EN MEMORIA DE DOS GRANDES PERSONAJES ASESINADOS DEFENDIENDO EL MEDIO AMBIENTE Y LOS RECURSOS NATURALES

Francisco Alves Mendes Filho

ORLANDO JORGE MERA

Méndez fue un luchador pacífico, quien defendió incansablemente a su gente Y A LA SELVA AMAZÓNICA

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 Chico Méndez canción Mana letras

A Chico Méndez lo mataron
Era un defensor y un ángel
De toda la Amazonia

El murió a sangre fría
Lo sabía Color de Melo
Y también la policía

Cuando los ángeles lloran
Lluvia cae sobre la aldea
Lluvia sobre el campanario
Pues alguien murió

Un ángel cayó
Un ángel murió
Un ángel se fue
Y no volverá

Cuando el asesino huía
Chico Méndez se moría
La selva se ahogaba en llanto

El dejó dos lindos críos
Una esposa valerosa
Y una selva en agonía

Cuando los ángeles lloran
Es por cada árbol que muere
Cada estrella que se apaga

Oh, no, no

Un ángel cayó
Un ángel murió
Un ángel se fue
Y no volverá

Un ángel cayó
Un ángel murió
Un ángel se fue
Se fue volando en madrugada

Cuando los ángeles lloran
Cuando los ángeles lloran
Lloverá

Cuando los ángeles lloran
Cuando los ángeles lloran
Lloverá

Cuando los ángeles lloran
Cuando los ángeles lloran
Lloverá

Cuando los ángeles lloran
Cuando los ángeles lloran
Lloverá

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Francisco Alves Mendes Filho, también conocido como Chico Mendes, fue un sindicalista, ecologista y activista ambiental brasileño destacado a nivel nacional e internacional por su lucha en defensa de la Amazonia y por impulsar la Alianza de los Pueblos de la Selva.

Chico Mendes nació en Xapuri, Brasil, el 15 de diciembre de 1944. Fue hijo de Francisco Alves Mendes e Iraci Lopes Mendes. Se crio en un lugar donde predominaba el analfabetismo, el aislamiento, las carencias de todo tipo y la sobreexplotación. Con sólo once años, trabajó de seringueiro, como se llama en Brasil a quienes se dedican a extraer el látex, caucho, de los árboles de Hevea brasiliensis ―a los cuales se les llama shiringa o seringueira en portugués―. Al trabajar desde tan temprana edad no tuvo la educación adecuada: comenzó a aprender a leer y escribir, habría iniciado su alfabetización, hasta la edad de 18 años, gracias al apoyo de Fernando Euclides Távora, ex miembro del Partido Comunista Brasileño (PCB). Euclides también le mostró el camino que lo haría interesarse por el destino del planeta y la humanidad .[1]

En 1984, durante un encuentro nacional de trabajadores rurales, Chico Mendes defendió una propuesta: en ella, planteaba que la reforma agraria debería respetar los contextos sociales y culturales específicos. Un año después fundó, con otros defensores de la selva amazónica, el Consejo Nacional de Seringueiros ―o Consejo nacional de Extractores de Caucho―, en Brasilia, con el cual se abocó a la defensa del actual estado de Acre y de los indígenas recolectores del látex. Como miembro fundador del Consejo, Chico Mendes jugó un papel crucial en la organización de los extractores de caucho por la defensa de sus derechos y su supervivencia en la Amazonia contra la usurpación por parte de los rancheros y los comerciantes del caucho en sí, y la madera; los especuladores de la tierra, y los grandes proyectos de desarrollo financiados internacionalmente .[2]

Mendes fue un luchador pacífico, quien defendió incansablemente a su gente. También creó para ello a la Central Única de Trabajadores y el Partido de los Trabajadores, participando en la creación de Reservas Extractivas. En 1976 organizó la primera acción pacífica para frenar la tala de un seringal en Brasilia. Con otros seringueiros, impidió entre 1976 y 1988 la desforestación de 1.2 millones de hectáreas. En 1987 su lucha fue reconocida a nivel internacional: el Programa Global del Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le concedió el Premio Global 500 , [3]y la organización Better World Society (» Sociedad por un Mundo Mejor») le otorgó su medalla por la defensa del medio ambiente. En su discurso de aceptación denunció la implicación de compañías extranjeras en la devastación de la selva de Brasil .[4]

