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Iglesia Cristiana Casa de Zion con el Apostol Jhonnie Martínez

En Corintios 11:23, en adelante, vemos la institución de la cena del Señor. En estos versos, Pablo dice que la razón por la que hay enfermos, debilitados y dormidos entre ellos es porque no tienen el discernimiento correcto al momento de tomar la cena.


Jesús dijo que tomáramos de la copa, y comiéramos del pan, en memoria de él.


Tu memoria te puede enfermar, o te puede libertar. Tu memoria te puede atar y mantenerte preso, con recuerdos de las dificultades y los errores cometidos del pasado. Estas cosas hacen que vivamos vidas frustradas y de angustia. Son recuerdos que traen culpabilidad, dolor, tristeza, condenación y amargura. Son estos recuerdos los que limitan el desarrollo, la felicidad, la satisfacción, el descanso, el gozo.


Es el mismo Pablo quien también, en otra ocasión, nos exhorta a que olvidemos lo que queda atrás y sigamos hacia adelante. Y es que hay cosas del pasado que tenemos que dejar en el pasado, pero hay cosas que tenemos que recordar, porque al recordarlas recibimos libertad.


Hay tres cosas que debes recordar un día como hoy, Viernes 14 de febrero del 2025


Lo primero que tiene que estar marcado en tu corazón es el cuerpo de Cristo, representado por el pan. El cuerpo de Cristo fue molido en la cruz del Calvario. Jesús tomó el pan y lo partió, y dijo que de la misma manera su cuerpo fue partido por nosotros.
Lo primero que tienes que recordar un día como hoy, es que hoy es el día de tu sanidad, día de tu liberación física. Él recibió trenta y nueve azotes, llevando todas nuestras enfermedades. No hay enfermedad que puedas experimentar que Cristo no haya sanado ya en la cruz del Calvario. No hay enfermedad de la que no puedas reclamar sanidad.
Por su llaga, tú has sido curado.


Lo segundo que tenemos que recordar es el poder libertador de la sangre de Cristo. En repetidas ocasiones durante todos los sucesos desde el Getsemaní hasta la cruz, Cristo derramó sangre por ti. Cuando estaba orando, cuando recibió latigazos, cuando le pusieron la corona, cuando le clavaron las manos y los pies. Y lo hizo para libertarte de la opresión del pasado, para que puedas vivir una vida plena, una vida de victoria.
Cuando recibes a Jesucristo como tu Salvador, esa sangre que fue vertida por ti en la cruz del Calvario se activa, te limpia de todo pecado, y te cambia de posición, llevándote de las tinieblas, a la luz admirable. Aseguras la vida eterna y el pecado es dejado atrás.
Pero la liberación que trae la sangre de Cristo a tu vida va más allá que una liberación espiritual, liberándote también de las consecuencias negativas de las decisiones del pasado. La sangre de Cristo tiene el poder de liberar tu mente de la condenación que te ata y te paraliza.
La sangre de Cristo no es tan sólo para darte la vida eterna, sino para vivas hoy una vida plena en Cristo Jesús, libre de la culpabilidad, de la condenación, de la depresión, para que puedas alcanzar todo lo que Dios tiene preparado para ti.
Reclama la sangre de Cristo sobre tu vida y recibe libertad.


Lo tercero que tenemos que recordar en el día de hoy es el sacrificio.
En Genésis 3:15, Dios dice que la semilla, la simiente, le aplastaría la cabeza al diablo. Y Jesús vino a ser esa semilla que le aplastó la cabeza al enemigo.
Jesús es la preciosa semilla. La preciosa semilla es lo mejor que una persona puede dar. Dice en Juan 3:16 que de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo. Dios dio lo mejor.
Hoy es uno de los días más fértiles en el mundo espiritual. Cuando entras en este principio espiritual de la preciosa semilla, los resultados son multiplicadores.
Cristo es la semilla, al tercer día resucita, y todavía al día de hoy sigue dando frutos. Ese es el poder de la preciosa semilla.
Dios sembró la semilla más grande
Hoy es día de concienciar en el poder de una semilla, la preciosa semilla, y permitirle a Dios que te dé revelación, y que ponga semilla en tu mano para sembrar.
Hoy es día para recordar tres cosas. En primer lugar, que por su llaga tú has sido curado. En segundo lugar, que por su sangre tú has sido perdonado. Y en tercer lugar, que hoy celebramos la semilla más grande jamás plantada en la historia del hombre, que todavía sigue dando fruto. Que tengas un excelente y próspero día. Vamos por más por el poder del acuerdo en el nombre de Jesús.

@LaVozDelPRM #SomosPRM #YoCreoEnTi #ElCambioSigue

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