La Constitución no es una pieza de museo, ni un hermoso pergamino cargada de buenas intenciones, sino la norma suprema del país, contenida en un documento solemne que recoge los valores y los principios fundamentales que rigen la vida de la comunidad.
Milton Ray Guevara
El presidente del Tribunal Constitucional, Milton Ray Guevara, dijo este lunes que la Constitución no es una pieza de museo, ni un hermoso pergamino cargada de buenas intenciones, sino la norma suprema del país, contenida en un documento solemne que recoge los valores y los principios fundamentales que rigen la vida de la comunidad.
En un mensaje con motivo del Día de la Constitución, sostuvo que la Carta Magna traza un verdadero proyecto de nación que moldea los contornos de la deliberación pública para la efectividad del estado social y democrático de derecho.
Indicó que desde el Tribunal Constitucional seguirá actuando con responsabilidad, en el marco de las competencias que “nos confían la Constitución y las leyes, con el compromiso firme y decidido de continuar edificando el estado social y democrático de derecho” .
“La Constitución es un árbol vivo que va creciendo en el decurso de la vida política y social en la medida que es asumida como fuente de derechos y deberes que vincula a gobernantes y gobernados”, agregó.
A continuación el mensaje íntegro:
Cada 6 de noviembre en la sociedad dominicana celebramos el aniversario de la primera Constitución de la República, adoptada en 1844 en la ciudad de San Cristóbal, y, como cada año, el Tribunal Constitucional se une a esta fiesta nacional con un conjunto de actividades a desarrollar durante todo el mes de noviembre.
Hoy, 174 años después de que los dominicanos articuláramos las bases institucionales para un Estado libre, soberano e independiente, no podemos sino regocijarnos de que la cultura constitucional esté echando sólidas raíces en la cotidianidad y cada vez más los mandatos contenidos en la ley fundamental son asumidos por los gobernantes y los gobernados . Siempre habrá unos pocos apostando al fracaso para sacar partida, pero no lo lograrán porque el sentimiento constitucional se ha fortalecido en la sociedad dominicana.
La Constitución no es una pieza de museo, ni un hermoso pergamino cargada de buenas intenciones, sino la norma suprema del país, contenida en un documento solemne que recoge los valores y los principios fundamentales que rigen la vida de la comunidad, y traza un verdadero proyecto de Nación que moldea los contornos de la deliberación pública para la efectividad del Estado Social y Democrático de Derecho.
El camino de la Constitución hay que hacerlo caminándolo. Desde el Tribunal Constitucional seguiremos actuando con responsabilidad, en el marco de las competencias que nos confían la Constitución y las leyes, con el compromiso firme y decidido de continuar edificando el Estado Social y Democrático de Derecho. La Constitución es un árbol vivo que va creciendo en el decurso de la vida política y social en la medida que es asumida como fuente de derechos y deberes que vincula a gobernantes y gobernados.
Avancemos juntos hacia una “generación constitucional”.
Fuente El Caribe