“Fuimos atacados por un grupo de ciudadanos haitianos armados con armas blancas, chuchillos, machetes, punzones y hachas. Nos quitaron los motores, las llaves, los celulares y nos pusieron a un lado de la carretera junto con un grupo de dominicanos que estaban secuestrados desde hace tres horas”, “Nosotros tuvimos la suerte de que nos hicimos pasar por americanos, y nos devolvieron todas nuestras pertenencias y nos dejaron ir”, cuenta Ureña. “Pero; ¿y el que vive ahí? ¿por qué tiene que ceder todo, por qué tienen que robarle su vaquita, incautarle su vehículo, robarle su motocicleta? Cruzan del otro lado y no hay forma de alcanzarlo jamás”, razona con indignación.“¿Cuál es la función? Yo como dominicano en mi país con un ejército puedo ser atacado de esta forma y que no haya ninguna respuesta”, analiza con tristeza e impotencia el doctor. “Esto no puede seguir así, hay que hacer un cambio”, exige.


Denuncia

Secuestro y amenaza, de ciudadanos haitianos contra dominicanos en zona fronteriza.

Santo Domingo.- Rabia, indignación y frustración fueron los sentimientos que embargaron al reconocido doctor Pedro Ureña, quien denunció que fue retenido el pasado sábado durante dos horas y media por una agresiva turba de ciudadanos haitianos que se manifestaban en la frontera.

Con un tono de impotencia el cardiólogo narró  cómo una gran cantidad de jóvenes impidieron que él y seis amigos terminaran la travesía turística interna que como es costumbre realizan en motocicleta.

“Fuimos atacados por un grupo de ciudadanos haitianos armados con armas blancas, chuchillos, machetes, punzones y hachas. Nos quitaron los motores, las llaves, los celulares y nos pusieron a un lado de la carretera junto con un grupo de dominicanos que estaban secuestrados desde hace tres horas”, explicó en una entrevista telefónica.

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Ureña cuenta que a las 3:00 de la tarde cuando se desplazaban por la Carretera Internacional (recorrido que comprende desde Pedro Santana hasta Restauración) un grupo de haitianos los retuvieron en represalia porque la Policía le había quitado un motor a otros compatriotas en Dajabón.

El galeno dijo que los siete pudieron salir gracias a la solidaridad de un grupo de dominicanos que inventaron que los nuevos “secuestrados” eran extranjeros.

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“No podíamos movernos ni salir tuvimos que quedarnos ahí porque hasta que no entregaran los motores ellos no nos dejarían salir, luego a uno de los dominicanos se les ocurrió decir que nosotros éramos americanos que no éramos dominicanos y gracias a Dios en base a eso pudimos salir”, manifestó.

El reconocido médico dijo que además de pensar en que habían perdido sus pertenencias los siete pudieron hasta perder la vida, ya que era un grupo “muy muy agresivo”.

Sin embargo, añadió que lo más difícil fue ver cómo dos militares dominicanos apostados en la frontera vieran cómo eran retenidos y no repelieran la acción.

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“Lo más triste del caso es que habían militares dominicanos ahí que no hicieron absolutamente nada, la turba se empoderó, nos maltrató (empujones y amenaza), nos metieron en un sitio y los dos soldados se quedaron como si fuera algo normal”, lamentó.

Los amigos que le acompañaban son Jhonny Aquino Luis Andres Cordero, Oscar Valiente, Gilberto Ureña, Joaquin Anico y Diego Cordero, quienes aún no se han expresado.

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“Quizás lo más vergonzoso para mí fue tener que decir que era americano para que me dejaran salir porque si decía que era dominicano me dejaban, en mi país yo tuve que hacerme pasar por una persona de otro país para poder salir esa fue la gota que rebosó la copa”, deploró.

Tras conocer el caso, el ministro de Defensa, Teniente General Rubén Darío Paulino Sem, ordenó una investigación para establecer las circunstancias en que actuaron militares de servicio en la Carretera  Internacional que marca la frontera con Haití, cuando varios dominicanos fueron retenidos por nacionales haitianos.

