Por Vladimir Estrada
Excelencia en la gerencia política. Liderazgo del siglo XXI.- Por una política responsable.-Política básica 0-0.
A propósito de la marca personal y el liderazgo
Jamás olvidaré la célebre anécdota martiana estudiada en primaria, cuando el bandido autodenominado “rey de los campos de Cuba” Manuel García, fue a ofrecer dinero a José Martí para la causa revolucionaria: fondos notoriamente obtenidos a costa del robo y el pillaje. Y el Apóstol de la independencia de mi Patria, cuya causa estaba tremendamente urgida de fondos para sostenerse y mantener su beligerancia, se negó en redondo a financiar la guerra necesaria con dinero mal habido.
Y hay otros muchos ejemplos en la historia que confirman la validez de esta conducta. Porque en el ejercicio del liderazgo genuino y legítimo, el fin no puede ni podrá jamás disculpar los medios.
Los líderes (especialmente los políticos), tienen que asumir un hecho innegable: su liderazgo, si es genuino, legítimo y limpio, conquistado y no comprado, se basa únicamente en la influencia de índole personal que ejercen sobre sus liderados.
Personal, no coyuntural, no de conveniencia, no de favores ni de sobornos, no de negocios o maniobras turbias, ni de pactos o alianzas de momento y circunstancia.
Personal, de persona: los liderados sinceros y genuinos siguen y se comprometen y defienden y luchan por la persona que es usted y lo que representa su acceso al poder en términos de cambio situacional, servicio social y desarrollo integral de la comunidad y sus miembros, no solo ni necesariamente por las ventajas personales que su posicionamiento les aporte, aunque obviamente en algunos casos se lo aporte. Y si ello es con arreglo a la norma establecida, y no viola nada, que para bien sea.
Los otros “liderados”, esos que van por aquello (“dame lo mío”, dicen por acá), son solamente soldados del momento y de la conveniencia, que por demás, cambiarán de bando y rumbo cuando el contexto cambie: hoy siguen al “líder” Juan, y mañana, si Pedro paga o “resuelve” más, siguen a Pedro y lo erigen en “líder”.
Sobran ejemplos cercanos y distantes, tanto en tiempo como en espacio, para demostrarlo.
Vladimir Estrada.- Cubano. Padre. Profesor. Consultor gerencial y académico. Comunicador. Escribo mucho. Compongo música popular.
Reflexión.-