En las empresas ubicadas en este lugar y con recurso humano dominicano se fabrican cada día piezas y aparatos de elevada gama.
El parque tiene 37 empresas que trabajan con estándares internacionales y una mano de obra dominicana calificada
El parque industrial San Isidro ha conseguido en República Dominicana un importante posicionamiento, dentro del ramo zona franca, que se expresa en la colocación allí de 37 empresas de alto perfil internacional que concentran actividades diversas como son entrada de datos y dispositivos electrónicos y médicos.
San Isidro, cuyas empresas reportaron inversiones a final de 2020 por US$267.4 millones, genera además una importante producción de ensamblaje de productos electrónicos (incluidas piezas para aviones, automóviles, celulares, para resonancia magnética, aeroespacial y militar) servicios logísticos, ropa interior fina para damas y caballeros, telecomunicaciones, fabricación de calzado, desarrollo de software, joyería fina y productos de papel y autoadhesivos.
Ayer, periodistas de medios diversos conocieron los procesos de varias de las empresas, en una visita coordinada por el Consejo de Zonas Francas de Exportación (CNZFE), que dirige Daniel Liranzo, y por Silvia Cochón, encargada de la división de Promoción del organismo.
Las empresas visitadas fueron Medtronic y Vishay. Como elemento coincidente entre los ejecutivos de las firmas hubo varios puntos: Resaltaron la excelente ubicación estratégica de República Dominicana, especialmente cercana a un cliente como es EE.UU, el clima de negocios (seguridad jurídica y otros factores) y lo atractivo de colocar los capitales en suelo dominicano por la facilidades impositivas presentes.
“Esos incentivos son importantes, porque las empresas vienen y se instalan y generan por ejemplo muchos empleos. Algunas también compran materias primas a nivel local.
Si una empresa no ve como atractivo un país para instalarse, sencillamente se va a otro lado donde le puede ir mejor”, le dijo a los periodistas el vicepresidente de Marketing de Zona Franca San Isidro, Luis Guillermo Angarita, cuando se le preguntó qué opina sobre la revisión de incentivos fiscales a las zonas francas y otros sectores y las posibilidades de que éstos sean eliminados, como a menudo se sugiere desde distintos litorales ajenos a las áreas beneficiadas. Una opinión similar tiene Paolo Tolaki, director de manufactura de Medtronic, una multinacional que cuenta con poco más de 90 mil empleados de manera general en los 160 países donde está presente. Eso incluye República Dominicana, donde inició operaciones en 1998, con manufactura de suturas quirúrgicas no absorbibles y más adelante amplió su portafolio, incluyendo suturas absorbibles, instrumentos médicos para cirugías (tales como grapadoras de piel, aplicadores y clip y puertos de acceso). “Otros países tienen incentivos. No solo los tiene este. No podemos decir que es solo por eso que una empresa viene y coloca sus capitales aquí”, apuntó Tolaki.
De acuerdo con datos del director ejecutivo del CNZFE, Daniel Liranzo, el régimen de zona franca está en 137 países. “Es una forma de atraer inversión. Se habla de sacrificio, pero no podemos verlo así. Sacrificio sería si una empresa pagaba impuestos y deja de pagar. Pero aquí estamos hablando de empresas que no estaban presentes en el país y luego se instalan aquí. Eso es positivo, que tengamos más y más empresas cada día”, dijo Liranzo. El personal de Medtronic es de 4,206 (1,069 indirectos y 3,157 directos).
Tecnología médica
La empresa tiene un portafolio de productos que abarca tecnología, soluciones y terapias para tratar condiciones médicas, entre ellas enfermedades cardíacas, vasculares, respiratorias, neurológicas y diabetes. En fin, para más de 40 trastornos médicos. Se considera la compañía líder en el mercado de tecnología médica. Opera en 160 países, con 80 operaciones de manufactura. Según los datos, las terapias dadas con los aparatos fabricados por Medtronic mejoran la vida de dos personas cada segundo.
En sus operaciones en el país la firma estableció la primera y única planta esterilizadora de óxido de etileno y recientemente ha transferido productos para tratar hidrocefalia y dispositivos médicos para uso en especialidades de neurología y otorrinolaringología. Los productos que fabrica están y se usan en República Dominicana, pero no porque su producción se quede en este territorio una vez se concluyen los procesos, sino que se va al extranjero, en exportación, y luego regresa como importación.
¿Pero por qué parte de esa producción no se queda directamente aquí, que es donde se produce? Se le preguntó a Tolaki. Su respuesta es que “hay una serie de cuestiones que deben resolverse para hacerlo posible”.
Esas cuestiones se refieren, por ejemplo, a que aunque los aparatos y piezas fabricadas en suelo dominicano quisieran venderse directamente a clientes locales, tendrían que pagar en la Dirección General de Aduanas los mismos impuestos que si fuesen importados. Algo así como importación interna con impuestos.
La otra empresa que mostró ayer sus procesos y productos es Vishay, que pertenece a un gran corporativo mundial, cuyas operaciones son de la división de inductores. Y dentro de esa división están productos estándares y especiales (como los hechos localmente: magnéticos, inductores de alto poder, transformadores, entre otros).
“Los componentes Vishay son usados prácticamente por todos los fabricantes de productos electrónicos en el mundo. Usted encuentra nuestros productos y piezas en cualquier aparato tecnológico que pueda imaginarse”, aseguró Juan Madrid, el gerente general a nivel local.
Sistema de aeropuertos y de puertos es pieza clave
La empresa Vishay está presente en 50 locaciones del mundo. “Producimos para muchas industrias, pero todo lo que hacemos básicamente en la planta tiene aplicaciones en comunicaciones tácticas. Tiene aplicaciones en todo lo que es la industria de aviación; muchos de nuestros productos pueden ir en componentes de instrumentación en los aviones y también en los sistemas de entretenimiento de los aviones, entre otros”, explicó Juan Madrid. Gran parte del proceso de la empresa es manual y donde se puede automatizar y usar equipos para aumentar volúmenes o precisión, entonces se hace.
De otro lado, Luis Guillermo Angarita resaltó que gracias a la ubicación del país y a la buena plataforma de puertos y de aeropuertos las empresas de San Isidro pueden atender todo el Caribe y Suramérica. “De manera que somos unos privilegiados en la organización. Estamos a una distancia de 30 o 40 minutos de los principales puertos marítimos del país”, sostuvo.
Fuente ElCaribe