Discurso de Roberto Álvarez, Ministro de Relaciones exteriores
Estimados amigos, el Gobierno del Cambio ha definido como ejes de la política exterior dominicana los siguientes: 1) La protección de los dominicanos y dominicanas en el exterior; 2) La defensa de los valores democráticos; 3) La promoción de las exportaciones dominicanas, el comercio exterior y la inversión extranjera directa; y 4) La profesionalización del Servicio Exterior.
México es un aliado fundamental para el trabajo en los ejes de defensa de los valores democráticos y la promoción del comercio exterior y la inversión extranjera directa.
En el contexto del Gran Caribe, México y República Dominicana son dos socios estratégicos que comparten principios y valores comunes. Especialmente ambos países comparten la defensa firme de los valores democráticos y del principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados, nítidamente reflejado en la Doctrina Estrada, que lleva el nombre del ex Secretario de Relaciones Exteriores mexicano Genaro Estrada.
República Dominicana y México establecieron relaciones diplomáticas en 1888. Ambos países firmaron en 1890 un Acuerdo sobre Amistad, Comercio y Navegación, y a partir de ahí, en estos 133 años de relaciones diplomáticas nuestros Estados han suscrito más de una veintena de acuerdos en diferentes materias: turismo, transporte, combate al tráfico ilícito de sustancias controladas, cooperación académica, técnica y científica, de asistencia jurídica mutua, entre otros.
Un acuerdo de suma importancia que debo destacar es el Memorando de Entendimiento del 21 de julio de 1997, mediante el cual se estableció la Comisión Mixta Intergubernamental. Este es el mecanismo de diálogo político más relevante para nuestros países y el canal en el que se dilucidan a mayor nivel de profundidad las cuestiones atenientes a la agenda de cooperación bilateral, regional y multilateral.
En el caso del comercio exterior, México es, en términos brutos, el tercer socio comercial de República Dominicana, después de EE.UU. y China. En 2019, el comercio bilateral alcanzó US$931 millones en bienes; aunque la balanza comercial entre ambos países es muy favorable a México. De esos 931 millones, las importaciones desde México a República Dominicana suman US$886, mientras que las exportaciones hacia México apenas sumaron US$45 millones.
Es bueno enfatizar en este sentido, que mientras en el año 2017 nuestras exportaciones globales alcanzaron los US$10,224 millones, un máximo histórico hasta ese momento, las exportaciones a México solo fueron de US$24.7 millones, menos del 1% del total. No obstante, en 2018 y 2019 las exportaciones hacia México aumentaron a US$38 millones y US$45 millones respectivamente, mientras nuestras exportaciones totales fueron similares a las de 2017.
En este sentido, las exportaciones dominicanas a México comprenden, principalmente: Mezclas de sustancias odoríferas (US$16.5 millones), aparatos de ozonoterapia y oxigenoterapia (US$8.5 millones), cacao en grano (US$7.5 millones), instrumentos y aparatos de medicina, cirugía o veterinaria (US$1.5 millones).
Por otro lado, los principales rubros provenientes desde México se concentran en: Mezclas de sustancias odoríferas (US$45 millones), medicamentos constituidos por productos mezclados o sin mezclar (US$41 millones), preparaciones alimenticias de harina (US$38 millones), vehículos automóviles para transporte de mercancías (US$30.1 millones).
Existe una gama de productos con mucho potencial de exportación al mercado mexicano, me permito hacer referencia a algunos casos. En el sector agrícola, tenemos la batata, el cacao en grano, los cocos y los frutos secos. En el agroindustrial, encontramos el ron, los embutidos, la harina y la avena. En cuanto al sector industrial, las varillas, los insecticidas y los sacos. Las zonas francas, tienen oportunidades en tabaco, cigarros, instrumentos médicos y los tshirts y camisetas.
Según datos de PRODOMINICANA, tenemos 24 empresas exportando actualmente al mercado mexicano. Solo por mencionar algunas: Grupo Banamiel, Brugal, Barceló, Mercasid, Plastifar, Convatec, Tabacalera de García, entre otras.
Aunque México representa menos del 1% de nuestras exportaciones totales, contamos con mucho potencial no explotado actualmente: en maquinarias industriales, plásticos, textiles y alimentos. En conjunto, si aprovechamos estas oportunidades, pudiéramos más que duplicar nuestras exportaciones.
