2026: cambios para @PRM_Oficial, cautela en la FP y definición en PLD

2026: cambios para @PRM_Oficial, cautela en la FP y definición en PLD

EL CARIBE @ElCaribeRD

El próximo año 2026, antesala de la definición del escenario electoral para la competencia por el poder en las elecciones de 2028, encuentra a los tres principales partidos con desafíos distintos en el proceso de preparación de sus maquinarias para la definición o fortalecimiento de su espacio electoral y la composición de la boleta para competir por los cargos de elección popular en la cita de febrero y mayo de 2028.

En ese sentido, el próximo año será de cambios para el oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM), que estrenará nuevas autoridades y se da por hecho que el presidente Luis Anbinader asumirá la presidencia de la organización. Mientras, otra figura ocupará la secretaría general, debido a que Carolina Mejía tiene un proyecto presidencial y los estatutos del PRM prohíben a sus autoridades aspirar a la presidencia o vicepresidencia de la República. Mejía, y José Ignacio Paliza, completarán dos periodos para un total de ocho años al frente de la organización, en la que han cosechado gran éxito político y electoral.

El proceso de renovación del PRM, que debería completarse en el primer semestre del próximo año, podría ser una medición de las fuerzas internas de cara a la competencia por la candidatura presidencial de 2028, debido a que la salida del presidente Abinader de la presidencia de la república impactará su control interno y el escenario es propicio para que otros dirigentes amplíen su espacio de liderazgo en el partido oficial.

El éxito político del partido oficial se debe al liderazgo compartido entre Abinader y el expresidente Hipólito Mejía, pero el expresidente ya tiene la fórmula para mantener o, incluso ampliar, su espacio interno al tener identificada su heredera política, su hija Carolina.

El próximo año quedará más claro si la dupla Mejía-Abinader mantendrá el control de la organización y la mejor muestra será la secretaría general, si continuará o no bajo el dominio de Hipólito.

La perspectiva de Abinader es distinta y, por tanto, los liderazgos que surjan en la organización se alimentarán del luisismo.

El PRM también podría ampliar su Dirección Ejecutiva para incluir algunas figuras que esperan en el banco y en la cultura de los partidos políticos prefiere aumentar sus organismo en lugar de someter a votación la cúpula para ocupar un asiento en el máximo organismo.

Además del proceso de renovación, el PRM tendrá que hilar fino para evitar que las aspiraciones por la candidatura presidencial se desborden un año antes de la fecha de definición de los cargos de elección popular.

Igualmente, habría que observar si los dirigentes que tienen proyectos presidenciales y ocupan cargos en el gobierno van a renunciar para dedicarse por entero a desarrollar sus proyectos para el 2028.

Entre los aspirantes del PRM que ocupan cargos por decreto, figuran el ministro de Turismo, David Collado; el director de Aduanas, Eduardo (Yayo) Sanz Lovatón, el director del Instituto Nacional de Agua Potable (Inapa), Wellington Arnaud; el director del Plan Social, Tony Peña Guaba y el presidente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), Guido Gómez Mazara.

Una decisión de salida del Gobierno de ese grupo de funcionarios representaría un desafío para la gestión del presidente Abinader, debido a que la mayoría tienen gestiones con buenos resultados y sin ruidos, con la excepción de Peña Guaba.

Además, aspiran a la candidatura del PRM, Carolina Mejía, alcaldesa del Distrito y no puede renunciar por ocupar n cargo de elección popular y la vicepresidenta, Raquel Peña, tampoco puede dejar su cargo porque fue electa mediante el voto.

En el caso de la vicemandataria, dirige varios gabinetes del gobierno y es una de las funcionarias con mejores resultados en las tareas que se le asignan, por lo que prescindir de su trabajo no es un reto menor para la gestión del presidente Abinader.

En cuanto a los procesos partidarios, el PRM inició una campaña de afiliación de miembros que persigue depurar el padrón de militantes que se usará para elegir las candidaturas a cargos de elección popular en las primarias del 2027. Igualmente, el PRM definió con tiempo el método de elección para la composición de la boleta en las elecciones de 2028.

En un retiro de la cúpula del partido azul en Jarabacoa en septiembre pasado, la organización determinó que sometará a votación interna todos los cargos de elección popular para las elecciones de 2028.

FP necesita cautela en administrar contexto político

La Fuerza del Pueblo (FP), principal partido de oposición, concluyó con éxito el proceso de renovación interna en el marco del primer Congreso de elección de autoridades.

