OPINION
El caos, el desorden y la violencia que habían caracterizado los procesos internos del viejo partido acaba de ser desterrado y ojalá sea para siempre por las primarias ejemplares y masivas celebradas por el PRM el pasado 1 de octubre.
Los perremeístas han dado una lección de madurez política, organización y transparencia donde no hubo ningún incidente de consideración en un certamen que se convirtió en una verdadera fiesta de la democracia con la aceptación de parte de los contrarios, especialmente del Dr. Guido Gómez Mazara, de los resultados que favorecieron ampliamente al Lic. Luis Abinader, quien con humildad y nobleza le envió un ramo de olivo a sus competidores.
El trabajo de la Comisión Organizadora de las primarias, que encabezó Deligne Ascención, bajo las directrices del presidente del PRM José Ignacio Paliza y la secretaria general, Carolina Mejía, fue realmente extraordinario, así como también el de Rafael Santos, Sanz Lovatón y otros dirigentes.
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