Advertisement

Por Orlando Jorge Mera

Los hechos desvelados por el caso de César Emilio Peralta, mejor conocido como “César el Abusador”, son una mera demostración de la ausente institucionalidad que durante los últimos veinte años ha gobernado en el país.

La mejor demostración de lo anterior es la riqueza, mal habida, como consecuencia del narcotráfico y del lavado de activos, que, por tantos años, acumuló esta banda que se codeó con distintos sectores de la vida nacional, sin que a nadie de estos se le ocurriera denunciar ante las autoridades para que investigaran el ‘modus operandi’ de este grupo de malhechores.

Al igual que el caso Odebrecht, las autoridades no actuaron por interés propio, sino por una solicitud del gobierno de los Estados Unidos de América. Se sigue el mismo patrón de conducta oficial. El gobierno sabe lo que está ocurriendo, porque maneja fuentes de información. Sin embargo, el gobierno no actúa porque sabe que tiene grados de complicidad con la corrupción, narcotráfico, crimen organizado y con la impunidad.

Pero lo más preocupante es que algunos sectores del PLD, que ahora son precandidatos a diferentes puestos de elección, al analizar estos hechos, pretenden irse por la tangente, y culpar a los delincuentes comunes, y llegan a decir que “los delitos menores sin consecuencias dan origen al crimen organizado” (El Caribe, 26 de agosto de 2019). Atribuir el crimen organizado a la existencia de delitos menores es una falta de visión absoluta de la realidad que impera en el país.

Si hoy nuestro país se ofrece como paraíso para el crimen organizado en cárteles de la droga, se debe a la corrupción y a la impunidad que se vive en los gobiernos del PLD. Solo imaginarse que, en un momento determinado, coexistieron el esquema de sobornos de Odebrecht y la banda de Cesar el Abusador, por solo citar dos ejemplos de casos conocidos y públicos, definitivamente la respuesta está en contactos y en presencia de elementos en el tren gubernamental y militar para que todo este sistema imperase en el país. En Brasil, le llaman el “mecanismo”.

En el “mecanismo” todos los que participan, incluyendo miembros del Poder Judicial. Así se fomenta la impunidad. Todos se sienten privilegiados.

La pregunta que nos hacemos es ¿Quién protege desde el gobierno al crimen organizado reflejado hoy en la banda de “César, el Abusador”? La justicia no solo es con el apresamiento y el sometimiento de esta banda. La justicia es también con el fin de la impunidad. Para ello se requiere voluntad política en contra del mecanismo. Sanción a la corrupción. Estoy convencido de que en el 2020 es la oportunidad del cambio.

______________

Advertisement