Advertisement Advertisement

El Defensor del Pueblo como el gran educador nacional en educación liberadora.

El 19 de mayo del 2021 a las 2:00 de la tarde, fui invitado por el honorable Senado de la República para que en cinco minutos expusiera mi hoja de vida para edificar a los Miembros de la Comisión Especial para la Selección, del Titular, Suplentes y Adjuntos del Defensor del pueblo sobre mis “méritos” para aspirar a Segundo Adjunto al Defensor del Pueblo.

Después de dar gracias primero a Dios y luego a los diputados ya las personas que han hecho posible que estaban allí siendo evaluados en esa etapa final del proceso para la escogencia del Titular de Defensor del Pueblo, Suplentes y Adjuntos y haber dado unas pinceladas sobre mi preparación profesional y experiencia en la administración pública, me enfoqué en los minutos restantes a exponer la necesidad de que en la etapa que está próxima a aperturar, el Defensor del Pueblo se dedique, como prioridad 1-A a la educación ciudadana.

Tengo un hijo médico que lleva mí mismo nombre y es mi crítico “acérrimo”. Cuando pudo me llamó y me dijo “padre”, lo hiciste muy bien, pero te faltó un enfoque que abordaste al final y me temo que los Senadores no entendieron tu punto de vista sobre la importancia de la educación.

“Lo digo (continúa su crítica), porque sé, ya que asi me has enseñado, que una persona educada es una persona que no es fácilmente manipulable por falsas e inducidas modas. Persona que se enferma menos porque se alimenta bien y se cuida más , evita accidentes e incidentes perniciosos, pues es prudente. Esa persona trae paz social pues aprende a respetar a sus vecinos ya sus conciudadanos y hasta sabe morir (agrego yo ahora) porque al vivir bien sabe que la muerte es eslabón natural que cierra el ciclo de la vida. Y…, todo eso va en beneficio de todos, del propio individuo, de la nación, del Estado. “

Lo que me recordó mi hijo es una gran verdad, ya que la educación va más allá de capacitar a una persona para un empleo o una función que le sacará a él y parte de su familia tal vez, de la pobreza o le capacita para mantener “Las riquezas o posición social privilegiada” La Educacion-formación, va mas allá de la instrucción y capacitación que profesionaliza a una persona en cualquier área, porque si se profesionalizó y olvido la etica y los valores, no es, aun consiguiendo esto, una persona formada, una persona educada en el buen sentido del término

El abordaje de mi hijo, como lo hace muchas veces, me puso a reflexionar sobre el por qué no lo hice así desde el principio y como él me dijo; sabía que ese concepto es mío o adoptado por mí y que a él oa ellos se lo he transmitido.

Después de una breve reflexión llegué a la conclusión que no lo hice, porque el enfoque fue especializado sobre la necesidad de la educación del Defensor del Pueblo en la materia que está llamado a salvaguardar como prioridad asignada.

Sé que hay escritos míos de años atrás, que abordan el tema. tanto del punto de vista que me “reclamó” mi hijo, como del que hice el abordaje. Es por ello que considero oportuno recrea un artículo publicado en varios medios digitales en marzo del 2013, o sea, un par de meses antes de que se designara el primer equipo para dirigir el Defensor del Pueblo, que titulé “el Defensor del Pueblo como el Gran Educador Nacional “. y que hoy tanto el nombre como el artículo forman parte de esta entrega.

Tal vez al leerlo se darán cuenta los que escucharon mi ponencia del porqué, hice tanto énfasis en el asunto de la educación; es que esto en mí, viene de lejos. Para no abundar mucho y no quitar interés en la lectura, reproduzco el susodicho artículo al que respetuosamente le invito a leer.

“El Defensor del Pueblo como el gran educador nacional”

“Sigo clamando como Juan en el desierto en espera de que mi voz sea escuchada. He tratado de sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de que se designe al Defensor del Pueblo, pero mi voz es débil y aparentemente insignificante.

