Opinión por Por: Ubi Rivas

Un autoritarismo huérfano de aplicarse en la corrupción, la impunidad, la inexistencia de un régimen de consecuencias que condene y castigue las inconductas en la administración de los recursos del contribuyente, aterrante desborde delincuencial y criminal, caos del tránsito vehicular, crisis medioambiental, auge narcotráfico, peligrosa haitianización. Decepcionante resulta que en vez de aplicar el autoritarismo en esas vertientes nodales de la gobernanza, se vierta contra una magistrada referencial, demostración de la inversión de los valores, una de las lacras y falencias que ha insertado en la sociedad dominicana el traumático y frustrante PLD.

La impresentida encuesta de Mirian G. Brito

OBSERVANDO con serenidad el alud de pronunciamientos de apoyo a la jueza de la SCJ, magistrada Miriam Germán Brito, que al unísono fueron solidarios con su conducta pública impoluta, resulta y viene a ser una impresentida encuesta demostrativa de no solo el rechazo a los denuestos por encargo del PGR Alain Rodríguez, sino más bien una clara demostración anti reeleccionista.


Esa impresentida encuesta donde la magistrada Germán Brito no dispone de recursos para pagar un cohesivo y amplio respaldo a su desempeño en la judicatura, que de poseerlo, no usaría, porque su transitar togado la avala, y las ondas de su moral es suficiente, comienza por señalar e inculpar a nuestro presidente Danilo Medina, el primero que debió en su rol de Presidente del CNM, detener el desfogue iracundo e irregular grande de una persona pequeña, seguido por el Presidente de la SCJ.


El hecho de que ninguna pluma ni togado que se respete se identificara con los denuestos pronunciados por el PGR contra la magistrada Germán Brito, resulta no solo un reconocimiento y palmarés a una jueza de incontrastable moral pública, sino además una expresión sin fisuras de rechazo al autoritarismo, que no se manifiesta donde debe.

Un autoritarismo huérfano de aplicarse en la corrupción, la impunidad, la inexistencia de un régimen de consecuencias que condene y castigue las inconductas en la administración de los recursos del contribuyente, aterrante desborde delincuencial y criminal, caos del tránsito vehicular, crisis medioambiental, auge narcotráfico, peligrosa haitianización.


Decepcionante resulta que en vez de aplicar el autoritarismo en esas vertientes nodales de la gobernanza, se vierta contra una magistrada referencial, demostración de la inversión de los valores, una de las lacras y falencias que ha insertado en la sociedad dominicana el traumático y frustrante PLD.

Fuente Hoy Digital