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Por Orlando Jorge Mera

Este domingo 6 de octubre se celebrarán por primera vez las primarias simultáneas en el país, con la participación de los dos principales partidos políticos, el PRM y el PLD. A diferencia de lo que ocurre con las primarias que se celebran en otros países como Argentina, Uruguay y Honduras, las dominicanas tienen la siguiente característica: son organizadas por la Junta Central Electoral, y son primarias simultáneas, con dos padrones diferentes. Mientras en el caso del PRM será con el padrón de militantes; en el caso del PLD será con el padrón abierto de la Junta Central Electoral. Dos partidos distintos y distantes que este domingo se exhibirán ante el país.

Así de diferentes serán estas primarias. Las del PRM será el inicio del cambio en el país. En las del PLD se define el futuro de ese partido, luego de 20 años en el poder. Es decir, mientras para el PRM, las primarias del domingo constituirán la mejor demostración de su madurez (a pesar de haber sido fundado en 2015), y su disposición para gobernar el país. Por su parte para el PLD estas primarias demostrarán su agotamiento como modelo de partido, y por tanto, sus pocas posibilidades de éxito para los comicios de 2020.

La gente, por mucho tiempo, se preguntaba por el PRM, y su capacidad de entendimiento interno. Hoy, el PRM es un partido que ha madurado, que tiene mujeres y hombres con experiencia, pero también jóvenes conectados al siglo 21, que están conscientes del alto grado de responsabilidad ante la sociedad dominicana.

No tengo dudas, el PRM aprovechará al máximo su desempeño este domingo, demostrará que su liderazgo ha aprendido de las lecciones del pasado, y estará dispuesto a asumir las grandes tareas que tiene por delante, como lo es sin dudas, gobernar el país a partir del año próximo.

Por su parte, el PLD vive un proceso de descomposición. Lo veremos el domingo. Sus luchas intestinas que llegan al terreno personal han provocado que el partido que fue fundado por Juan Bosch sea recuerdo en los libros de historia. Nada que ver con la opulencia y la prepotencia del PLD de hoy. Al que le venció el Estado en 2007, hoy trata de revivir la historia, pero con la moneda al revés. El modelo del PLD se agotó.

La corrupción y la impunidad son su norte. No importa lo que haya que hacer para que gane el Estado de nuevo, eso es lo que quieren imponer, pero la historia de hoy es distinta a la de ayer.

La mayoría del pueblo dominicano será testigo de lo que ocurrirá el domingo. Será el comienzo del fin para el PLD. Será el inicio del cambio para el PRM.

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