Opinión
Santo Domingo.- Monchy Fadul, el Procurador Jan Alan Rodríguez y el Dr. Servio Tulio Castaños expresan su opinión sobre la criminalidad que afecta actualmente a la sociedad dominicana.
Editorial de Hoy
Semanas de Sangre y Fuego
Trece asesinatos cometidos en corto tiempo con evidencias de corresponder a las actuaciones del narcotráfico en el país, elevan dramáticamente la preocupación de la sociedad por un tipo de violencia criminal exacerbada; sucesos que por su gravedad sobrepasan para la atención pública las fronteras del bajo mundo o meramente inscritos en los enfrentamientos internos y con autoridades. Conturbadores para la colectividad por su relación con un comercio clandestino que cobra visibilidad con daños sociales y un poder de fuego que las autoridades deben frenar con energía, sin apartarse de la ley ni de los procedimientos.
Un desafío que va directamente al Ministerio Público al que por derecho corresponde estar al frente de las investigaciones.
El papel de la Policía y de otros organismos de los mismos fines persecutorios debe ser, como está previsto, de auxilio y respaldo a lo judicial, tratándose además de cuerpos que hacen valer el principio del monopolio de la fuerza por parte del Estado, que les hace disponer de instrumentos y recursos técnicos para cumplir sus fines.
Debe aceptarse la realidad que la participación de algunos miembros de esos cuerpos en los recientes escenarios de una lucha que cobra cruenta intensidad debe ser objeto de investigación, primordialmente, desde un nivel legal independiente y superior a los mecanismos represivos en garantía de control sobre ellos.
Último caso
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Fuentes