El ministerio indicó que es necesario conocer las circunstancias en que ocurrieron los hechos denunciados porque la Carretera Internacional pertenece a ambos países, porque en esa franja de la frontera la línea divisoria está trazada por el centro de la vía.

 

La amarga experiencia

El cardiólogo Pedro Ureña tuvo una experiencia que no olvidará jamás. En la comodidad del hogar su voz es calma, aún con los hechos vividos el sábado en la carretera Internacional muy frescos en su mente. Nos cuenta como él y otros seis amigos fueron obligados a detenerse en plena avenida por una multitud armada con machetes, palos, punzones, hachas y cualquier otra cosa que pudiese causar una herida.

Inmediatamente fueron despojados de sus vehículos de motor y pertenencias, y arrimados en un espacio a unos cuantos metros de la carretera, junto a otros dominicanos ya rendidos ante la impotencia frente a una situación muy agitada. Y a unos pocos metros, dos guardias del Ejército Nacional Dominicano observaban pasivamente.

“No podemos intervenir”, le responde un militar al doctor cuando este le cuestiona que haga algo. La carretera Internacional es un tramo de una calle que forma parte de la frontera y es, como dice Ureña: “tierra de nadie”. No obstante, el cardiólogo argumenta que cuando fueron trasladados hacia donde se encontraban los demás secuestrados, ya no estaban en la carretera, al contrario, se encontraban más en el lado dominicano que haitiano, por lo tanto, ambos militares pudieron haber hecho algo.

“¿Cuál es la función? Yo como dominicano en mi país con un ejército puedo ser atacado de esta forma y que no haya ninguna respuesta”, analiza con tristeza e impotencia el doctor. “Esto no puede seguir así, hay que hacer un cambio”, exige.

Pedro es uno de los dominicanos que disfruta de viajar y hacer turismo interno. Visita las distintas zonas del país y es la primera vez que experimenta una situación como esta, en la que, por más de dos horas estuvo a merced de lo que una mole decidiera hacer con su vida.

El médico cuenta que los otros dominicanos que tenían ya horas allí, esperando resignados, sufren esas experiencias a cada rato. En ninguna de las situaciones los militares intervienen. “Nosotros tuvimos la suerte de que nos hicimos pasar por americanos, y nos devolvieron todas nuestras pertenencias y nos dejaron ir”, cuenta Ureña. “Pero; ¿y el que vive ahí? ¿por qué tiene que ceder todo, por qué tienen que robarle su vaquita, incautarle su vehículo, robarle su motocicleta? Cruzan del otro lado y no hay forma de alcanzarlo jamás”, razona con indignación.

“Aquí tienen que cambiar las cosas, aquí nuestra frontera tiene que ser una frontera que realmente exista, aquí tiene que haber una presencia militar”, explica el cardiólogo. “Hay que hacer algo diferente, lo que está pasando no funciona”, sentencia el doctor.

Nota preocupante  

El ministerio indicó que es necesario conocer las circunstancias en que ocurrieron los hechos denunciados porque la Carretera Internacional pertenece a ambos países, porque en esa franja de la frontera la línea divisoria está trazada por el centro de la vía.

1 Entonces La Carretera internacional pertenece a ambos países

2 Una carretera entre Haití y la República Dominicana se puede considerar frontera  con el grave problema migratorio que tenemos?

3 Si la carretera es de ambos países, cuánto aportó Haití para su construcción?

4 La línea divisoria del centro de la vía es la franja fronteriza?? y qué equipo de seguridad  propuso y aprobó semejante propuesta!! 

5 La Línea divisoria de una vía puede considerarse entre Haití y la República Dominicana, una frontera?  Bueno, seguimos viendo  como andan las cosas.

Muy Mal

Son solo humildes preguntas que se hace un humilde ciudadano.

La Voz Del PRM

Fuentes

Diario Libre

El Dia