Por:
Orlando Jorge Mera
La comunicación que envió el senador Bob Menéndez (Demócrata por Estado de New Jersey, Estados Unidos de América) al secretario de estado, Mike Pompeo, en la que alerta sobre los esfuerzos del sector oficialista del Partido de la Liberación Dominicana para reformar la Constitución de la República Dominicana, debe ser analizada desde otra perspectiva. No se trata de una iniciativa solitaria,sino que fue el resultado de la política adoptada por el Senado de los Estados Unidos, de manera unánime.
Importante es conocer a cabalidad el principal párrafo de su comunicación publicada el 16 de mayo de 2019: “A principios de este año, el Senado de los Estados Unidos aprobó por unanimidad una resolución (s.Res. 35) reafirmando su compromiso con los principios democráticos en Bolivia y en toda América Latina y el Caribe, respaldando los límites del período presidencial que prevalecen en el hemisferio como controles razonables, frente a una historia de golpes, corrupción y abuso de poder”.
En ese sentido, el Senado de Estados Unidos aprobó, en enero de 2019, a unanimidad, es decir, tanto republicanos como demócratas los siguientes términos resolutivos: Primero, que apoya las transiciones democráticas del poder a través de elecciones en la mayoría de países de América Latina y el Caribe; Segundo, que reconoce el significado histórico de las elecciones de Bolivia en 2005; Tercero, expresa su preocupación por los esfuerzos para bordear los límites al término del período presidencial en Bolivia; Cuarto, apoya que se mantengan los límites prevalecientes a los períodos presidenciales en América Latina como un control razonable en contra de la historia de golpes, corrupción y abusos de poder.
Como se puede apreciar, no se trata de una solicitud unilateral de un senador de Estados Unidos, ni tampoco se trata de una acción que tuvo su origen en el país.
Al contrario, el senador Menéndez es miembro de rango del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, y desde esta función, se ocupa de diversos temas, entre ellos, el desarrollo de la democracia en América Latina.
Lo trascendente es que esta Resolución 35, obtuvo la unanimidad de los votos, lo que significa que ese tema, el del retorcimiento institucional para reformar constituciones y cambiar los términos de elección de los presidentes, cuenta con el rechazo de todos los senadores de Estados Unidos.
Así como Jimmy Carter llamó a Joaquín Balaguer para que entregara el poder en 1978, luego de la victoria de Antonio Guzmán. Esa misma característica tiene el llamado que hace el Senado de Estados Unidos para evitar que el cambio de reglas constitucionales trastorne la ya herida democracia dominicana.