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Iglesia Cristiana Casa de Zion, con el Apostol Jhonnie Martínez

Jacob estaba destinado a ser un esclavo, pero el día que su esposa dio a luz un hijo que se llamó José o “Jehová añade” ese día Jacob entendió que Dios lo quería prosperar.


Hay personas que no han prosperado porque han pensado que Dios les ha retenido cosas que han deseado toda su vida. No es hasta el día en que tú entiendes que Jehová añade, que se levanta en ti un espíritu de fe. Jehová no quita, Jehová añade.


Desde ese momento vemos a un Jacob motivado, dispuesto a trabajar por su casa. Jacob le dice a Labán que cuánto trabajaría para su casa. Jacob luchó muchas veces por la bendición, y se había estado conformando con las migajas que Labán le diera. Pero no fue sino hasta que entendió que Jehová añade que comenzó a creer, y a trabajar, por su casa.


Tiene que llegar el momento en tu vida en que entiendas que Jehová añade, y que te propongas que tu casa va a crecer, que creas que Dios te va a dar los recursos, y que te va a prosperar, para que toda tu familia pueda disfrutar de todo lo que Dios va a hacer contigo.


Tiene que levantarse un espíritu de fe en tu vida para creer que Jehová añade.


No fue Dios quien te quitó la casa. No fue Dios quien te quitó el carro. No fue Dios quien te hizo perder el empleo. No ha sido Dios quien ha hecho que pases por los momentos difíciles. Dios ha estado contigo en los momentos difíciles, ha estado contigo cuando nadie ha querido estar contigo, y está contigo hoy para decirte que él quiere añadirte.


Después de catorce años trabajando para Labán, se despertó en Jacob ese espíritu de fe para creer que Dios quería añadir a su vida. Labán había prosperado porque Jacob no había tenido espíritu para prosperar él, y otro se aprovechaba de que la crisis se había metido en el corazón de Jacob.


Tú no sabes cuánta gente se ha aprovechado de que la crisis se ha metido en tu corazón, y han usado tus talentos, y han abusado de ti, porque tú no has creído que Dios te puede prosperar a ti. Pero tiene que haber un día, no que los cielos se abran, porque ya se abrieron, sino un día que tú comprendas cuál fue el Dios que abrió los cielos: el Dios que añade.


Dice la biblia, en Génesis 30, que Jacob tomó varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y las puso frente al ganado, en el lugar donde llevaba a las ovejas a tomar agua. Dice la palabra que aquellas ovejas procreaban cuando iban a beber. Y lo que se dice es que cuando iban a dar a luz, lo que estaban mirando era lo que daban a luz, porque de lo que tú te embarazas es de lo que tú estás viendo.


Hay gente que ha estado embarazada de la crisis, y lo que ha estado multiplicando es la crisis. Tienes que librarte de tu obsesión con las noticias. ¿Qué tienes que mirar? Tres cosas. Tres varas.


El álamo era la madera por excelencia para hacer las mesas. Es de donde la biblia nos dice: aderezas mesas delante de mí, en presencia de mis angustiadores. Jacob estaba diciendo que Dios le estaba preparando una mesa. ¿Dónde? En el desierto, delante de sus enemigos, una mesa de abundancia, de bendición, una mesa de libertad. Cuando Dios iba a sacar al pueblo de Israel de Egipto, no los mandó a preparar soldados, sino a sentarse a la mesa. Porque la mesa representa libertad de tus enemigos, y prosperidad.


La vara de avellano o de almendra era la vara por excelencia del callado del pastor. La vara de Moisés, la vara de los pastores, la vara de la que habla el salmista cuando dice: tu vara y tu callado me infundirán aliento. Aquellas varas de avellano estaban para infundir aliento.


La vara de castaño representa longevidad, algo que tiene larga vida.


Jacob tenía ahora esperanza de que Dios le estaba haciendo mesa delante de sus enemigos, que Dios le estaba dando aliento, y de que él iba a poder ver la prosperidad que Dios le iba a dar.


A través de estos mensajes, debes ver delante de ti tres varas. Una que te dice que Dios está haciendo mesa en el desierto, delante de tus enemigos. Otra que te da aliento de parte del Señor, porque la palabra de Dios lo hace es darte aliento para que comiences a producir dentro de ti lo que tienes que producir. Y otra que te dice que tendrás larga vida, que no vas a morir sin ver la promesa de Dios para ti.


Dios te va a prosperar delante de tus enemigos. Dios te va a dar aliento y respiro. Y Dios te va a dar larga vida para poder ver sus promesas cumplidas en ti.


La fuerza de los recursos se libera cuando tú entiendes varias cosas. En primer lugar, tienes que entender que Jehová añade. En segundo lugar, tienes que entender que no es el hombre quien te va a prosperar, sino que es Dios quien te va a prosperar; que no importa que cambien el sistema, Dios va a hacer que haya prosperidad y bendición sobre ti. En tercer lugar, tienes que entender que tú no le sirves a Dios para que te dé ropa, y te dé comida, y para que solamente te cuide, sino Dios quiere prosperarte, y bendecirte, y cumplir su destino en tu vida. Fe se tiene que levantar en tu vida para trabajar por tu casa.


Tienes que entender que Lo primero que hay que sacar de ti es la crisis. Los cielos están abiertos. Sueña en algo grande. No en algo mágico, no en algo instantáneo, no en algo de hoy para mañana, pero sueña en grande. Recibes palabra y ¿qué estás pidiendo? ¿Comida y vestido?


Si tú dejas que la crisis se meta dentro de ti, lo vas a perder todo, porque si te pierdes tú, lo pierdes todo. Sal de la crisis. Todo el mundo tiene problemas, todo el mundo experimenta pérdida en esta vida, todo el mundo tiene tropiezos, pero la biblia dice que siete veces cae el justo y vuelve a levantarse.


Dios no ha terminado contigo. Los cielos están abiertos. ¿Qué vas a pedir? Que tengas un excelente y próspero día; vamos por más por el poder del acuerdo en el nombre de Jesús.

@LaVozDelPRM #SomosPRM #YoCreoEnTi #ElCambioSigue

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