Panorama Internacional – Perú
Una nueva crisis política conmueve al Perú. En la tarde del lunes, el presidente Martín Vizcarra anunció la disolución del Congreso y el llamado a elecciones parlamentarias anticipadas. Pero el Parlamento decidió resistir la medida y unas horas más tarde votó la suspensión del presidente de la República y nombró como presidenta interina a la vicepresidente, Mercedes Aráoz.
La moción para suspender al mandatario por un año fue aprobada por unanimidad, en una sesión a la que asistieron solo 86 de los 130 parlamentarios. Un sector importante de la Cámara ya había abandonado el recinto en respuesta a la disolución, pero la mayoría, controlada por el partido fujimorista Fuerza Popular, insistió en rechazar el anuncio presidencial.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, se afianzó el martes en el poder tras disolver el Congreso, en una medida apoyada por la cúpula militar, gobernadores y alcaldes, y rechazada por el propio Legislativo, que en respuesta juramentó como jefa de Estado interina a la vicepresidenta Mercedes Aráoz.
Esta medida del Congreso abre interrogantes en Perú, que pasa a tener dos presidentes, Vizcarra y Aráoz, quien se había distanciado del actual gobernante, aunque ambos fueron elegidos como compañeros de fórmula de Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
Aunque el artículo de “suspensión temporal” está diseñado para situaciones de enfermedad del mandatario, Aráoz juró inmediatamente como presidente en funciones ante el jefe del Legislativo, el opositor Pedro Olaechea. “Es mi deber como ciudadana, mujer, madre y vicepresidente asumir este mandato. Lo más fácil habría sido renunciar. No me corro de mis responsabilidades por más difíciles que sean las circunstancias”, dijo Aráoz, quien calificó como “inconstitucional” la disolución del Congreso.
Vizcarra
Vizcarra había anunciado este lunes la disolución “constitucional” del Congreso peruano y llamó a un proceso electoral para elegir a un nuevo Parlamento, con el objetivo de poner fin a la crisis política que lo enfrentaba con la oposición dominada por el fujimorismo.“He decidido disolver el Congreso y llamar a elecciones de congresistas. Esto es un acto constitucional”, señaló Vizcarra en un mensaje al país por televisión al agudizarse un choque de poderes iniciado hace tres años y cerradas las vías de entendimiento entre el Ejecutivo y Legislativo.
La gota que rebalsó el vaso de agua para Vizcarra fue la negativa del Congreso a suspender una polémica designación de nuevos miembros del Tribunal Constitucional.
Vizcarra había lanzado el domingo un ultimátum al Congreso al anunciar que lo disolvería si este lunes le negaba un voto de confianza para reformar el método de designación de los magistrados, con lo que buscaba impedir que ese alto tribunal sea copado por la oposición.
El presidente del Congreso peruano afirmó que la disolución del legislativo es “un golpe de Estado”
Pedro Olaechea, presidente del disuelto Congreso de Perú, cuestionó la medida tomada por el jefe de Estado, Martín Vizcarra, a la que calificó como un “golpe de Estado”.
En una entrevista con Blu Radio de Colombia, el político opositor afirmó que la disolución del Legislativo fue una medida “ilegal”, dado que, según él, fue efectuada luego de que el mandatario fuera suspendido. “Nosotros lo hemos suspendido antes de que haya podido disolver el Congreso de manera extraña, ilegal. Primero fue la suspensión del presidente por un año. Él tenía que disolver exprés”, subrayó en diálogo con la emisora.
El legislador luego explicó que la suspensión de Vizcarra obedece a que, según la percepción de la oposición, el mandatario se tomó atribuciones constitucionales “que solo le competen al Congreso”, en referencia a la polémica elección de miembros del Tribunal Constitucional (TC). Es por eso que reafirmó que se trata de un “golpe de Estado”.
El apoyo. En contra
Durante la mañana de este martes, las calles de Lima y las principales ciudades del país mostraron la rutina y el tráfico cotidiano tras las manifestaciones de apoyo que recibió el lunes la medida anunciada por Vizcarra.
Solo el tránsito por las cercanías al Palacio Legislativo fue restringido por la Policía que permitió el paso de vecinos y trabajadores del Congreso vinculados con la Comisión Permanente, que debe mantener sus funciones hasta la elección del nuevo Legislativo, que Vizcarra convocó para el próximo 26 de enero.
Entre la ciudadanía es mayoritario el apoyo a la decisión de Vizcarra, ya que el Congreso, que dominaba el fujimorismo, es una de las instituciones más desprestigiadas ante la opinión pública, que considera que ha sido un obstáculo permanente para la lucha anticorrupción.
El principal pronunciamiento en contra lo ofreció la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales (Confiep), la principal patronal del país, que expresó su “enérgico rechazo” a la decisión del gobernante y aseguró que la disolución del Congreso ha sido una violación de la Constitución.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Miguel Cabrejos, pidió “un profunda reflexión” ante la situación y dijo que se debe mostrar “madurez política y social”.
“A pesar de esta crisis política creemos también que el momento actual es una oportunidad única para combatir el circuito de la corrupción grande y pequeña a todos los niveles”, enfatizó Cabrejos antes de invocar “el respeto al bien común”.
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