Una importante acción de Chico Mendes a destacar, fue su campaña contra una autopista en Acre, un proyecto de carretera transamazónica de cinco mil kilómetros para ofrecer «una tierra sin hombres a los hombres sin tierra». En realidad, la tierra no era fértil… y tampoco estaba vacía, “sin hombres”: en ese territorio vivían los indios, los pueblos y colectividades ribeirinhas ―cuyos miembros habitan a orillas de ríos, pantanos y lagunas en palafitos―, los seringueiros, los verdaderos guardianes de la selva. Para ese momento, Mendes tenía ya el respaldo de diversas organizaciones internacionales y países, gracias a diversos contactos en los Estados Unidos logró, en 1987, entrevistarse con representantes del Banco Interamericano de Desarrollo y el Senado estadounidense, a quienes convenció de no financiar la construcción de la autopista, logrando también un compromiso por parte de estos organismos para no permitir las agresiones contra la Amazonia y sus habitantes .

ASESINATO

Grande en su lucha, Chico Mendes generó muchos enemigos. El 22 de diciembre de 1989, a los 44 años de edad, fue asesinado en su propia casa por Darly Alves Da Silva y uno de sus hijos, Darly Alves Pereira, latifundistas pertenecientes a la Unión Democrática Ruralista, organización a favor de la explotación privada de la tierra que, según diversos informes, se dedicó a asesinar a quienes no contribuían y apoyaban la industrialización de la selva amazónica.[6] En 2013, a los casi veinticinco años de su asesinato, el gobierno brasileño nombró a este activista “Patrón del Medio Ambiente de Brasil”.

No solo recibió reconocimientos en vida, después de su muerte ha sido merecedor de diversos homenajes: en 1989 fue instituido por el Grupo «Tortura Nunca Más» en Río de Janeiro, la medalla «Chico Mendes de la Resistencia», en memoria a los muertos y desaparecidos de la dictadura militar brasileña, y rinde a su vez homenaje a personas y entidades que se destacan en la lucha de resistencia por la defensa de los derechos humanos. En la ciudad de Córdoba, España se concede anualmente, desde 1994, el Premio Chico Mendes, al proyecto más destacado para la promoción, defensa o conservación de los valores naturales, culturales, sociales o económicos del medio ambiente.

También desde el ámbito cultural su memoria ha sido rescatada a través de canciones en su honor y documentales como el protagonizado por Raúl Julia Estación Ardiente de 1994 que cuenta la vida de Chico Mendes. En 2008 la cadena Discovery Channel Latinoamérica estrena el Documental «Chico Mendes: Defensor del Amazonas». El libro de Javier Moro, “Senderos de Libertad la lucha por la defensa de la selva” editorial Seix Barral, a través de la historia de Chico Mendes, recrea la epopeya del mayor plan de colonización jamás emprendido por el hombre.

Orlando Jorge Mera, el guardián del medio

ambiente asesinado en República Dominicana

El ministro fue tiroteado por un amigo que supuestamente perdió un negocio por incumplir los estándares ambientales. Quienes le conocieron dicen que nunca le tembló el pulso para proteger la naturaleza.

CUANDO LOS ANGELES LLORAN

Quienes conocieron a Orlando Jorge Mera, el ministro de Medio Ambiente asesinado en su despacho en Santo Domingo a los 55 años, lo definen como una persona noble, amable y enérgica a la que no le temblaba el pulso a la hora de hacer cumplir las leyes para proteger la naturaleza de República Dominicana. También como alguien tranquilo y conciliador, que no temía el conflicto, sino que enfrentaba los problemas. Ese rasgo de su carácter lo demostró hasta el final cuando en la mañana del lunes recibió en su oficina a Miguel Cruz, un amigo de la infancia con quien estudió y con quien aparece en numerosas fotografías distribuidas estos días, pero que acabó quitándole la vida de varios disparos.

De Cruz, el hombre de 56 años ahora detenido y que huyó tras cometer el crimen a una iglesia donde le confesó a un sacerdote que había matado a otro hombre, se sabe que es propietario de dos empresas, la Armería Miguel Gun Shop y la Constructora Cruz de la Mota y Asociados. Aunque las autoridades todavía no han informado sobre las posibles causas del asesinato, según informaciones publicadas por los medios locales, el empresario había tenido que paralizar una operación de extracción de materiales para su cementera en un río de la región del Cibao, en el norte del país, por no cumplir con el reglamento medioambiental. Y eso es lo que, ahora se intuye, le llevó primero a discutir con su amigo y después a dispararlo con el arma que llevaba escondida al entrar al ministerio y que, tras confesar el crimen, le entregó al cura. Este martes, con el país en luto y conmocionado por el suceso, muchos cuestionan los fallos de seguridad que permitieron al atacante entrar armado al edificio gubernamental.

