Lo que es peor, pretender descalificar a un verdadero embajador deportivo como Pedro Martínez sobre la base de que no es “economista”. Contrario a muchos personajes que hoy en día exhiben fortunas que no pueden explicar su origen, nuestro Pedro Martínez si puede explicar con lujo de detalles cada centavo ganado en buena lid, sobre la base de exhibir su extraordinario talento en el mejor béisbol del mundo, al punto de que forma parte del nicho de los inmortales de Cooperstown.
Por Héctor Gómez
En este país estamos llegando a un nivel de intolerancia preocupante. Escuchar a supuestos “líderes de opinión” querer descalificar a una gloria deportiva como Pedro Martínez por el simple hecho de emitir una opinión sobre un tema en particular, raya en lo ridículo, da asco.
Lo que es peor, pretender descalificar a un verdadero embajador deportivo como Pedro Martínez sobre la base de que no es “economista” para hablar de la situación económica que atraviesa nuestro país, es el colmo de la soberbia y una negación al libre debate de las ideas y de la famosa frase de Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz“.
Si este tipo de irrespeto e intolerancia se comete contra una gloria deportiva como Pedro Martínez, ¿qué será de aquellos dominicanos que no tienen su peso y trascendencia nacional e internacional?.
Contrario a muchos personajes que hoy en día exhiben fortunas que no pueden explicar su origen, nuestro Pedro Martínez si puede explicar con lujo de detalles cada centavo ganado en buena lid, sobre la base de exhibir su extraordinario talento en el mejor béisbol del mundo, al punto de que forma parte del nicho de los inmortales de Cooperstown.
Usted puede disentir sobre tal o cual punto de vista, eso es parte del libre juego de las ideas, de la democracia, pero de ahí a descalificar al otro con frases y epítetos insultantes por el simple hecho de no coincidir con usted, deja mucho que desear de alguien que se autodenomine profesional, intelectual y líder de opinión.
Finalizo con esta frase de antología del gran José Martí: “Si no luchas, ten al menos la decencia de respetar a quienes sí lo hacen“.