Día del Cáncer de Mama 2024: por qué se celebra hoy, 19 de octubre, y cuál es el origen de los lazos rosas
Hoy, sábado 19 de octubre, se celebra el Día del Cáncer de Mama 2024. Se trata del tumor más común, con algo más de dos millones de casos en el mundo cada año. Sólo en España 35.312 mujeres fueron diagnosticadas de cáncer de mama 2023, según datos del Observatorio de la Asociación Española contra el Cáncer. No obstante, los esfuerzos realizados en investigación, prevención y detección precoz han logrado que el cáncer de mama tenga en la actualidad una tasa de supervivencia neta a cinco años del 85,5%.
Fue la Organización Mundial de la Salud (OMS) la que, en la década de los 90, estableció el 19 de octubre como el Día del Cáncer de Mama con el objetivo de redoblar esfuerzos en la visibilidad y sensibilización a la población acerca de esta enfermedad y concienciar sobre la importancia de la prevención y diagnóstico.
Según diversas fuentes, si se eligió octubre se debe a que en ese mes de 1983 se celebró en Texas (Estados Unidos) la Carrera para la Cura, la primera iniciativa para promover en las calles la importancia de la detección temprana del cáncer de mama.
¿Cuál es el origen de los lazos rosas?
Respecto al origen del símbolo de la lucha contra el cáncer de mama, la Fundación Susan G. Komen fue la primera que repartió lazos rosas a los participantes de una carrera popular en Nueva York celebrada en 1991. No obstante, por aquel entonces esas cintas no tenían todo el significado del que gozan hoy.
Fue la editora de la revista para mujeres ‘Self’, Alexandra Penney, quien en 1992 promovió la primera distribución masiva de lazos en los comercios de Estados Unidos, junto a la compañía cosmética Estée Lauder. Por otra parte, la activista Charlotte Hayley había lanzado sus propios lazos anaranjados, acompaños por un mensaje reivindicativo para que el gobierno aumentara el presupuesto en la prevención del cáncer del mama, una idea que sedujo a Penney y Lauder, que poco después eligieron el color rosa para unos lazos que finalmente se convirtieron en símbolo internacional.
Cáncer de mama: la enfermedad
El cáncer de mama es el tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula mamaria, capaz de crecer de forma descontrolada y de expandirse a otros tejidos, explica la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). No es una enfermedad exclusiva de las mujeres, aunque sí les afecta de manera mucho más mayoritaria, ya que aproximadamente entre el 0,5% y el 1% de los casos afectan a varones.
El cáncer de mama se origina en las células del revestimiento (epitelio) de los conductos (85%) o lóbulos (15%) del tejido glandular de los senos. Al comienzo, el tumor canceroso está confinado en el conducto o lóbulo (in situ), donde generalmente no causa síntomas y tiene un mínimo potencial de diseminación (metástasis).
La incidencia de cáncer de mama se ha incrementado en los últimos años. La AECC considera que dicho aumento se debe probablemente al cambio de los hábitos reproductivos, así como a la obesidad y al sedentarismo, entre otros factores.
Pese al preocupante incremento de casos, la mortalidad por cáncer de mamá por el contrario ha disminuido notablemente. De hecho, el tratamiento es realmente eficaz con más de un 90% de probabilidades de supervivencia , sobre todo si el cáncer se detecta de forma temprana. Entre 1980 y 2020, en los países de ingresos elevados la mortalidad por cáncer de mama normalizada por edades se redujo en un 40%, señala la OMS.
Métodos de diagnóstico precoz
Si la mortalidad por cáncer de mama está en descenso se debe en gran medida a los programas de screening que permiten realizar una detección precoz y a las mejoras en los tratamientos de la enfermedad. De ahí la importancia de las campañas que lanzan entidades como la AECC para llevar a cabo un cribado poblacional, es decir, pruebas periódicas a la población sana con la intención de detectar el cáncer en estadios iniciales.
De las técnicas de detección existentes, la mamografía es una de las más fiables y sencillas, ya que con una radiografía en doble proyección de la mama se puede detectar anomalías hasta dos años antes de que sean palpables en una exploración.
Cómo reducir el riesgo de padecer cáncer de mama
- Lactancia materna prolongada
- Hacer ejercicio físico de forma habitual
- Dieta equilibrada para controlar del peso
- Evitar el consumo excesivo de alcohol
- No fumar y evitar la exposición al humo de tabaco
- Evitar el uso prolongado de hormonas
- Evitar la exposición excesiva a la radiación.
La OMS subraya que, aunque la persona mantenga todos los hábitos mencionados, el riesgo de padecer cáncer de mama tan solo se reduciría como máximo en un 30%.
CDN – EL MUNDO