Orientando en principios y valores
El valor de La Humildad
La humildad es una virtud moral contraria a la soberbia, que posee el ser humano en reconocer sus habilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas para obrar en bien de los demás
La humildad nace en el corazón
La humildad que nace del corazón tiene un pleno conocimiento del sí mismo. Y al saber de forma plena como es uno, puede a su vez reconocer las necesidades del otro. Es la sutileza de la empatía más sabia, es saber mirar al mundo con una mente abierta para captar cada matiz, cada emoción.
La humildad es auténtica
Las personas humildes no se vanaglorian de sus éxitos. Practicar la humildad es un ejercicio diario que se mueve con la responsabilidad de hacer las cosas bien, de comprometerse, de hacer lo que toca y lo que es necesario, con autenticidad.
El valor de la humildad no requiere objetos materiales, las dimensiones “intangibles” son casi siempre las que nos aportan verdadero bienestar, verdadera felicidad. Y es aquí donde reside la verdadera calidad de vida… en las cosas sencillas
La humildad es una virtud esencial para mantenernos en armonía con nosotros mismos y con nuestros iguales. Las personas humildes por lo general tienen menos conflictos en su vida diaria y por tanto, disfrutan de un mejor bienestar emocional.
¿Cómo ser más humilde?
- 1. Evita valorar a las personas por sus posesiones
- 2. Evita valorar a las personas por su posición social
- 3. Abraza el trato igualitario
- 4. Considera que no siempre tienes la razón
- 5. Entiende y acepta cuando te equivocas
- 6. Sigue el ejemplo de las personas sencillas
- 7. Ten confianza en los demás
- 8. Trata de mostrarte accesible hacia los otros
- Agradece lo bueno que recibes
- Practica la generosidad
«Solo la humildad construye grandes personas»
Fuentes: La mente es maravillosa – Psicología y Mente