El ecosistema financiero mundial está evolucionando a una velocidad vertiginosa, impulsado por el auge de los activos digitales y las criptomonedas
El ecosistema financiero mundial está evolucionando a una velocidad vertiginosa, impulsado por el auge de los activos digitales y las criptomonedas. En el centro de esta revolución, SWIFT, la histórica red de mensajería bancaria, ha tomado un giro estratégico al integrar las criptomonedas RWA (Real-World Assets) en su infraestructura. Objetivo: simplificar y acelerar las transacciones de activos tokenizados en todo el mundo.
Simplificar el movimiento mundial de las criptomonedas
Los activos tokenizados del mundo real, o criptomonedas RWA, representan una nueva frontera en las finanzas digitales. Se trata de una forma de criptomoneda respaldada por activos tangibles como bienes raíces, materias primas o acciones.
Para muchos, representan el futuro de las inversiones. Al permitir fraccionar activos físicos en tokens digitales, estos RWA abren el camino a una mayor liquidez y accesibilidad, especialmente para los inversores institucionales.
Sin embargo, la implementación de estos activos en los sistemas tradicionales a menudo ha encontrado obstáculos.
Las blockchains y monedas digitales evolucionan en un marco a veces aislado, creando «islas digitales». Aquí es donde SWIFT interviene. SWIFT ahora conecta su red con las criptomonedas RWA. Gracias a este avance, la empresa aspira a simplificar estas transacciones. Así, podrían llegar a ser tan fluidas como las transferencias de dinero fiduciario.
Según un estudio reciente realizado por Standard Chartered, el mercado de activos tokenizados podría alcanzar los 30 billones de dólares para 2034.
El compromiso de los inversores institucionales no deja de crecer. De hecho, más del 91% de ellos dicen estar interesados en estos activos, según una encuesta de Celent y BNY Mellon. Por lo tanto, la integración de los RWA a través de SWIFT podría inclinar la balanza financiera mundial hacia un modelo híbrido. Esto combina lo tradicional y lo digital.
Prevenir las islas digitales y fomentar la interoperabilidad
Uno de los mayores desafíos en la integración de las criptomonedas RWA es la interoperabilidad entre las diferentes plataformas de tokenización.
Hoy en día, cada sistema de blockchain funciona de manera aislada. Esto crea silos donde los costos de transacción aumentan y los riesgos se multiplican.
Esta fragmentación complica la situación para los inversores institucionales. De hecho, tienen que lidiar con múltiples plataformas. Por lo tanto, no logran desplegar sus actividades de manera eficiente.
SWIFT, con sus 50 años de experiencia en la gestión de flujos financieros complejos, propone una solución audaz: una red unificada capaz de conectar blockchains públicas, privadas, las CBDC (monedas digitales de bancos centrales) y las monedas fiduciarias.
Su infraestructura, que ya ha demostrado su eficacia en el ámbito de valores mobiliarios y divisas fiduciarias, ahora se adapta a los activos digitales. Una evolución estratégica que podría resolver las fricciones actuales en el sector de las criptomonedas.
En sus laboratorios de innovación, SWIFT explora activamente formas de mejorar la interoperabilidad de las CBDC y los activos tokenizados.
Las primeras fases de estas investigaciones, llevadas a cabo en colaboración con varios bancos centrales, han demostrado la viabilidad técnica de dichas conexiones.
Al unir estos mundos hasta ahora separados, SWIFT aspira a crear un ecosistema donde las criptomonedas RWA y las monedas fiduciarias coexistan e interactúen en tiempo real.
La interoperabilidad de los activos digitales está apenas comenzando, y SWIFT ya se posiciona como un actor imprescindible en esta transformación. Con la integración de las criptomonedas RWA, toda una parte de las finanzas está a punto de entrar en una nueva era, la de las transferencias instantáneas y globales.
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