Orientación Política y Ciudadana

Cuántas veces debe engañarle un político corrupto? No se vota por los indecentes

Presentando antes todo el respeto hacia los políticos que con transparencia, respeto y ética se desempeñan , siendo dignos representantes de la política como ciencia de servicio a las naciones y a las sociedades.

Elegimos políticos delincuentes o elegimos delincuentes para ser políticos??

Una grave ecuación que debemos definir para poner corte absoluto a los sistemas contaminados por la corrupción y la indecencia. Políticos indecentes, que engañan y han engañado, insisten en que se les otorgue el beneficio del voto.

Otro dilema a reflexionar: ¿El votante de políticos corruptos es cómplice moral de esa corrupción? 

Una afirmación, conlleva una carga moral y de conciencia muy pesada para el votante que benefició con su voto a un político corrupto e indecente.

“La indecencia corrompe al político y corrompe también a la sociedad”, dice Emilio Lledó

Digamos que no todos los políticos nos engañan y que no nos engañan todo el rato. 

Que los ciudadanos seamos engañados una vez. Eso es fácil. ¿Pero dos? ¿Y tres? ¿Y cuatro?…

“Un político no puede convivir con la mentira, con la falsedad, manteniendo la idea de la tradición de la filosofía política que dice que la política es un saber imprescindible, la más arquitectónica de las ciencias porque lo compone todo. En la política como ciencia No caben la indecencia, la inmoralidad, la mentira.

Me sorprende que, siendo conscientes de esa indecencia, se vote a los indecentes. Y este análisis está aún por hacerse”, comentaba en la Ser Lledó. Y suena tan evidente. “La indecencia corrompe al político y corrompe también a la sociedad”.

¿Estará ahí la clave de todo? ¿Será un círculo sin fin que se retroalimenta: tú me votas, yo me corrompo, tú te corrompes, tú entonces me vuelves a votar…? La corrupción se crea, se instala, se expande, hasta se asume (“todos lo hacen”) y aún está por ver si se destruye. Pero nos afecta a todos, no sólo a los corruptos. “Nos afecta tanto, y de tantas maneras, que tal vez la pregunta podría ser planteada a la inversa y mantendría todo su sentido: ¿en qué no nos afecta?”, se pregunta el filósofo y político Manuel Cruz –es portavoz del PSOE en la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados– en Hartos de corrupción. 

“Cuando la corrupción se institucionaliza y se hace general, termina capilarizándose y llegando a todos los niveles de la vida social. Todos hemos escuchado a nuestro alrededor a personas que excusaban pequeñas corruptelas con el argumento de que si las mayores estaban permitidas, carecía de importancia cualquier desmán que estuviera por debajo”.

Piensa y decide evitando la manipulación

Si, como dice Emilio Lledó, lo verdaderamente importante, antes incluso que la libertad de expresión, es la libertad de poder pensar sin estar manipulados, ¿la extensión y asunción de la corrupción como un mal inherente a la política no supone una manipulación y, por tanto, podría impedir expresarse en las urnas libremente?

No votar por politicos indecentes y corruptos

La indecencia , la corrupción, los corruptos y el corruptor, el circulo del desastre institucional y de cualquier nación, se rompe, no votando por políticos indecentes y corruptos.

Reflexión

» Detrás de todo político corrupto, están los votos de quienes le llevaron al cargo»

Adaptación Fuente
Amalia Mosquera