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Opinión por: Yoel Félliz Cuevas, Secretario general PRM Barcelona

Podrían tal vez engañarnos; pero si acudimos a los sucesos de la historia, incluso recientes, si hacemos un poco de análisis, el cual será tarea de un analista político de los muchos que andan pronosticando cada día por los medios con menor o mayor acierto; pero legítimamente argumentando las diferentes hipótesis que describen la política, sin embargo, no nos quedará la menor duda de que fue lo que sucedió realmente.

Podemos pensar o aludir a que fue fruto de las presiones de la sociedad, de organismos  sociales de alta reputación, de los partidos de la oposición, parcialmente fragmentado en la opinión de sus llamados lideres; de la presión internacional o quizás del cansancio o erosión que afectaba a un mandatario por los largos años en el poder y la acusación permanentes de corrupción e impunidad por parte de un amplio y casi mayoritario sector de la sociedad; pero todos estos factores juntos no reflejan la realidad del hecho, más aun sabiendo que el poder no se conserva intacto, si no, aumentándolo cada día más con el propósito de poder abastecer todo lo que en economía conocemos como; bienes finitos para necesidades infitas. los actores aquí implicados no fueron una excepción, al menos, en cuanto a intentarlo se refiere.

El hecho aquí no fue que no existió la persistencia y quizás hasta la obstinación del presidente en mantener el poder mediante una reforma constitucional, ni tampoco que no encontraron los votos de algunos  de los diputados dispuestos a jugarse su reputación aceptando a cambio el dinero que provenían del estado, o sea, de ellos mismos incluso, no, al fin y al cabo, dice Marx que no es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, es el ser social el que determina la conciencia; o mejor dicho en un lenguaje Dominicano, eso en cuatro años se olvida. El análisis debe y tiene que ser más profundo e incluso recordar que el presidente tuvo alrededor de un año en permanente zozobra y faltando el respeto a toda la sociedad diciendo que hasta marzo del 2019 no se pronunciaría en tal sentido, al parecer con toda la intención de ganar tiempo para hacer las investigaciones que le garanticen el hecho de seguir ocupando el palacio nacional como si de un patrimonio personal se tratara, fecha que no cumplió, como es costumbre en él, además, a sabiendas de que desde el mismo momento que dejaba abierta la posibilidad de optar nuevamente a un tercer periodo estaba violando la constitución.

En fin, conociendo los intríngulis del poder, lo inescrupulosos en el uso del mismo por parte del PLD. Y sus gobiernos, sabiendo que no han escatimado en cambiar las reglas del juego cuando han querido y utilizando el poder en contra de sus conciudadanos para hacer un uso patrimonialista del poder; aquí en realidad lo que ha sucedido es que las mediciones demográficas, las consultas al pueblo, hechas del poder y para el poder, no rindieron los resultados deseados y el presidente medina y su club de inhumanos no tenían la menor posibilidad de retener el poder en caso de que se hubieran decidido por una reforma a la constitución y una reelección del presidente, esta es la verdadera esencia del porque no se acometió desde el poder arrollador una re-postulación, nunca se trató en realidad de que no hubieran votos suficientes para dicha reforma, si hubieron líderes políticos que aludieron con su ambivalencia y confirmaron después del discurso del presidente que pusieron de manifiesto su verdaderas intenciones en caso de que hubieran sometido el proyecto de reforma; todo lo demás fue un teatro para construir un relato con el que vender ante el país a un personaje que jamás, y a pesar del clamor popular, se preocupó por constitución, jamás por más dinero que invierte desde el gobierno en publicidad  para lavar su imagen, jamás a pesar de sus llamadas visitas sorpresas y en las cuales nunca cumplía lo prometido al presidente le interesó la institucionalidad, la democracia y por ende cumplir la ley sus pretensiones siempre han estado al margen de todo esto y no  eran más que  permanecer en el poder.

Se sucedieron de manera alarmante las denuncias de  casos de impunidad  y corrupción, con signos de evidencias más que palpables a todos los sentidos, durante los dos periodos de su gobierno y nunca mostró una intención real de querer hacer justicia  y hacer cumplir con su juramento en la toma de posesión; por lo que queda más que claro que la ley y la constitución no son más que meros papeles decorativos ante un gobierno, que aunque llamado a respetarla y hacerla respetar, jamás ha creído en ellas como forma de orden y conformación de una república, por lo que podemos concluir que es verdad que los números no dieron la suma; pero no a estos números que ellos aluden, no a aquellos números  que quieren dejar entender al pueblo, sino, esos número que no se pueden revelar porque la construcción del relato para vender un gobierno y un partido con una imagen desastrosa, con una imagen de vergüenza anta la comunidad internacional, con unos índices de mediciones antes los  cuales no puede subsistir al menos que no sea tapada mediante millones de pesos diarios de publicidad, de no ser así no cabe  ni el relato hecho para intentar quedar bien ante la opinión pública.

Yoel Félliz Cuevas, Secretario General PRM, Barcelona

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