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INTERNACIONAL CUMBRE UNIÓN EUROPEA -POLITICA INTERNACIONAL

La UE asume que la victoria de Trump le obliga a reforzar su competitividad, pero rehúsa dar pasos concretos| Victoria de Trump empuja a Europa a reforzar su defensa y pelear su autonomía global

La seguridad, la competitividad y la guerra en Ucrania marcaron la agenda del encuentro , ante la preocupación de que la administración Trump recorte los fondos destinados a la defensa de Ucrania frente a Rusia.

Los líderes de la UE se reúnen en Budapest con una pregunta candente: ¿Cómo hacer frente a Donald Trump

El incierto futuro de las relaciones entre la UE y Estados Unidos bajo una segunda presidencia de Donald Trump será uno de los temas principales cuando los líderes europeos se reúnan en Budapest.

Los líderes europeos han acudido a Budapest para una reunión de alto nivel que estará dominada por una cuestión candente: ¿Cómo hacer frente a Donald Trump?

De Bruselas a Varsovia, las capitales siguen procesando la sorprendente victoria del republicano y se preguntan qué puede significar su segunda presidencia estadounidense para el futuro inmediato del continente, ya sacudido por múltiples desafíos internos.

Entre sus promesas electorales, Trump ha presentado un plan para imponer aranceles generalizados a todos los productos de fabricación extranjera que entren en Estados Unidos, lo que, de aplicarse, podría causar estragos incalculables en la economía europea, tan dependiente de las exportaciones.

Su política de mano dura contra China podría obligar a Pekín a reorientar sus flujos comerciales hacia el continente y traer una nueva avalancha de productos baratos que desbarataría aún más la competencia en el mercado.

También se espera que Trump promueva las industrias nacionales de combustibles fósiles, que se retire (de nuevo) del Acuerdo de París y obstaculice los esfuerzos mundiales para mitigar el cambio climático.

La UE asume que la victoria de Trump le obliga a reforzar su competitividad, pero rehúsa dar pasos concretos

La victoria de Donald Trump en Estados Unidos ha activado todas las alertas en la Unión Europea. Esta es una percepción generalizada en la cúpula del club comunitario. La vuelta a la Casa Blanca del republicano, que ha prometido aumentar los aranceles a los productos europeos y que amaga con dejar solos a los Veintisiete en el apoyo a Ucrania, implica la necesidad de actuar con urgencia. Los líderes europeos reclaman dotarse de más herramientas para garantizar la seguridad y soberanía económica, aumentar la productividad para impulsar la competitividad de la economía y dar un salto en defensa para dejar de depender del paraguas del aliado americano. Pero la realidad es que los jefes de Estado y de Gobierno arrastran los pies a la hora de acordar pautas concretas que conjuguen —y sobre todo financien— los enormes retos sobre la mesa.

La Unión Europea ha acordado este viernes en Budapest “explorar y aprovechar todos los instrumentos y herramientas” financieras, así como “desarrollar” nuevas fórmulas para impulsar la competitividad europea, la industria y la transición verde e innovadora y las necesidades militares, según una declaración firmada por los líderes. “Hacer como si nada ya no es una opción”, añaden. Pero los mandatarios europeos no han puesto plazo para esas “nuevas herramientas”, con promesas que son demasiado “volátiles y nebulosas”, según critican varias fuentes diplomáticas y comunitarias. “Falta ambición pese a la urgencia el momento”, dice un alto cargo comunitario. “Es una ensalada tecnocrática de elementos”, dice otro.

El sentido de urgencia es ahora “mayor que hace una semana”, ha remarcado el expresidente del Banco Central Europeo Mario Draghi. “Europa ya no puede seguir posponiendo decisiones, como se ha visto todos estos años, porque esperábamos consenso. El consenso no llegó, solo llegó menor desarrollo, menor crecimiento y el estancamiento que tenemos hoy, así que espero que encontremos un espíritu unido para encontrar la mejor parte de estos cambios”, ha instado el antiguo primer ministro de Italia, que goza en Bruselas de una reputación de gran estadista. Draghi ha presentado este viernes a los líderes europeos su muy esperado informe sobre la competitividad europea, que pide financiar con deuda común un plan para reindustrializar Europa. El documento señala la necesidad de movilizar 800.000 millones de euros al año en inversiones para recuperar el terreno perdido con EE UU y China.

Además, el aumento de un 10% de los aranceles —o incluso más— de EE UU a todas las importaciones europeas puede costar unos 180.000 millones de euros a la Unión, según una estimación del Instituto de Economía Alemana. La Comisión Europea presentará en junio una estrategia para poner en marcha el informe Draghi, ha declarado este viernes la presidenta Ursula von der Leyen. Pero este plazo no compagina con la urgencia de la que hablan los líderes. La jefa del Ejecutivo comunitario recalca que en los últimos años se han hecho algunos avances, pero también que hay que identificar los puntos débiles y trabajar para solucionarlos.

Hubo intentos de hacer una declaración de intenciones mucho más ambiciosa para la reunión de Budapest, pero los líderes de la UE no se ponen de acuerdo en las fórmulas para pagar la enorme factura de no quedarse atrás. No hay apetito, por el momento, en poner sobre la mesa un instrumento de deuda común para financiarla. La mayoría de los líderes prefieren esperar al próximo presupuesto multianual europeo, que se presentará previsiblemente el próximo verano. O incluso al libro blanco sobre defensa que prepara Von der Leyen, más partidaria, no obstante, de clarificar primero en qué proyectos y planes se deben gastar los fondos. Solo después habría que ver cómo reunirlos.

