Efemerides
La Batalla de Santiago (Batalla del 30 de marzo de 1844)
Hoy en el país se rinde tributo a la hazaña libertadora del 30 de marzo que fue protagonizada principalmente por José María Imbert, Fernando Valerio López, Achilles Michell, Pedro Eugenio Pelletier, Román Franco Bidó, José María López, Ángel Reyes , entre otros.
La Batalla
El General Pierrot llega a Hato del Yaque al atardecer del día 29 de marzo de 1844 y allí divide sus tropas en dos columnas: 1.La primera bajo su mando personal (ala izquierda) cruza el río Yaque del Norte por el lugar La Emboscada, sube la Cuesta de Rafey, pasa por Hoyo de Lima y acampa y se atrinchera en la margen derecha del Río Gurabo (Arroyo Gurabito, en la actualidad).
2.La segunda (ala derecha), comandada por el General St. Louis, cruza por La Herradura y acampa en La Otra Banda, en la margen izquierda del Río Yaque del Norte, al sur de la ciudad de Santiago. En el parte de guerra, el General Imbert dice que pensaba enviar ese mismo día 29 al Coronel Pedro Eugenio Pelletier, francés veterano de las guerras europeas, a salir al encuentro de los haitianos con 400 infantes y 100 hombres de la caballería franco-macorisana, sin dudas en misión de inteligencia y con el objeto de atraer al enemigo al campo fortificado de Santiago, en donde contaba con artillería emplazada en los tres fuertes: «Dios», «Patria» y «Libertad».
Pero hubo de desistir de ese plan al enterarse que el invasor ya circundaba la ciudad por el noroeste y el suroeste. Así las cosas solamente le quedaba la alternativa de esperar, al amanecer de ese 30 de marzo de 1844, el ataque del adversario que, según el ya mencionado parte: «Se había formado el enemigo sobre dos columnas de cerca de dos mil hombres cada una».
Previamente había estimado «conveniente de dar el mando de todas las tropas que estaban en la Sabana [del Pueblo] al dicho Coronel [Pelletier], en el cual tenía entera confianza… [quien] escogió inmediatamente para su ayudante al comandante de ingenieros Achille Michell, dirigiéndole a la izquierda. Al instante rompióse el ataque». Pierrot atacó la ciudad poco después del mediodía, y en la batalla que se desarrolló con tal motivo, los haitianos fueron sometidos a un duro castigo sin que sus tropas pudieran penetrar en los reductos dominicanos.
Como la ciudad de Santiago quedaba en un promotorio de difícil acceso desde donde se divisaban todas las operaciones de los haitianos, la lucha fue increiblemente fácil para los dominicanos, quienes desde los fuertes y desde trincheras improvisadas utilizaron su artillería y su infantería contra los haitianos produciendo una enorme matanza entre las tropas extranjeras.
Los haitianos se empecinaron en atacar en masa y la artillería dominicana, manejada hábilmente, fue el arma que resultó decisiva. Importante también fue el rechazo que hizo Fernando Valerio con su gente en el ala izquierda cuando los haitianos lanzaron su primer ataque contra nuestra avanzada situada tras el viejo cementerio, recibida con fuego de fusilería primero y luego contratacada al arma blanca, hecho conocido como la Carga de los Andulleros.
En detalles
Así sucedieron los hecho según los historiadores. El 27 de marzo de 1844, el general y comandante de operaciones en Santiago, José María Imbert, fue llamado por la Junta de Gobierno dominicano con el propósito de que organizara el contrataque a los haitianos.
Por ello, se atrincheró en compañía de los oficiales Fernando Valerio, Achille Michel, Ramón Franco Bidó, Pedro Eugenio Pelletier, Ángel Reyes, José Nicolás Gómez, Lorenzo Mieses, Dionisio Mieses, Toribio Ramírez, Marcos Trinidad López, entre otros.
El 29 de marzo, al atardecer, el general haitiano Jean-Louis Pierrot dividió sus tropas y se acercó a la ciudad de Santiago con más de 2,000 soldados en cada columna. Tras cruzar el río Yaque, las tropas invasoras se atrincheraron en Gurabito.
Al día siguiente, el 30 de marzo 1844, los haitianos atacaron y fueron embestidos por el general en el fuerte “Dios, Patria y Libertad” frente a la sabana de Santiago de los Caballeros. Los haitianos contraatacaron y fueron rechazados por la artillería dominicana y la fusilería de Fernando Valerio López. El ejército haitiano lanzó un ataque desesperado y fue vencido con los cañones del fuerte y la infantería de Valerio López.
El ejército de Pierrot se vio entonces obligado a retroceder, dándole la victoria al ejército dominicano, liderado por José María Imbert.
Fuentes