (u omisiones) que atentan contra la integridad física y emocional de niñas, niños y adolescentes; problema que se ejerce con mayor incidencia en los espacios más íntimos y próximos, en contradicción a la necesidad de propiciar apegos afectivos y la protección en la familia, la escuela y la comunidad. La pobreza un factor relevante y general de maltrato, sin embargo, la agresión emocional o psicológica está más  instalada, seguida del castigo físico y el abuso sexual. 

La inclusión de las redes sociales y el internet en los procesos de socialización, suman otros tipos de violencias o maltratos como: ciberacoso o ciberbullying (enviar, publicar o compartir contenido negativo, perjudicial, falso, o cruel sobre una persona), grooming (adultos/as que se ponen en contacto con niñas, niños y adolescentes con el fin de ganarse su confianza e involucrarles en prácticas sexuales) y sexting (enviar fotos y videos personales con contenido sexual a través de mensajería instantánea o redes sociales).

La situación de pandemia y cuarentena ha agravado la incidencia de casos de violencia y abuso hacia niñas, niños y adolescentes en entornos familiares y en las redes sociales. Las diferentes tensiones socioeconómicas, la ansiedad o frustración y el hacinamiento, son factores que han incrementado el maltrato, bajo la impunidad de lo privado o a ‘puertas cerradas’.

Por lo tanto, es imprescindible desnaturalizar la violencia como base para la vinculación y socialización, y  transformar los mecanismos de protección y cuidado de niñas, niños, y adolescentes donde prevalezca la identificación de ellas y ellos como sujetos de derechos en proceso de desarrollo, promoviendo la empatía y la comunicación asertiva, y alentando la construcción de límites y responsabilidades desde el diálogo. Estas prácticas se deben instalar desde los planos interpersonales y familiares, trascendiendo hacia los escenarios públicos; pero también complementando con los esfuerzos de los Estados por atender la multicausalidad del fenómeno de la violencia en general.

En articulación con los Estados, en coordinación con la sociedad civil y promoviendo procesos de diálogo con adolescentes comprometidos con su y ciudadanía, el Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes (IIN-OEA) desarrolla estrategias que buscan mejorar los procesos de garantía de derechos y reivindicar las acciones de prohibición y erradicación plena de la explotación sexual, la revictimización de adolescentes dentro de los sistemas penales y todas las formas de castigo corporal, entre las principales. De este modo además se cumple con compromisos globales de poner fin al maltrato, la explotación, la trata, la tortura y todas las formas de violencia contra los niñas, niños y adolescentes (ODS Metas para el 2030, 16.2).

El IIN-OEA saluda los avances de la sociedad civil y los Estados por promover los derechos de la niñez y adolescencia en la materia, y hace un llamado a articular esfuerzos y priorizar los compromisos para erradicar y prevenir toda forma de violencia en cualquier contexto, asistir los casos registrados, y atender a los grupos de niñas, niños, y adolescentes que sufren situaciones de vulneración como: trabajo infantil, migrantes no acompañados, responsabilidad penal, desvinculación familiar, pobreza extrema, etc.


Instituto Interamericana del Niño, la niña y el adolescente

Procuraduría General de La República Dominicana