Iglesia Cristiana Casa de Zion, Apostol Jhonnie Martínez
En Hechos 9, vemos la historia del encuentro de Saulo con el Señor
Saulo salía de la sinagoga cuando, en el camino, el Señor le sale al encuentro, y Saulo pregunta: ¿quién eres Señor? Qué triste ir a la iglesia, y no saber quién es Dios. Cuánta gente va a la iglesia, a la casa del Señor, pero no conocen a Dios, no saben quién es él.
Cuando Jesús le responde, Saulo pregunta: ¿qué quieres que yo haga?
¿Has tenido un encuentro con Dios en el que él te haya dicho lo que él quiere que tú hagas?
Claramente la biblia nos dice que Saulo salió de la iglesia, y salió con cartas que decían lo que él tenía que hacer. Pero una cosa es que el hombre determine lo que tú tienes que hacer y otra cosa es lo que Dios ha determinado que tú debes hacer.
Hay gente que va caminando, como Saulo, con buenas intenciones, pero las cartas que tienen son las cartas equivocadas, porque son cartas en las que es el mundo quien los define.
No podemos juzgar a Saulo como un hombre de malas intenciones. Estaba haciendo lo incorrecto, pero tenía permiso para hacerlo. Él iba a las sinagogas, y escuchaba de sus líderes lo que él entendía que tenía que hacer, y salía con cartas que le autorizaban a matar.
Una de las peores cosas que hay es un cristiano con buenas intenciones. Un cristiano con buena intención te mata. Nosotros no vivimos bajo buenas intenciones, sino que tenemos que ser dirigidos por el poder del Espíritu Santo, porque no siempre lo que nosotros pensamos que es bueno hacer es lo que el Señor dice que nosotros tenemos que hacer.
Probablemente has tomado desiciones y después te encuentras con que el resultado no es el que esperabas. La intención es buena, pero la dirección era la incorrecta.
Puedes haber estado caminando toda tu vida bajo la dirección de unos padres que no conocían el llamado de Dios para tu vida y que te forzaron, con buena intención, a estudiar algo para lo cual tú no fuiste llamado.
Tus malas desiciones del pasado te pueden haber dirigido a un trabajo que la única razón por la que estás ahí es por las deudas. No te levantas con pasión, no tienes ningún deseo de hacerlo, y quizás lo haces bien, y has tenido éxito, pero no es lo que Dios te llamó a hacer.
Tiene que haber un día en tu vida donde tú le preguntes al Señor: ¿qué tú quieres que yo haga?
Hay un día en el que Dios te confronta con lo que él piensa de ti, y lo que él piensa para ti. Y ese día es el día de tu cambio.
Saulo pensaba que estaba haciendo las cosas bien, y Cristo le dijo: me estás persiguiendo a mí. En vez de trabajar para lo que Dios tenía para él, Saulo estaba trabajando en contra de Cristo.
No estamos hablando de un mundano, sino de un creyente que salió de una iglesia con unas cartas para matar a otros creyentes, con la mejor intención del mundo, y con la autoridad para hacerlo. Pero un día fue confrontado con lo que Dios pensaba de lo que él estaba haciendo.
¿Estarás tú listo para escuchar lo que Dios piensa de ti? ¿Te ha confrontado Dios con lo que tú estás haciendo? ¿Te ha preguntado Dios si fue eso lo que él te mandó a hacer?
Porque no se trata de lo que otro te haya dado permiso para hacer, sino de lo que Dios te dijo que tú tenías que hacer. Que tengas un excelente y próspero día. Vamos por más por el poder del acuerdo en el nombre de Jesús.
@LaVozDelPRM #SomosPRM #YoCreoEnTi #ElCambioSigue