La cumbre de este jueves —organizada por Hungría y la última con Charles Michel como presidente del Consejo Europeo, que en diciembre cederá el puesto al portugués Antonio Costa— no era para tomar decisiones de calado, sino para mantener debates estratégicos, dicen los diplomáticos. Incluso se llegó a pensar que los líderes boicotearían la cumbre negando su asistencia, dados los inicios tormentosos de Budapest en la presidencia semestral de la UE, con las reuniones del primer ministro Viktor Orbán con los líderes de Rusia, Vladímir Putin, y China, Xi Jinping, para hablar de Ucrania. Aunque la victoria del candidato republicano en EE UU puede ser un catalizador para que la UE empiece a ponerse las pilas y eleve la ambición de cara a la cumbre de diciembre, pocas semanas antes de la toma de posesión de Trump.

Un problema es que los 27 Estados miembros tampoco comparten un abordaje sobre cómo relacionarse con el próximo presidente estadounidense. Trump tiene ahora muchos más aliados a los mandos de la UE que en 2017, cuando inició su primer mandato. Ese será el enorme reto de esta legislatura.

Victoria de Trump empuja a Europa a reforzar su defensa y pelear su autonomía global

La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos empuja a los países europeos a potenciar sus propias capacidades de defensa ante el temor de que Washington dé un paso atrás en su apoyo armamentístico y financiero a Ucrania y a acelerar sus esfuerzos para competir en la economía global.

Budapest (Hungría) acogió el quinto encuentro entre los 27 Estados de la Unión Europea y otros veinte países del continente, entre ellos Reino Unido, Ucrania, Turquía, los países de los Balcanes Occidentales o los socios del Cáucaso, que se vio marcado por la victoria de Trump y sus posibles consecuencias para el continente.

En un contexto salpicado por la invasión rusa en Ucrania, las crecientes tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, la pérdida de competitividad de las economías europeas con respecto a estas potencias y desafíos globales como el cambio climático, los europeos ven en el retorno del republicano a la Casa Blanca el último toque de atención para reducir sus dependencias del exterior.

En ese sentido, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, insistió en que Europa debe defender su economía y su modelo democrático y consideró que, con 700 millones de ciudadanos, Europa está en disposición de ser una «potencia geopolítica» plenamente independiente e influyente en el mundo. «Si queremos podemos retomar el control», aseveró.

«Creo que ha llegado el momento de despertar de nuestra ingenuidad geopolítica y de darnos cuenta de que tenemos que comprometer recursos adicionales para poder hacer frente a los grandes retos, a las cuestiones de competitividad y de defensa europea», resumió el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.

En la misma línea, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que la UE trabajará en su propia agenda estratégica, aunque está «dispuesta a profundizar sus vínculos con Estados Unidos», y confió en que la nueva administración estadounidense siga comprometida con el apoyo a Ucrania.

El futuro inquilino de la Casa Blanca tiene en Europa uno de sus mejores aliados precisamente en el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, anfitrión de la cita, quien en la rueda de prensa tras el encuentro elogió a Trump y aseguró que brindó con vodka tras conocer su victoria.

Orbán, próximo también a Putin, y verso suelto en la UE, aseguró que el cambio de mando en Washington «cierra un capítulo y abre otro nuevo» en lo que respecta a Ucrania, y llamó a Europa a replantearse el alcance de su apoyo a Kiev.

«La gente en Europa cada vez está menos preparada para financiar una guerra que no entiende exactamente, que no entiende su objetivo y que nadie garantiza cuánto tiempo durará», dijo Orbán, reiterando su llamada a un «alto al fuego» en el conflicto como un «primer paso» para lograr la paz.

El primer ministro eslovaco, el populista de izquierdas Robert Fico, también partidario de un alto al fuego, ya ha advertido de que su país no aprobará que Europa asuma «la responsabilidad financiera completa sobre Ucrania».

El discurso de estos mandatarios contrasta con el de la mayoría de socios de la Unión Europea, que desde el inicio de la guerra en 2022 han reiterado que apoyarán a Kiev «tanto tiempo como sea necesario».

“Europa no puede seguir posponiendo decisiones”, insta a los líderes el expresidente del Banco Central Europeo Mario Draghi

En la reunión de la Comunidad Política Europea en Budapest, los mandatarios europeos abogan por una Europa que sea una «potencia geopolítica» independiente e influyente en el mundo.

«Creo que ha llegado el momento de despertar de nuestra ingenuidad geopolítica y de darnos cuenta de que tenemos que comprometer recursos adicionales para poder hacer frente a los grandes retos, a las cuestiones de competitividad y de defensa europea», resumió el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.

En la misma línea, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que la UE trabajará en su propia agenda estratégica, aunque está «dispuesta a profundizar sus vínculos con Estados Unidos», y confió en que la nueva administración estadounidense siga comprometida con el apoyo a Ucrania.

«La gente en Europa cada vez está menos preparada para financiar una guerra que no entiende exactamente, que no entiende su objetivo y que nadie garantiza cuánto tiempo durará», dijo Orbán, reiterando su llamada a un «alto al fuego» en el conflicto como un «primer paso» para lograr la paz.

EURONEWS ESPAÑOL – DW – EL PAÍS – EITB.EUS

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