Los defensores del medio ambiente, por su parte, ven en el asesinato una muestra más de la vulnerabilidad de los ambientalistas en América Latina que, según la organización internacional Global Witness, es la región más peligrosa del mundo para quienes protegen la naturaleza. “Si a alguien como a un ministro le puede pasar algo así, entonces qué nos queda a nosotros, que somos más ciudadanos de a pie, que lidiamos con muchos de esos mismos temas, personas e intereses”, se pregunta Maximiliano Bello, de la organización Mission Blue.

Experto internacional en la protección de los océanos, Bello llevaba meses trabajando con el ministro en un proyecto medioambiental que preveían anunciar próximamente. “Estábamos trabajando en varios frentes y estaba muy entusiasmado con todo lo que estábamos haciendo. Era muy cercano”, recuerda en conversación telefónica con EL PAÍS. “Era superamable, afable, interesado en la protección del medio ambiente, con muchísima ambición, sin resquemores. Es refrescante, cuando trabajas con políticos de alto nivel, ir a un lugar donde ellos te están empujando para proteger el océano. Estaba convencido y lo que quería era: ‘Ya, hagámoslo”, añade.

“Era una persona muy pacífica, conciliadora, con una paciencia enorme, sobrehumana, que siempre trataba de hacer el bien, muy comprometida y sumamente trabajadora. Tenía un compromiso muy grande con la gestión, con su trabajo y con el país sobre todo”, afirma por su parte Milagros De Camps, viceministra de Cooperación Internacional en el ministerio de Medio Ambiente. Aunque su familia y la del ministro eran amigas de toda la vida —el padre de De Camps fue secretario de Estado del padre de Jorge Mera cuando éste fue presidente de República Dominicana— no fue hasta que comenzaron a trabajar juntos en el ministerio, en agosto de 2020, cuando la funcionaria conoció realmente al ministro y lo vio transformarse “de un político con corbata” a un ministro de Medio Ambiente comprometido que disfrutaba saliendo a trabajar sobre el terreno y defendiendo la naturaleza. “No venía del sector ambiental. Sin embargo, tan pronto llegó se interesó muchísimo por todo el tema. Nos consultaba a los técnicos para tomar decisiones”, recuerda la viceministra en declaraciones a EL PAÍS. “Sentí que había encontrado algo que le apasionaba a pesar de que no venía de ese área”.

Amante de los deportes y las carreras y de la apicultura, Orlando Jorge Mera era miembro de una familia de amplia tradición política en República Dominicana. Hijo del expresidente Jorge Blanco, quien gobernó el país entre 1982 y 1986, su viuda es embajadora de República Dominicana en Brasil; su hermana, viceministra de Innovación, Transparencia y Atención Ciudadana; y uno de sus hijos, diputado. Nacido en Santiago de los Caballeros y abogado de profesión, Jorge Mera fue uno de los fundadores del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y presidió el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones entre 2000 y 2004. En su carrera polifacética fue también profesor y productor y presentador de un programa de televisión, donde entrevistó recientemente al político español José Bono, como se puede ver en uno de sus últimos mensajes publicados en la red social Twitter.

En agosto de 2020, fue designado ministro de Medio Ambiente por el presidente Luis Abinader y comenzó la que, sin saberlo, sería su última misión. Según Bello, la figura de Jorge Mera era ampliamente respetada tanto en su país como entre sus pares en la región. Pero, si algo definía su trabajo, es que no daba su brazo a torcer ante nadie. “Si alguien no respetaba la ley, él estaba haciendo todo lo posible porque así fuera. Empezó una cantidad innumerable de procesos, llevó a un montón de gente a la cárcel por no cumplir la norma y él tenía una posición bien clara respecto a eso que me imagino que habrá generado un montón de rechazo en alguna de la gente que no estaba cumpliendo”, añade.

IN MEMORIA CHICO MENDEZ
IN MEMORIA ORLANDO JORGE MERA

Defensores del medio ambiente y la naturaleza viva


CNDH

[1]http://www.fgv.br/cpdoc/acervo/dicionarios/verbete-biografico/francisco-alves-mendes-filho
[2]https://www.amnesty.org/download/Documents/200000/amr190241989es.pdf
[3]https://www.ecured.cu/Chico_Mendes
[4]https://www.amnesty.org/download/Documents/200000/amr190241989es.pdf
[5]https://www.ecured.cu/Chico_Mendes
[6]http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-

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