Al día de hoy, he escrito un sin número de artículos en ese sentido. Para avalar la afirmación cito algunos de ellos; los que pueden encontrar en la INTERNET: “El Defensor del Pueblo y la publicidad engañosa, Diferencia entre PROCONSUMIDOR y el Defensor del Pueblo, el Defensor del Pueblo y el derecho de amparo, Quien defiende al Defensor, Defensor y la dignidad humana, Límites para las actuaciones del Defensor, El Presidente, El Congreso, La Suprema y el Defensor, Puede la Suprema designar al Defensor” y decenas más.

Confieso que hay algo que me extraña y es el por qué los que aspiran a Defensor del Pueblo no lo defienden públicamente.

Me niego a pensar que mis colegas se han transado con la conveniencia, de que no es bueno j… tanto pues cuando viene a ver por tú estar en eso, te dejan fuera para hacerte la maldad.

Bueno… y yo digo:  si así va ser que le vamos a hacer, pero si ese es el pensamiento; que espero que no lo sea, entonces no deben esperar que la Cámara o el Senado lo deje fuera, ellos deben auto excluirse pues no sirven para reclamar derechos por nadie.

Ahora, si lo han hecho y yo no me he enterado, me disculpan por favor. Aunque lo dicho, dicho está, no era esa la intención inicial de este escrito. La intención es recordar que el Defensor del Pueblo por la misión que está llamado a desempeñar ha de constituirse en el gran educador nacional.

No pido sustituir a nadie, ni a maestros, ni al Ministerio de Educación, tampoco invadir terreno de nadie. No, muy por el contario; lo que pido es constituirse en un enorme aliado, pero en las áreas no exploradas ni tocadas hasta ahora. Me refiero a la educación informal de la sociedad, con publicidad dirigida, charlas, talleres y seminarios.

No podemos, ni debemos ver la educación de la sociedad sólo en las aulas, esto es una limitante, las aulas no deben constituirse en jaulas para encerrar la educación.

¿A qué educación me refiero si no es la formal?  Me refiero a la educación del ciudadano como tal, para empoderarlo del derecho que tiene a reclamar sus derechos, a trabajar con ellos ese reclamo; pero en tiempo y situaciones reales no supuestos o imaginarios.

El Pueblo debe saber cuál es la finalidad del Estado, debe saber que el Estado existe porque existe el pueblo y esa organización se ha creado en función de resolver sus necesidades.

El pueblo debe saber que ventaja tiene para él un estado social y democrático de derechos como lo es la República Dominicana a la luz de la Constitución del 26 de enero del 2010. Sí, saber qué significa eso para él y como beneficiarse.

Debe conocer qué son los derechos colectivos y los intereses difusos, como los reclama en la práctica, como frenar abusos de instituciones que cobran impuestos sin ninguna ley que los autorice a eso, caso de la Junta Central Electoral, que no tiene derecho a cobrar un centavo y cobra miles de millones y nadie dice nada.

El pueblo tiene derecho a saber y exigir el por qué se habilitan centros médicos para que operen sin llenar los requisitos exigidos por las normas vigentes como es tener una ambulancia, servicio de emergencia o de transporte rápido…

El pueblo debe saber cuándo una obra es moral y buena y cuando no lo es y cuáles mecanismos debe utilizar para reclamar la recomposición de lo que mal se ha compuesto.

Finalmente, el pueblo debe ver en el Defensor su gran aliado, y debe saber cuándo se le quiere manipular para que se ponga en contra de lo que realmente le conviene y darse cuenta de que esta manipulación no necesariamente ha de venir del gobierno.”

“Pero no siempre habrá oscuridad para la que ahora está angustiada…” (Is. 9: 1 RVC). El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz; sí la luz resplandeció para los que vivían en un país de sombras de muerte ”(Is. 9: 2 RVC)

Fuente: Dr. Dario Nin – Sin Fronteras Digital

Advertisement