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El presidente estadounidense, Joe Biden, participó este domingo en una misa en recuerdo de Martin Luther King y ofreció un discurso en el que habló del “momento crítico” que viven Estados Unidos y el mundo, y de lo necesario que es seguir luchando por la democracia.

Aunque no se refirió a la crisis que atraviesa por el hallazgo de numerosos documentos clasificados en su casa y en su oficina, el mandatario hablo de oscuridad y de redención: “No necesito decir que no siempre estamos en nuestro mejor momento. Somos falibles, fallamos y perdemos la fe, pero la historia nos enseña que por muy oscura que sea la noche, la alegría llega por la mañana”, dijo.

En el día en el que el defensor de los derechos civiles habría cumplido 94 años, Biden se convirtió en el primer presidente estadounidense en activo en hablar en una misa dominical en la Iglesia Baptista Ebenezer, ubicada en Atlanta (Georgia), en la que Luther King Jr. (1929-1968) ejerció como pastor desde 1960 hasta su asesinato en 1968 y en la que se celebró su funeral.

“He hablado ante el Parlamento, reyes y reinas, líderes de todo el mundo, pero esto es intimidante”, dijo Biden en el púlpito, rodeado de un coro de góspel que ofreció varias canciones en la misa oficiada por el pastor de Ebenezer, el senador demócrata estadounidense Raphael Warnock.

Con numerosas alusiones bíblicas, Biden -católico practicante- ofreció un discurso en el que habló del “punto de inflexión” que viven Estados Unidos y el mundo: “Lo que suceda en los próximos seis u ocho años va a determinar cómo será el mundo durante los próximos 30 (…) El mundo está cambiando y hay mucho en juego”, afirmó.

Es, por tanto, un momento de “hacer tangible la visión del Dr. King”, “de elegir la democracia sobre la autocracia” ya que “nada está garantizado”.

“Es una lucha constante entre la esperanza y la justicia, la bondad y la crueldad, contra el racismo, el extremismo, la insurrección”, agregó.

N Digital

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