Cabo Rojo se está consolidando como el próximo polo turístico de República Dominicana, en el que se combina la sostenibilidad, el empoderamiento de la comunidad local, el impulso al comercio y la generación de nuevos empleos.
El viceministro del ministerio de Turismo, Carlos Peguero, lo afirma. “El desarrollo es más que una apuesta estatal, es una apuesta por el crecimiento social y económico para disminuir la pobreza de los habitantes de la región Enriquillo”.
Recalca que la visión de Cabo Rojo en Pedernales se constituye como un plan integral, sustentable e inclusivo para las provincias de Barahona, Independencia y Bahoruco, quienes percibirán una derrama económica de los potenciales visitantes.
Esta nueva oferta permitirá complementar la oferta del Sur como el Lago Enriquillo, Bahía de las Aguilas, Parque Nacional Jaragua o Playa San Rafael, a partir del cuidado del medioambiente, innovación en los negocios comunitarios y la proyección de la cultura local, como valores agregados.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) informa que por cada dólar gastado en restauración, las naciones perciben entre US$3 y US$5 de beneficios económicos de los bienes y servicios turísticos derivados de los ecosistemas.
Retos
Para Peguero, el surgimiento de nuevos polos turísticos permite a los actores partícipes evitar los errores. “Nuestro reto es desarrollar Pedernales, en el cual no repliquemos los errores del pasado. La planificación es importante y crucial para no dejar nada al azar”, agregó.
Datos del Banco Central dominicano (BC) indican que los extranjeros no residentes gastan a diario unos US$142 por una estadía de siete noches. Mientras, los dominicanos residentes durante su estadía de 12 días gastan US$1,062, unos US$291.7 más que el gasto reportado por los dominicanos no residentes (US$770.3).
Los ingresos fiscales relacionados con este sector ascendieron a RD$13,030.9 millones en 2022. Conforme los datos, el 64.6% lo registró el “impuesto a la salida de pasajeros al exterior por aeropuertos y puertos” con RD$8,427.8 millones, seguido del 33.3% por la tarjeta turista con RD$4,350 millones. El 1.9% restante lo abarcó el “impuesto de salida de pasajeros al exterior vía terrestre”, con RD$253 millones.
Al analizar los datos por mes, octubre fue el período con menor aporte a las arcas estatales, al reportar RD$858 millones, seguido de junio y septiembre con RD$1,079.9 millones y RD$1,089.9 millones, respectivamente. En tanto, abril fue el mes de mayor contribución, con RD$1,234.3 millones.
Permanencia
Los destinos turísticos se enfrentan a diversos retos sociales, económicos y medioambientales. El covid-19 hizo que el empresariado, el sector público y las comunidades tengan una mayor conciencia con el planeta. Gracias a esto, la industria de viajes y turismo se ha trazado como meta implementar prácticas más sostenibles.
Lisette Gil, experta en turismo sostenible, explicó que el desarrollo turístico de nuevos destinos debe contemplar un equilibrio perfecto donde exista gestión, beneficio económico incluyendo a la comunidad local y conservación de los recursos naturales.
“El turismo sostenible no es un tipo de turismo, es la forma correcta de hacer turismo… Ya sea de salud, ecoturismo, sol y playa, turismo deportivo, cultural, todo turismo tiene que ser sostenible”, explicó Gil.
La ejecutiva agrega que la sostenibilidad promueve el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado de los recursos naturales y el bienestar social, siendo un eje fundamental para garantizar el desarrollo del país.
Relevo estudiantil
Para la directora de la escuela de Turismo y Gastronomía de la Pontificia Universidad Madre y Maestra, Ina Percival, desde la academia se apuesta por insertar al estudiante en el mercado laboral antes de que egrese.
“Ellos son el relevo de nuestra generación y organizar congresos y conferencias permiten una visión holística de las demandas actuales del sector empresarial”, afirma.
El capital humano es el principal actor que refleja los servicios de calidad de las cadenas hoteleras. Desde el check-in hasta la recomendación de los platos típicos y lugares a visitar, estas acciones predominan en uno de los pilares más importantes para la economía dominicana.
Para el funcionario, el turismo con visión integral ofrece formación técnica y profesional a los habitantes.“El turismo como industria debe servir para mejorar la vida del hombre, encontrar el equilibrio entre la naturaleza y los negocios, y en un futuro hablar de un turismo regenerativo”, explica.
Ámbar Rodríguez, estudiante de Hotelería y Turismo, destaca que la profesión se encarga del bienestar, conformidad y disfrute del viajero durante su estancia en el país.
“Decidí estudiar turismo porque me interesa la cultura, el aprendizaje de diferentes idiomas y tengo vocación de servicio, que es importante en las carreras que brindan servicios al prójimo”, aclara.
El BC indica que de las 4,774,296 personas empleadas hasta diciembre del 2022, solo la rama de Hoteles, Bares y Restaurantes emplea 375,958 trabajadores. De estos, 176,240 son hombres y 199,718 mujeres.