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La seguridad de los niños es tarea de adultos. Cómo podemos proteger a nuestros niños del abuso sexual
«Habla con tus hijos. La comunicación construirá la confianza.»
¿Qué es el abuso sexual infantil?
Video de UNICEF para prevenir el abuso sexual contra los niños
El abuso sexual es cualquier actividad sexual con o sin violencia entre un adulto y un menor de edad, o entre dos menores cuando uno ejerce poder sobre el otro.
También es forzar, coaccionar o persuadir a un niño a participar en cualquier tipo de actividad sexual. Estas definiciones que se aplican al abuso sexual infantil, también incluyen el contacto sexual aunque sin contacto directo como exhibicionismo, exposición de menores a material pornográfico, voyerismo o entablar comunicación de tipo sexual a través de teléfono o de Internet.
7 pasos para proteger a los niños del abuso sexual
El abuso sexual infantil es una experiencia angustiosa y traumática para las víctimas, y un delito castigado por la ley.
La seguridad de los niños es tarea de adultos. Para proteger a los menores ante cualquier forma de abuso sexual, la organización pone al conocimiento de los padres, algunos cuidados y pasos:
1. Conoce los hechos y la realidad
Estar informado sobre el abuso sexual infantil, ayuda a proteger a los niños. Los expertos estiman que 1 de cada 4 niñas y 1 de cada 6 niños puede convertirse en víctima de abuso sexual antes de los 18 años. Uno de cada 5 niños es solicitado sexualmente en Internet, y la edad media de las denuncias por abuso sexuales de de 9 años.
La mayoría de las víctimas menores de edad nunca informan del abuso. Es muy probable que conozcas a un abusador sexual infantil. El mayor riesgo para los niños no proviene de personas desconocidas, sino de sus propios familiares y amigos. Algunos datos lo demuestra:
– Uno de cada tres niños son abusados por miembros de su familia;
– Los abusadores o pedófilos tratan de establecer una relación de confianza con los padres de sus víctimas y suelen ser físicamente mayores y más grandes que sus víctimas.
– Los abusadores se encuentran frecuentemente en lugares que permiten un fácil acceso a niños tales como el propio domicilio de la víctima, clubes deportivos, escuelas o centros religiosos.
2. Debes saber con quién dejas el niño y qué hacen
Aprenda a proteger a los niños. La mayoría de los casos de abuso sexual infantil suceden cuando un menor está a solas con un adulto.
– El abusador a menudo entabla amistad con su víctima, ganándose su confianza, logrando así pasar tiempo a solas con él/ella.
– Cuando dejes a su hijo a solas con otra persona, sea adulta o adolescente, procure que puedan ser observados.
– Favorezca situaciones en las que su hijo se integre en grupos.
– Enseñe con el ejemplo. Evita, en lo posible, estar a solas con un menor que no sea tu hijo.
– Supervise el uso de Internet que hace tu hijo.
– Cuando apuntes a tu hijo a alguna actividad deportiva, a algún campamento o algo parecido, busque saber qué tipo de responsabilidad y preparación tienen los monitores en el cuidado de los niños. Si están preparados para prevenir, identificar y reaccionar frente a un posible abuso sexual de y a menores.
– Hable con tu hijo cuando regrese de alguna actividad en que tenga adultos. Preste atención a su estado de ánimo y valore si puede contarle con desenvoltura cómo pasaron el tiempo.
3. Habla abiertamente del asunto con tu hijo. Entiende por qué a los niños les asusta ‘contar’.
– El abusador suele manipular, amenazar y avergonzar al niño, le acusa de haber permitido que ocurriera el abuso o diciéndole que sus padres se enfadarán al enterarse.
– Los niños no revelan el abuso por temer desilusionar a sus padres.
– El abusador convence al niño de que el abuso está ‘bien’ que es un ‘juego’.
– Habla con tus hijos. La comunicación construirá la confianza.
– Habla con tus hijos sobre su cuerpo, de cómo cuidarlo, defenderlo, etc. ‘Mi cuerpo es mi territorio y nadie lo toca sin mi permiso’, debe ser un lema para los niños y las niñas.
– Instruya a tus hijos que no den su dirección de email, ni su dirección o teléfono de casa, etc.
– Si el niño se siente incómodo o reacio a estar con un determinado adulto, pregúntele por qué.
– Comparta informaciones sobre el abuso sexual infantil. De este modo, los potenciales abusadores sabrán que estás alerta.
4. Aprende a detectar e identificar los indicadores del abuso sexual.
– Las señales físicas de abuso sexual son poco comunes, sin embargo la irritación, la inflamación o el sarpullido en el área genital, las infecciones de las vías urinarias u otros síntomas, deben ser investigados con detenimiento.
– Son más comunes las señales emocionales o de comportamiento, que pueden ser identificadas por una ansiedad, dolor abdominal crónico, constantes dolores de cabeza, comportamiento perfeccionista, retraimiento o depresión, hasta una rabia y rebeldía inexplicables.
– Cuando el niño habla abiertamente sobre sexo de una manera atípica para su edad, también puede ser una señal de alarma.
– En el caso de que haya alguna sospecha de abuso sexual, llevar el niño inmediatamente al médico.
5. No reacciones con exageración a un posible caso de abuso. ¡Denúncialo!.
– Infórmate, sepa reaccionar. Sepa adónde ir, a quién llamar y cómo reaccionar. El abuso sexual es un delito.
– Tu reacción tiene gran impacto sobre un niño vulnerable. Si respondes con rabia o incredulidad, el menor se encierra en sí mismo, y se sentirá aún más culpable.
– Ofrezca siempre tu apoyo al niño. Escúchale, no dudes de su palabra y cree en lo que te dice. Asegúrate de que él así lo entiende. Agradezca al niño el hecho de contártelo y reconozca su valentía.
– Anima al niño a que te cuente todo, pero que no se profundice demasiado en los detalles. Eso puede alterar sus recuerdos de los hechos.
– Busque ayuda y orientación de un profesional capacitado para hablar con el niño. Busque conocer los pasos legales para denunciar. Debes conocer los organismos y/o instituciones con competencias para denunciar un abuso sexual a un menor.
– No entre en pánico. Los niños, víctimas de abuso sexual que reciben apoyo y ayuda psicológica, pueden superarlo.
6. Actúa siempre, aunque solo tengas sospechas y no pruebas.
– El futuro bienestar de un niño está en riesgo. Las sospechas y la falta de pruebas pueden darte miedo, pero confía en tu intuición y tenga el valor de denunciar o poner en conocimiento a un servicio de protección al menor.
– Busque los servicios sociales de tu localidad, o alguna oficina de defensa de los derechos del menor. Lo importante es que actúes.
7. Involúcrate. Se voluntario de apoyo a las organizaciones que luchan contra el maltrato y el abuso sexual a menores.
– Use tu voz y tu voto para convertir tu comunidad en un lugar más seguro para los niños.
– Apoya la legislación que ampara a los niños.
– Rompa el silencio. La prevención, así como la recuperación depende de eso
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Fuente consultada:
– Savethechildren