La organización cerró el año con una manifestación que la colocó en la agenda de la opinión pública y una estrategia de oposición que se hizo sentir con temas como la demanda por la indexación salarial y denunció el caso de corrupción de mayor impacto al gobierno del PRM, en el Seguro Nacional de Salud (Senasa) que llegó a los tribunales y ha provocado una gran repulsa social.

Igualmente, la FP y su líder y presidente, Leonel Fernández, desarrollaron una agenda de juramentaciones de dirigentes de otras organizaciones, especialmente provenientes del PLD y del propio partido de gobierno.

La organización tiene la ventaja de la definición de su candidatura presidencial, Leonel Fernández, ante sus competidores, el PLD y el PRM.

El 2026, encontrará a la FP en un bueno momento político, pero sin agenda.

La organización está obligada a seguir jugando un papel de oposición que la mantenga en la opinión pública, sin que el propio proceso de contrapeso al gobierno se convierta en desgaste para los verdes.

Desde la perspectiva estratégica, el partido de oposición necesitaría un esquema de actividad política renovado combinado con lo que ha hecho hasta ahora, juramentaciones de dirigentes de otros partidos, ruedas de prensa y declaraciones de críticas a las ejecutorias del gobierno.

El contexto de la FP, beneficiado por la caída del PLD y el desgaste del Gobierno y el PRM, la obliga a desarrollar una estrategia que contenga el triunfalismo que podría instalarse en el ánimo de los dirigentes y miembros de esa organización más de dos años de las votaciones. Igualmente, el partido verde tiene pendiente la tarea de fortalecer el liderazgo local, la mayor debilidad que ha exhibido desde su formación hace seis años.

PLD ante tarea encontrar la candidatura

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que el pasado 15 de diciembre cumplió 52 años de fundado, es la organización política de mayor éxito electoral en la historia del país, pero su suerte empezó a cambiar en 2020 cuando inició su caída que lo ha colocado en tercer lugar en las preferencias de los electores. Sin embargo, la organización, bajo el liderazgo de Danilo Medina, ha hecho un esfuerzo por resistir ante los embates que ha enfrentado, y en esa estrategia logró salir airoso del proceso de renovación interna y se fortaleció en su rol de oposición en el año que casi termina.

Para el 2026, el reto del partido morado es encontrar una candidatura presidencial que proyecte posibilidades de triunfo y así evitar que más dirigentes y militantes sigan abandonando las filas de la organización y lo saque del incómodo tercer lugar en las preferencias electorales en el que se encuentra.

Ese proceso tiene dos retos relevantes para el partido morado, evitar una nueva división y que adelantar la elección no genere un choque con las instituciones del sistema electoral que lo conviertan en blanco de una ola de críticas en la sociedad.

El Tribunal Superior Electoral (TSE) ya emitió una sentencia que detuvo la agenda del PLD para adelantar la escogencia de la candidatura presidencial y la JCE ha emitido varios comunicados de advertencia a las organizaciones políticas para que respeten los plazos de la ley para la campaña y precampaña electoral.

La comisión de protocolo y unidad entre los aspirantes a la candidatura presidencial, en una reunión en la que también participó Medina, acordó convocar al Comité Central en enero de 2026 y la definición de la candidatura en el último trimestre del próximo año. La decisión cuenta con el consenso de los dirigentes identificados con precandidaturas pues ninguna ha expresado inconformidad.

Se espera que al inicio de 2026 se una a la carrera por la candidatura del PLD el excandidato presidencial para las elecciones de 2020, Gonzalo Castillo, así como el exministro de Economía, Juan Ariel Jiménez.

Hasta ahora, aspiran oficialmente Abel Martínez excandidato en las pasadas elecciones, así como Francisco Javier García, Charles Mariotti y Francisco Domínguez Brito. La exvicepresidenta, Margarita Cedeño, no ha oficializado sus aspiraciones, pero su nombre nunca ha sido excluido de la lista de los presidenciables del ahora partido de oposición.

Los nuevos partidos para 2026

El 2026, también será relevante para el inicio de nuevos partidos políticos que buscarán reconocimiento en la JCE. Entre las nuevas formaciones que pedirá reconocimiento de personería jurídica en la JCE figuran Avancemos, del exdirigente del PLD, Carlos Amarante Baret. Ese proyecto ya se acercó a la FP y tiene una agenda de oposición.

Igualmente, otros partidos que perdieron el reconocimiento en las pasadas elecciones solicitarán de nuevo que la JCE le otorgue personería jurídica, como es el caso de Patria para Todos de Fulgencio Severino.

Actualmente, hay 34 partidos con reconocimiento y diez movimientos accidentales, conforme el resultado de las elecciones de 2024.

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