Por Acento
Asimismo, la Junta Central Electoral (JCE) debe contar con el apoyo de los partidos y de la ciudadanía, para que pueda ejercer con toda firmeza su autoridad en estas primarias.
El próximo domingo 6 de octubre se harán las elecciones primarias de los partidos que cuentan con el mayor porcentaje afiliados y simpatizantes.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que está en el Gobierno, y el opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM) elegirán a sus candidatos con miras a las elecciones del próximo año.
Se trata de elegir a miles de candidatos para los comicios municipales, congresuales y presidenciales.
El PRM escogió la modalidad de elecciones cerradas, con padrón propio, en las que solo votarán los inscritos en esa organización. El PLD optó por las abiertas, en las que cualquier ciudadano podrá votar, siempre y cuando no esté incluido en el padrón de otro partido.
La ambición desmedida de poder político, que lleva al extremo de generar odios entre quienes comparten la militancia de un partido, que se supone que trabajan por una causa única, debe de ser mantenida a raya en estos días finales de la precampaña.
Hasta el momento las mayores tensiones se han producido en la competencia por la candidatura presidencial del PLD, por razones de todos conocidas: un expresidente que quiere volver al poder, y un presidente que ha decidido impedírselo poniendo su estructura política a impulsar a su precandidato favorito.
En el PRM la campaña interna no ha sido muy agresiva, por lo menos en el nivel presidencial.
Sin embargo, por las pasadas experiencias de elecciones internas y generales, es nuestro deber advertir que los liderazgos del PLD y del PRM deben de empeñarse en tratar de que la prudencia se imponga en esta semana final de la precampaña.
Siempre habrá quien se tome como una pelea personal la competencia interna de un partido; habrá quien descalifique a sus propios compañeros de partido, insultándolos, descalificándolos, difamándolos.
La ambición desmedida de poder político, que lleva al extremo de generar odios entre quienes comparten la militancia de un partido, que se supone que trabajan por una causa única, debe de ser mantenida a raya en estos días finales de la precampaña.
Asimismo, la Junta Central Electoral (JCE) debe contar con el apoyo de los partidos y de la ciudadanía, para que pueda ejercer con toda firmeza su autoridad en estas primarias.
No es aconsejable de un partido o grupo de partido exija a la JCE más de lo que le corresponde por mandato de ley. No es bueno para partido, líder o grupo tratar de desacreditar a la JCE y esparcir dudas sobre su idoneidad para dirigirlos los comicios.
Las elecciones para elegir a los candidatos también servirán para que la JCE detecte cualquier debilidad o problema en el uso de la tecnología, y hacer las correcciones a tiempo antes del gran reto de las elecciones del año 2020.
La JCE debe de ser respetada y ayudada por los partidos en su delicada responsabilidad. Sangre fría en esta semana final de la precampaña del PLD y el PRM.
Reflexión
Fuente Acento