Por otro lado, la pandemia del COVID-19 ha obligado a replantear la exposición de las empresas y gobiernos a los choques externos y a reubicarse cerca de los mercados destino. Esta estrategia de Nearshoring podría en cierto sentido aplicar también con otros socios como México, en la medida en que ese país ha pasado a ser uno de ingreso alto y su demanda de bienes se parece, cualitativamente, cada vez más a la del resto del mercado norteamericano.
Para explotar este potencial, el Gobierno Dominicano trabaja en mejorar el clima de negocios e inversión en el país, con el objetivo de atraer capitales. Por ejemplo, con EE.UU. hemos suscrito un Memorando de Entendimiento para habilitar una cartera de fondos del DFC para proyectos de infraestructura y para financiar empresas que exportan a EE.UU. y quieran reubicarse desde Asia hasta las Américas.
Para potenciar estas posibilidades, contamos con muy buena interconexión marítima con México. Desde Río Haina conectamos con Mazatlán (Centro-Pacífico), Altamira (Centro-Caribe) y Lázaro Cárdenas (Sur-Pacífico). El tiempo estimado de llegada oscila entre 5 días (Altamira) a 9 días (Mazatlán).
Es bueno destacar que República Dominicana es el principal receptor de inversión mexicana en el Caribe. Desde el año 2010 hasta septiembre 2020, la IED mexicana en nuestro país alcanzó la suma de US1,604 millones, ocupando el quinto lugar luego de EE.UU., Canadá, Brasil y España. Sin embargo, en el año 2019 la inversión mexicana sumó US$640.2 millones y entre los meses de enero y septiembre 2020 alcanzó los US$266 millones siendo en ambos períodos el segundo monto de importancia, luego de EE.UU.
Entre las principales empresas con capital mexicano en nuestro país se encuentran: Claro, CEMEX, Palace Resorts, Bepensa, Sky, Sigma, entre otras. El valor agregado de estas inversiones es que se colocan en sectores que a la vez son exportadores, tanto de bienes como de servicios, aprovechando también nuestra potencial como hub regional. Ponemos el caso del cemento, del cual somos los mayores exportadores hacia el Caribe.
Aunque en menor medida, la inversión dominicana, llegó a alcanzar los US$22 millones, entre los años 2000 y 2016, con unas 80 empresas de capital dominicano operando en ese país. Para el año 2020, el monto de inversión se había colocado en US$6 millones. La inversión dominicana se ha colocado mayormente en el sector inmobiliario de México.
Nuestro país cuenta con una muy buena plataforma de incentivos, que nos ha colocado como el principal receptor de inversión extranjera en el Caribe. Por mencionarles algunos, tenemos el régimen de zonas francas, bajo la Ley 8-90, el de desarrollo y competitividad industrial, bajo la Ley 392-07 y la zona especial fronteriza, que acaba de ser aprobada su extensión por 30 años. Este último caso, es otro ejemplo más de nuestro compromiso con la seguridad jurídica y la continuidad de las políticas públicas, tanto en beneficio del sector privado como del desarrollo de esas localidades.
Como parte del plan de Política Exterior del Cambio del Presidente Abinader, con respecto a México, habíamos planteado lo siguiente, cito: “El Gobierno del Cambio buscará atraer inversiones de esta hermana nación y estimulará la firma de un acuerdo de promoción y protección recíproca de inversión”. Me place hacer de su conocimiento, que, cumpliendo con esta propuesta, el pasado 8 de febrero de los corrientes, el Consejo de Titulares de la Comisión Nacional de Negociaciones Comerciales (CNNC) presidida por mí, aprobó a unanimidad negociar la firma de varios Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRIs), incluyendo uno con México.
Sabemos y estamos conscientes de que este ha sido uno de los mayores deseos y expectativas que ha tenido por mucho tiempo la comunidad empresarial de ambos países, para promover la inversión, el clima de negocios y la seguridad jurídica. Aunque estamos en ciernes, queremos reafirmar el compromiso del Gobierno del Cambio en hacer realidad una política exterior que opere en beneficio de los mayores flujos de negocios e inversión, así como la generación de más empleos para el país. ¡Muchas gracias!
Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores