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Opinión por Milton Morrison, Presidente País Posible

Una de las tareas más difíciles para un político en plena campaña es ayudar a los demás sin tener la certeza que quien reciba la ayuda sepa quien se la otorgó; sobre todo en el contexto de una sociedad con altos niveles de pobreza y gran parte de la población acostumbrada al clientelismo. Lo anterior es lo más parecido a lo escrito en Mateo 6:3 que reza “más cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha”.

El candidato presidencial Luis Abinader desde que inició la crisis sanitaria por el COVID-19 desarrolla de manera incansable un programa de visitas por todo el país denominada la ruta solidaria. Estas visitas concretan un doble interés, primero, tender una mano amiga a los más necesitados a través de insumos sanitarios, alimenticios y medicinas entregados en cajas y envases sin el nombre del donante ni etiquetas partidarias, y segundo, escuchar los reclamos y propuestas de importantes sectores de la sociedad que en la actual coyuntura no han sido tomados en cuenta para la búsqueda de soluciones ante la crisis generada por el coronavirus.

La ruta consiste en visitar lugares como iglesias (católicas y evangélicas), patronatos, hospitales, clubes, entidades profesionales, ONGs, sociedad civil, la policía, etc. y hacer donaciones indistintamente de las inclinaciones políticas de los representantes de esas entidades. Cabe decir, que en cada visita nunca falta la advertencia de respetar el distanciamiento social, y siempre se respeta el horario del toque de queda.

Se han realizado más de un centenar de donaciones directas a instituciones públicas, privadas, organizaciones no gubernamentales, iglesias, patronatos, etc, y se han beneficiado miles de familias. De igual manera se han visitado decenas de organizaciones sociales, empresariales y de la sociedad civil que luego de ser escuchadas han coincidido en la necesidad de participar y asumir la propuesta del mismo Luis

Los aportes entregados por Luís en las iglesias de cada comunidad va acompañada de una aclaración, y es que las mismas son resultado de un esfuerzo personal y de amigos colaboradores; y de una petición luego de recibir las oraciones de los clérigos y pastores cuando les pide multiplicar dichas ayudas como aquel milagro de Jesús con los panes y los peces, bajo el mandato que las repartan sin ningún sesgo político partidario sino en base a las necesidades de las personas.

En la ruta para llevar esas donaciones se puede observar un pueblo en su mayoría descuidado, olvidado y vulnerable a la pandemia. Se observan en las esquinas envejecientes, adultos y jóvenes sin mascarillas para protegerse, ignorando las consecuencias del COVID-19 que tantas vidas se ha llevado. No obstante, en el trayecto es muy frecuente ver a Luís Abinader detener su vehículo, desmontarse y de manera personal acercarse y entregar mascarillas a los más necesitados, pidiéndoles que las usen y haciéndole advertencias a los mayores de que se cuiden.

Quien escribe este artículo ha sido testigo ocular de la ruta solidaria de Luís y he visto como el factor político se reduce a su mínima expresión. Si alguien en una de las entregas levanta la voz gritando alguna consigna política recibe inmediatamente de Luís la advertencia de que ese momento no es para política. Es decir, prevalece el sentido humano de colaboración donde las banderías políticas no tienen espacio. Es por eso que la primera expresión que usa Luis Abinader al llegar a los lugares es: “he venido como ciudadano, no como candidato, no como político, sino como dominicano”.

Se han realizado más de un centenar de donaciones directas a instituciones públicas, privadas, organizaciones no gubernamentales, iglesias, patronatos, etc, y se han beneficiado miles de familias. De igual manera se han visitado decenas de organizaciones sociales, empresariales y de la sociedad civil que luego de ser escuchadas han coincidido en la necesidad de participar y asumir la propuesta del mismo Luis para que se realice una cumbre o diálogo nacional para enfrentar la crisis del coronavirus.

Todas las visitas han sido encabezadas directamente por Luís Abinader quien con una voluntad de acero ha desafiado las amenazas del coronavirus y ha decidido predicar con el ejemplo, demostrándose que si tomamos las precauciones del distanciamiento social, aún en medio de la pandemia podemos extender nuestra mano solidaria apoyando a los más necesitados e interactuar de manera personal con ellos.

Fuente: Acento.com.do

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