Ministerio de Medio Ambiente
Santo Domingo. – Al celebrarse este sábado 8 el Día Internacional de las Aves Migratorias, es bueno destacar que la Isla Española ocupa en el área del Caribe una posición geográfica favorable para la llegada de numerosas especies de aves, que hacen uso de los recursos que poseen los distintos ecosistemas para sobrevivir en el tiempo que están de paso.
Estas aves, que solo en la isla se han contabilizado alrededor de 150 especies, llegan a resguardarse del frio y parir, proporcionando beneficios fundamentales a los ecosistemas, funcionando como controladores biológicos, polonizadores y dispensadores de semillas, además de aportar fertilizantes al suelo que son indicadores de la salud de los ecosistemas.
En este año que el Día Mundial de las Aves Migratorias se conmemora bajo el lema “Canta, vuela, vuela, ¡como un pájaro!”, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, hace un llamado a toda la población dominicana a trabajar en concordancia con los proyectos que impulsa la institución para crear espacios saludables en la preservación de estas especies.
Es importante que bajo el amparo de la Ley General de Gestión integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos, 225-20, todos los dominicanos eviten la contaminación del plástico que provoca la muerte de millones de estas especies marinas.
En ese sentido, el Ministerio trabaja en planes para evitar la deforestación y el maltrato a las especies que son de las principales amenazas que presentan.
El Ministerio llama de forma especial a crear jardines en los hogares que permitan que estas especies se alimenten y puedan resguardarse, además de colocar cortinas en las ventanas de los edificios altos para no confundir las aves en sus vuelos y hacer que choquen con los vidrios, provocando su muerte.
Como país somos gente cálida, demostremos este amor, cuidando y respetando las aves migratorias.
Sobre las aves migratorias
Se consideran aves migratorias a las especies que se reproducen durante el verano en la Región Norte, principalmente en Estados Unidos y Canadá, y pasan el resto del año en Centroamérica, el Caribe y Sudamérica en otoño-invierno.
Algunas especies migran durante el día utilizando la posición del sol para orientarse, otras viajan de noche siguiendo la posición de las estrellas. La migración nocturna es más favorable, debido a que el gasto energético y la depredación son menores.
Las aves migrantes ahorran energía acumulada en forma de grasa en el cuerpo que les permite permanecer varios días sin consumir alimento.
Además, estas especies migrantes tienen las alas más largas y puntiagudas que las no migratorias, un rasgo que minimiza aún más la resistencia al aire; sus músculos pectorales tienden a ser más largos y compuestos de fibras y vasos sanguíneos que transportan oxígeno y nutrientes.
El tiempo de migración varía según las especies, un viaje de ida puede durar desde unas cuantas semanas hasta cuatro meses. Para completar la migración, las aves realizan una serie de vuelos, mientras otras necesitan realizar escalas para descansar y reabastecerse de energía a través del consumo de más alimento.
Las distancias que recorren las aves en la migración varían por especies, por ejemplo, la candelita (Setophaga ruticilla) puede recorrer una distancia de 30 a 160 kilómetros por día, mientras, el playero pechirrojo (Calidris canutus) viaja 16,000 kilómetros sólo en el viaje de ida.
En el territorio nacional se han identificados algunas rutas migratorias como: La Ruta costera del Atlántico, que va desde el Norte de los Estados Unidos de América, atravesando la Cordillera Central. Esta ruta trae aves del centro y el oriente de Canadá y Estados Unidos.
También la Rutas de las Montañas Rocosas. Su eje direccional va desde la zona centro occidental del territorio norteamericano hacia México, Centro América y Sudamérica; la Migración Primavera que es el movimiento contrario a la salida de aves migratorias, en dirección Sur-Norte, durante los meses de marzo y abril.
Y por último la migración otoño que se realiza desde principio de septiembre, en este tiempo comienza la entrada de patos migratorios con incremento en el periodo de octubre-noviembre.