Autoridades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) respaldaron la reforma policial que ejecuta el Gobierno mediante el Ministerio de Interior y Policía
Santo Domingo. – Las autoridades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) respaldaron la reforma policial que ejecuta el Gobierno mediante el Ministerio de Interior y Policía, con apoyo técnico y académico enfocado en prestar profesores para la habilitación docente de los facilitadores del Instituto Policial de Educación (IPE) y otorgar 3,000 becas de licenciatura a los agentes, entre otras facilidades.
Durante una reunión en la que el Ministro Jesús Vásquez Martínez y los miembros de la Comisión de Reestructuración del Sistema Educativo explicaron los avances del programa, el rector de la academia, Editrudis Beltrán, consintió también otorgar 200 cupos anuales para maestrías y doctorados de catedráticos del IPE, 500 para personal administrativo y asimilado y 100 de inglés por inmersión.
Vásquez Martínez agradeció ese espaldarazo, que definió esencial para cambiar la situación del cuerpo del orden y conseguir miembros aptos en el combate a la violencia que afecta a la sociedad, apegados al respeto de los derechos humanos.
Expresó que esa capacitación será esencial en el abordaje de los conflictos en los barrios, en la lucha contra la descomposición familiar, y destacó la disposición de la academia de cooperar desde la educación primaria hasta la universitaria, poniendo todos sus recursos a la orden.
“Uno de tres homicidios es producto de la delincuencia, los otros de la mala convivencia; para erradicar esto hay que trabajar la educación; el reentrenamiento es fundamental para dar al país la seguridad que demanda. Todas las áreas de la Policía serán tocadas”, manifestó.
Indicó que la meta es lograr un ambiente en que el vecino vuelva a ser el hermano, por lo que será de gran transcendencia que la UASD colabore.
En tanto, el secretario general de la casa de estudios, Pablo Valdez, recordó que ese es un proyecto de nación que, por tanto, compromete a toda la población para obtener un país seguro.
El comisionado para la reforma policial, José Vila del Castillo, sostuvo que es una reconstrucción lo que harán en el organismo, que estaba desgajado, carente de gestión, y seis meses después empiezan a ver los frutos del trabajo.
Aseguró que en 20 años ha sufrido una descomposición, un debilitamiento de sus capacidades pero que lo más importante es que su consejo superior está de acuerdo con los cambios.
Sobre los resultados, el coordinador para la transformación educativa, Roberto Santana, alertó que es una reforma compleja, que no había sido posible un movimiento renovador hasta ahora y que cambiar las viejas prácticas es muy difícil, por lo que valoró la integración de los uasdianos a esta labor.
Explicó que el programa contiene 1,400 cursos para 30,000 miembros, desde rasos hasta generales, a ser impartidos en un año y nueve meses. Con apoyo de la universidad y del Banco Interamericano de Desarrollo trabajan en el bachillerato técnico en seguridad ciudadana, cuyos egresados luego serían reclutados para las filas policiales.
Anunció el plan de educación permanente, basado en la cátedra conferencia con figuras representativas de la sociedad que estimulen la lucha contra la inercia estructural, para lo que cuentan con la UASD y, además, una comisión mixta trabajará todos esos aspectos.
Estuvieron José Ramón Casado, vicesecretario académico; Héctor Pereyra, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Jurídicas; Gerardo Roa, de Humanidades; Juana Encarnación, de Ciencias de la Educación; Rosa Esther Martínez, directora de la Escuela de Psicología; Manuel Romero, de Tecnología, y Jesús Andújar, asistente del rector.
También Rosalía Sosa, vicerrectora de Extensión; Roberto Adonis Martín, enlace entre la academia, el Ministerio de Defensa y la Policía; Francisco Vegazo Ramírez, exvicerrector de Investigación y Postgrado; Mukien Adriana Sang Ben y Miguel Escala, ambos de la Comisión Educativa, y Víctor Benavides, director del Gabinete Ministerial de Interior y Policía.